Publicado el 20 de abril de 2022 en El Nacional y al día siguiente en Opinión y Noticias.
En la relación
historiografía y cine es probable que el relato con mayor consenso sea la
relacionada con el famoso “Doolittle´s raid” y su impacto en la historia de la
Segunda Guerra Mundial (SGM). Si realizamos una apretada síntesis de su
interpretación, tal como hacen los filmes, hay una lógica de tres hechos
íntimamente relacionados en lo que respecta al Frente del Pacífico: Ataque del
Imperio japonés a Pearl Harbor (7 de diciembre de 1941), contraataque
“simbólico” de los Estados Unidos (EEUU) al bombardear Tokio desde el
portaviones (CV-8) USS Hornet (18 de
abril de 1942) y posterior respuesta del Japón intentando invadir Midway para
atraer los portaviones y forzar la batalla definitiva. Al mismo tiempo la
operación tuvo un gran impacto moral en ambas potencias y sus consecuencias
fueron decisivas. En el caso de EEUU se da una de las primeras publicaciones de
un libro que narra el testimonio en combate (capitán Ted W. Lawson, 1943, Thirty
Seconds Over Tokyo)
aunque primero salió como crónica en seis entregas en Collier's magazine; y luego se hizo su representación en el
cine. El coronel (ascendido a general después de la incursión), James Harold
“Jimmy” Doolittle se convierte en el primer héroe nacional de la guerra.
La idea de bombardear Tokio nace cómo respuesta al ataque a Pearl Harbor en las primeras reuniones del Presidente Franklin Delano Roosevelt con el Alto Mando Militar, tal cómo se puede ver en la película Pearl Harbor (Michael Bay, 2001) donde la ficción está en la escena del Presidente poniéndose de pie y regañando a sus general. Ante el dominio del mar y el aire por parte de los japoneses, no se quería arriesgar los tres grandes portaviones acercándolos a la zona metropolitana del Imperio. En caso de ser hundidos, Hawai y Midway serían invadidas y la costa oeste de EEUU estaría indefensa. La solución fue dada por un capitán de la marina (Francis S. Low) e implementada por el coronel Jimmy Doolitle (que para nada se parece al actor Alec Baldwin, era calvo y bajo de estatura), el cual era un pionero de la aviación que entró al U.S. Army Signal Corps (futura U.S. Air Force) en 1917 pero que llegó tardíamente a la Gran Guerra y por ello no combatió. Durante el período entreguerras romperá varios records modificando siempre los aviones que usaba para lograr su mejor desempeño (no era simple ensayo y error porque en este tiempo se gradúa de Ingeniero Aeronáutico en el MIT y continúa en dicha institución estudiando hasta lograr el máster y el doctorado), de modo que ya era un personaje público admirado por su audacia y preparación. Sin duda era el indicado para lograr lo que se consideraba imposible: hacer despegar de un portaviones un bombardero mediano bimotor (North American B-25 Mitchell).
En
todas las películas que reconstruyen el ataque se muestra el periplo, en
especial la primera de ellas (Thirty Seconds
Over Tokyo de Mervin Leroy con
guión de Dalton Trumbo, 1944) que se dedica
tanto al entrenamiento (también sale en Pearl
Harbor), pasando por el viaje en el portaviones (el emocionante despegue
del que se dudaba), el bombardeo y la llegada a China con su escape apoyados
por las guerrillas y tropas de este país. Las otras son Midway (Roland Emmerich, 2019), que es un remake de la homónima que
se estrenó en 1976 (dirigida por Jack Smight) y cuyos créditos iniciales tienen
el video original (se dice que fue filmado por John Ford) del despegue de los
B-25. En Midway de Emmerich se tiene
una imagen maravillosa del emperador viendo los bombardeos y el rescate de
Doolittle por tropas chinas. En Pearl Harbor de Michael Bay (2001)
es parte de la escena final cuando deben aterrizar forzosamente en zona ocupada
por los japoneses para finalmente ser ayudados por las guerrillas. Esta ayuda
es mostrada en una película china aunque centrada en una historia romántica: La viuda china (Billie August, 2017).
Según el historiador James M. Scott y la historiografía
China la operación nipona de búsqueda de los pilotos en este país generó el
asesinato de un cuarto de millón de chinos. Al parecer son las estimaciones más
altas. En junio de 1942 sesenta y cuatro pilotos retornarían a Estados Unidos,
todos fueron condecorados y Doolittle fue ascendido a general de división
obteniendo la Medalla de Honor del Congreso. El último piloto con vida fue Richard Eugene Cole y
falleció el 9 de abril del 2019.
En las memorias del
general Doolittle publicadas conjuntamente con el coronel Carroll V.
Glines en 1991 y tituladas: I Could
Never Be So Lucky Again: An Autobiography of James H.
"Jimmy" Doolittle; el primer capítulo se titula: “April 18,
1942” y es una excelente crónica analítica desde el principal protagonista de
los hechos. Explica que el impacto fue psicológico (y este era el principal
objetivo) porque en lo material solo 90 edificios fueron afectados y 50
personas fallecieron con 16 toneladas de bombas distribuidas en varias
ciudades, de modo que según Doolittle “fue solo una fracción del daño que nos
hicieron en Pearl Harbor”. Hasta el momento el Japón se creía invulnerable,
ahora distraería fuerzas para defender las islas y buscarían a los portaviones
de EEUU para hundirlos, objetivo que se intentó en Midway (y que trataremos con
su ochenta aniversario en el mes de junio próximo). La fortaleza de EEUU entre
los Aliados se incrementó al igual que la confianza de su pueblo en la victoria
final. Por esas casualidades de la vida, un día en mi adolescencia al leer
sobre estos hechos por primera vez, me topé con un B-25 en una base aérea
venezolana (Barquisimeto) que estaba de adorno y mi emoción fue grande (la Fuerza Aérea nacional
tenía un grupo de bombarderos con este hermoso avión desde a partir de 1947).La
semana que viene seguimos en el Frente del Pacífico y Asia tratando la campaña
en Birmania.
Este reportaje está buenísimo. Sabía de esa famosa incursión a Tokyo pero no de que fuese tan acontecida. Gracias por esta entrada.
ResponderBorrarGracias por seguirme querido amigo.
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