domingo, junio 28, 2015

Entrevista al joven historiador venezolano (14) Ysrrael Camero (y segunda parte)



10. ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

Estoy trabajando en un artículo sobre los acuerdos fundacionales de la democracia venezolana, realizados entre 1958 y 1961, como parte de un proyecto colectivo de reflexión sobre grandes debates histórico historiográficos sobre el siglo XX venezolano. Asimismo estoy desarrollando un estudio comparativo entre algunos de los denominados regímenes híbridos, y las fuerzas que se le oponen a principios del siglo XXI.

11.  ¿El historiador debe leer literatura? ¿Qué otras disciplinas debería conocer el historiador?
Un historiador debe leer de todo, “nada humano nos es ajeno”, parafraseando a Terencio. En la Escuela de Historia nos formamos con la ambición, que se reflejaba en nuestro pensum, de la unificación de las ciencias sociales, por lo que todas ellas son nuestras compañeras en la comprensión de lo humano. Hemos de leer antropología y sociología, me parecen fascinantes autores como Norbert Elias y Zygmunt Bauman; así como economía, la perspectiva de Douglass North, Acemoglu o Robinson me es imprescindible para comprender la historia económica; también filosofía, política y politología, entre otras exploraciones. Todas estas disciplinas dialogan con la historia, y es bueno prestar atención a sus debates.
12. Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?
Me siento comprometido con el presente y con el futuro, del proyecto moderno, de la República, de la democracia, por lo que tengo una actividad política permanente, eso permea mis gustos, placeres y vicios. En mi adolescencia jugué ajedrez en torneos y campeonatos, a pesar de tener años sin practicarlo está aún entre mis pasiones. Soy un fanático del cine y del teatro y también los sigo con regularidad.
13. ¿Cómo es su relación con las redes sociales e internet en general? ¿En qué puede ayudar el internet a la historiografía? (si tiene twitter nos gustaría conocerlo y divulgarlo si le parece).
Participo en las redes sociales y trató de estar conectado. Uso Facebook tanto en la mi actividad docente como en mi labor política. Soy activo en twitter a través de @ysrraelcamero, y ahora estoy incursionando en Instagram y Tumblr.

