A setenta años de Kristallnacht
Estando próximos a cumplirse setenta años de la Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht), es tiempo que hagamos algunas reflexiones.
Por siglos, nuestro pueblo se ha visto involucrado en atentados en su contra; nos hemos dado un sinfín de razones —tales como: “el judío es más inteligente, los judíos siempre tienen más plata, el judío es avaricioso, los judíos mataron a Cristo, los judíos tienen cachos y cola”—, estamos acostumbrados a ver obras de arte en las cuales muestran al judío como un viejo de cabello ralo, nariz larga, con los lentes en la punta y contando dinero. Las preguntas son: ¿somos diferentes, nuestra sangre es diferente, físicamente somos diferentes, merecemos esta discriminación constante? ¿Cuáles serían las respuestas? No somos diferentes; nuestra sangre es igual de roja que la del resto de la Humanidad; al igual que otras etnias, tenemos seres mas “guapos” y otros menos “guapos”; el mito de la raza aria no existe, pues sobre todo en Europa Central habían judíos rubitos y bellos que muy bien podían pasar por arios —de hecho, algunos héroes de la Resistencia lo hicieron para ayudar a nuestro pueblo—. Entonces, ¿cuál es la razón? ¿Qué debemos hacer? Una de las razones es que somos una minoría de la población mundial; entonces deberíamos asumir que por ser una minoría, ¿no debemos sobresalir, no debemos superarnos, no debemos coexistir con otras etnias? La respuesta es muy obvia: debemos luchar por superarnos, debemos coexistir con otros pueblos, no debemos ocultarnos; muy por el contrario, debemos asumir nuestra responsabilidad de mostrar, enseñar que somos un pueblo de tradiciones e historia, iguales a cualquier otro pueblo, que no olvidamos y que nos mantenemos unidos. Debemos divulgar los horrores de la Shoá, que empezó con la Noche de los Cristales Rotos aquel 9 de noviembre de 1938. Debemos decir, es cierto, que han pasado setenta años, pero no se debe olvidar que esto puede volver a pasar, no sólo contra nuestro pueblo, sino contra cualquier otra minoría. Debemos gritar una y otra vez “Nunca jamás” a una Noche de los Cristales Rotos. ¡Nunca jamás el Holocausto! ¡No debemos permitirnos jamás olvidar! Debemos conocer toda la historia de lo vivido y demostrar fehacientemente con conocimiento de causa ante los negadores que la Noche de los Cristales Rotos ocurrió, que decenas de nuestros hermanos murieron esa noche, que el Holocausto sí existió, que millones de nuestros hermanos —una cuarta parte de nuestro pueblo— fueron asesinados.
No debemos ser ciegos a cualquier manifestación en contra de nuestro pueblo; por el contrario, debemos estar siempre atentos y una y otra vez divulgar este magnicidio. No debemos permitir jamás que un hecho de esta naturaleza se repita. Es responsabilidad de las generaciones futuras asumir el reto de transmitir el mensaje de “No olvidar” que los sobrevivientes de esta barbarie nos dejan y nos han dejado.
Invitamos a la comunidad a acompañarnos en el acto recordatorio a efectuarse en la Unión Israelita de Caracas (San Bernardino) el martes 11 de noviembre a las 7:30 pm, el que tendrá como orador de orden a Pinhas Bibelnik, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Prensa Comité Venezolano de Yad Vashem
4 comentarios:
"Si comprender es imposible, conocer es imprescindible, porque lo sucedido PUEDE VOLVER A SUCEDER" Primo Levi, superviviente judeo-italiano del Holocausto.
Muy bueno el recordatorio de la efeméride. Saludos amigo!
Porque la humanidad no entienda, no por ello debemos dejar de insistir en recordar, es más. Hay que hacerlo con más ahinco.
Simplemente es un hecho que no se debe dejar en el olvido a medida que pasan los anos, al contrario, se debe continuar conmemorando de tal manera que sea un dia de reflexion, de explicarles aquellos que niegan, o desconocen del tema, lo que en realidad sucedio, ya que fue un acontecimiento que dejo una huella en la historia de la humanidad, donde mataron a mas de 6 millones de judios en camaras de Gases, campos de concentracion y Campos de exterminio. Fue un evento de tal relevancia y es tan grande el sentimiento de culpabilidad de los mismos alemanes, que hasta ellos mismos conmemoran el dia del holocausto, y los propios campos de exterminio y concentracion siguen en pie como muestra de que lo sucedido no solo son palabras o fotos.
Por eso es importante no olvidar la noche de los cristales rotos, noche en la cual comenzo una larga pesadilla para lo judios que hasta hoy en dia, recordamos y seguiremos recordando con mucho dolor.
Sin mas nada que argumentar, JAMAS OLVIDAR!
Hechos como el HaShoá mejor conocido como El Holocausto, es un suceso histórico que no debe ser olvidado por ningún pueblo del mundo independientemente de su etnia. Coincido con el autor en que esta tragedia empezó en los días 9 y 10 de Noviembre de 1938, fechas que datan la muerte de más de 90 judíos; y en las que más de 27.000 fueron arrestados o deportados a sus países de origen. Además casas de rezo judías (sinagogas) fueron destruidas, así como también hogares, comercios e incluso cementerios.
Sin embargo se debe tener mucho cuidado al recordar acontecimientos de este ámbito si no queremos que estos se repitan. Es decir, concuerdo cuando el autor menciona que el pueblo judío no puede permitirse olvidar, pero se debe tener muy en cuenta que el verdadero culpable de que estos eventos trágicos sucedieran, fueron chifladas ideas antisemitas y una ideología por una raza “pura”. No podemos permitir que ideas maniáticas, basadas en odio por una raza, religión o incluso clase social surjan en ninguna parte del mundo otra vez; porque no podemos consentir que el rencor por los autores que llevaron a cabo planes de este tipo cobre más víctimas humanas.
Actualmente en Venezuela el presidente Hugo Chávez Frías a lo largo de su ejercicio, se ha esforzado en promover resentimiento entre clases sociales. Incluso numerosas veces ha hecho énfasis en algunas etnias y religiones; razón por la cual me ha llevado a relacionar este artículo publicado con la situación actual que se vive en el país. En conclusión, es necesario recordar pero no solo eso, si no concientizar que este tipo de ideologías separatistas y radicales solo nos alejan de nuestros verdaderos problemas, como lo son el hambre, la pobreza extrema, la sostenibilidad de nuestro medio ambiente y el más importante y causal de que este tipo de corrientes de pensamiento discriminatorias proliferen; reducir los índices de analfabetismo y lograr una educación universal para que este tipo de hechos lamentables no ocurran ¡Nunca Jamás!.
Adrian Pereira Fernández
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