Centenario del nacimiento del liberal Isaiah Berlin (semana para releerle)

Este sábado 06 de junio se cumplen 100 años de su nacimiento, esta semana estaremos leyendo algunos de sus escritos y sobre él, en la medida que nos dejen las correcciones y clases.

En wikipedia hay una excelente reseña biográfica y con links para leer sobre este importante filósofo e historiador de la ideas liberal.

Les recomiendo una primera lectura de presentación, bajo la magnìfica pluma de Vargas Llosa aquí.

De dicho escrito, podemos resaltar lo que es el mayor aporte de Berlin:

1) el ser "un personaje desgarrado por aquellos conflictos morales que él describió antes y mejor que nadie, los que oponen a la libertad y la igualdad, a la justicia y el orden, al judío ateo y al practicante de su religión, y al liberal temeroso de que una libertad irrestricta en la que “el lobo podría comerse a los corderos”. (Es este último problema el que más me preocupa y genera dudas, como seguidor de las ideas liberales).

2) Otro aspecto que me atrae del autor, es lo que Vargas Llosa descrbe acá: "Aunque Isaías Berlin pasó sólo sus primeros doce años en Rusia (había nacido en 1909, en Riga, en una familia judía acomodada, cuando Letonia pertenecía al imperio ruso), las experiencias de aquella primera época de su infancia, afectada por tremendas convulsiones sociales y tumultos
familiares, lo marcaron para toda la vida y dejaron como huella indeleble dos rasgos de su personalidad: su horror hacia el totalitarismo y las dictaduras, y su judaísmo. (...)
De esa época nace su actitud hostil al comunismo, a la que fue fiel toda su vida, aun en los momentos de la guerra fría, cuando la inmensa mayoría de la comunidad intelectual en la que él vivía inmerso, estaba cerca o dentro del marxismo." (Otro tema con el que me siento identificado: la necesidad de estudiar los totalitarismo, y todas las formas de personalismo; en especial los ligados con intenciones de reforma social).

3) "Un trabajo intelectual que, en efecto, aunque rico y frondoso, y de extraordinarios resultados, se concentró en los ensayos y artículos, o conferencias y reseñas, y evitó las grandes síntesis, los trabajos orgánicos, los proyectos ambiciosos de largo aliento. Ello no se debió, como muestra Ignatieff de manera convincente, a la dispersión y múltiples obligaciones en que transcurrió casi siempre la vida de Berlin: la brevedad, el formato menor, era una inequívoca vocación. En los años ochenta, como para demostrar que se equivocaban los críticos que le reprochaban no haber emprendido una obra de gran horizonte temático, Berlin decidió ampliar sus conferencias de 1965 en Washington DC sobre las raíces del romanticismo (publicadas, póstumamente, con el título de The Roots of Romanticism) y durante muchos meses trabajó, de manera sistemática, en la British Library, y llenó centenares de fichas. Al final, abandonó: los proyectos de gran envergadura no eran lo suyo. Carecía de la ambición, de la fe desmesurada en sí mismo, de la pizca de obsesión y fanatismo, que requieren las obras maestras. El ensayo convenía más a su modestia, a su escéptica consideración de sí mismo, a su nula pretensión de ser o aparecer como un genio o unsabio ante la gente, a su convicción —no era una pose, sino algo profundamente sentido— de que lo que había hecho, o era capaz de hacer, significaba en última instancia muy poca cosa en el rutilante fuego de artificio del pensamiento y la creación literaria universales. No era verdad, desde luego."