14. ¿Cómo sobrevive (en lo económico, en lo profesional y en lo
espiritual) siendo historiador? ¿Se puede ser historiador en
Venezuela?
Con los salarios que un historiador puede devengar en Venezuela, bien sea como investigador o como docente, es muy difícil tener una calidad de vida aceptable. Aparte de dar clases regularmente en la UCV también dicto asignaturas recurrentemente en otras universidades, como la UNIMET. Dedico el resto del tiempo a mi trabajo como Secretario Nacional de Políticas Públicas de Un Nuevo Tiempo y como Vicepresidente de la Fundación Democracia Social.
15. ¿Qué profesión u oficio ejercería de no ser historiador?
¿Abandonaría su profesión de historiador? ¿Por qué?
Soy historiador y político. Ser historiador va más allá del ejercicio de un oficio o profesión, es una perspectiva para comprender la realidad y para actuar sobre ella, es un acercamiento fundamental desde una conciencia de nuestra historicidad, por lo que no concibo “dejar de ser” historiador, ya que esto forma parte esencial de mi acción humana. De no ser historiador probablemente me dedicaría exclusivamente a la política.
16. ¿Para qué sirve la historia? ¿Tiene futuro el estudio de la
historia en general y en Venezuela?
Sin conciencia histórica la conciencia política es frágil y vulnerable. La conciencia histórica es fundamental para comprender el presente y para actuar en él, para darle forma al futuro. La comprensión de las rupturas y continuidades en el desarrollo de nuestra sociedad es vital para salir de la crisis presente y para construir la Venezuela republicana y democrática que tenemos dos siglos desarrollando. Hoy en día muchos sociólogos y comunicólogos insisten en que el cambio científico y tecnológico es tan drástico en los últimos años que genera una ruptura tan profunda que inutiliza a la historia, al disolver los tradicionales patrones de continuidad. Disiento de esta perspectiva, estoy seguro de que la comprensión de nuestra humanidad, la conciencia emergente de que compartimos un destino común, está vinculada con la necesidad de comprender nuestro pasado. La búsqueda de una conciencia histórica, como humanidad, será vital para enfrentar los retos civilizatorios del mundo actual y para darle forma al mundo futuro. Esa sed de comprensión de nuestra historicidad nos exigirá respuestas a los historiadores, de todo el mundo, para mostrar el tejido de nuestras conexiones, de nuestras interacciones humanas a lo largo del tiempo, más allá de las fronteras nacionales, pero comprendiendo a la humanidad en su diversidad, en sus particularidades y devenires. En la medida en que exista esa necesidad el oficio del historiador estará salvado, no sin obstáculos, pero pervivirá.
17. Si cree que existe la venezolanidad o la identidad venezolana
¿cómo la definiría?
Las comunidades humanas, naciones, pueblos, Estados, reinos, no tienen esencia, sino historia y conciencia histórica. Entonces, existe una comunidad histórica que se define a sí misma como venezolana, que comparte la conciencia de una continuidad común, que une simbólicamente su pasado-presente-futuro. Esa comunidad percibe que su continuidad está vinculada a una geografía específica, a un espacio, es en esa historia, en esa coexistencia de continuidad y ruptura, que podemos encontrar algo que podríamos definir como venezolanidad. Esa venezolanidad se puede expresar en diversas coyunturas, en símbolos, en rituales construidos colectivamente, otros impuestos y luego asimilados, pero esas formas no son la venezolanidad en sí, sino la expresión coyuntural de su historia, por ende, están sometidas al agotamiento y a la emergencia de nuevas sensibilidades. La venezolanidad solo puede encontrarse en la historia de esa comunidad y en su conciencia de pertenecer a una narrativa común.
18. ¿La historia de Venezuela ha sido un fracaso? ¿Qué piensa de
nuestro presente?
De ninguna manera considero nuestra historia un fracaso. En su proceso histórico la sociedad venezolana se ha planteado constituirse en nación, organizarse bajo un régimen republicano y convertirse en una sociedad democrática, integrarse internamente, fortalecer nuestra presencia en el espacio físico venezolano, insertarnos en la sociedad mundial. En todos estos aspectos el proyecto nacional venezolano ha tenido grandes avances. El siglo XX fue para nosotros un gran período de progreso en todos los sentidos, político, social, económico y culturalmente construimos una transformación importante de nuestra organización social. El proyecto nacional democrático constituye un gran triunfo para la sociedad venezolana. A partir de los años ochenta el sistema empezó a entrar en crisis, hubo un agotamiento del modelo económico, este agotamiento implicó un retroceso en el proceso de modernización, lo que tuvo consecuencias negativas en lo social y en lo político. Este retroceso en la modernización permitió el resurgimiento de las tendencias autoritarias, de los resabios monárquicos que sobrevivían en la construcción republicana. Entonces nos encontramos en un nuevo escenario de lucha entre el proyecto republicano democrático y las antiguallas de la mentalidad monárquica, caudillista, militarista. Lo que estamos viviendo es un proceso de crisis, pero hemos dado muestras de fortaleza, de resiliencia, en fin, de que el siglo XX no pasó en vano. Estoy convencido de que vamos a superar esta terrible coyuntura.
19. ¿Qué debemos hacer con el culto a Bolívar y la Historia Patria?
Debemos comprender lo que llegó a ser nuestro proceso de independencia, la emergencia de nuestro proyecto republicano, lo que implica dejar atrás el culto a los héroes y especialmente el culto a Bolívar. La Historia Patria, y el Culto a Bolívar es parte sustancial de ella, está construida para justificar y consolidar al poder, no para liberar a la ciudadanía. Debemos desnudar la construcción ideológica, desmontarla, para lograr avanzar en la creación de una conciencia histórica ciudadana, cívica, que comprenda nuestra historia integralmente, con sus continuidades y con sus rupturas, solo así podremos avanzar.
20. ¿Qué recomendaría a los noveles historiadores?
Que no tengan miedo de dudar, que no dejen de sentir sed y curiosidad por saber, que se atrevan a derribar las antiguas certezas, que lean de todo.
21. Recomiéndeme más de 2 historiadores noveles y/o jóvenes que
deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán
públicos)
Recomiendo a tres historiadores de mi generación, a Carlos Pernalete Tua, quien se encuentra ahora en Barcelona, España, a Alejandro Gómez, residenciado ahora en París, y a José Luis Bifano.
22. ¿Cuáles verbos están siempre presentes en su acción diaria como historiador?
Hay tres que son claves, comprender, hacer comprender y transformar. Comprender el funcionamiento de la sociedad, el devenir de los humano en su complejidad, buscar las conexiones humanas y sus motores, comprender a Venezuela. En segundo lugar, compartir lo aprendido, enseñar, educar, promover la comprensión de lo que somos. En tercer lugar, transformar, movilizar recursos, construir alianzas para hacer de nuestro país y de nuestro mundo un lugar mejor.
23. Puede hacerle una pregunta al entrevistador: ¿A qué historiador del pasado te hubiera gustado entrevistar y por qué?
Son muchos pero sin duda me fascinaría saber todas las dificultades y alegrías que le generó a Marc Bloch escribir historiografía en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Sería una manera de animar a tantos que en Venezuela, cambiando lo cambiable, intentan escribir en medio de tantas carencias y odios.
Entre los historiadores venezolanos me habría encantando conocer y entrevistar a Mario Briceño Iragorry y Mariano Picón Salas, debido a que ellos buscaron hacer una historiografía adaptada a nuestras peculiaridades nacionales.

viernes, junio 26, 2015

Entrevista al joven historiador venezolano (14) Ysrrael Camero (primera parte)



1.       Resumen de su vida como historiador: (ciudad de nacimiento, año), ciudad donde vive actualmente, pregrado, postgrado, docencia, investigación, publicaciones.

Nací en Baruta el 5 de enero de 1976, he vivido durante más de treinta años en Chacao. Realicé mi pregrado en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela. Estudié además cuatro años de comunicación social en la Universidad Católica Andrés Bello. Estudié la Maestría en Historia de América Contemporánea en la UCV. Terminé mi Máster en Sociedades Históricas y Formas Políticas en la Universitat Rovira i Virgili en Tarragona, España. Inicié mi carrera docente en 2003, dictando una electiva en la Escuela de Historia en la UCV. Pero he sido docente de historia económica en la Escuela de Economía de la UCV desde finales de 2003, asimismo he dado clases de historia de Venezuela, de América y Universal tanto en la UNIMET como en la UCAB. Desde pregrado estuve interesado en los procesos de modernización y transformación política y económica en el siglo XX. Estudié los temas del nacionalismo, la modernización y la tradición en Mariano Picón Salas y Mario Briceño Iragorry. Publiqué en Tierra Firme un trabajo sobre las revoluciones reformistas y la transformación democrática en El Caribe luego de la Segunda Guerra Mundial. En la Maestría trabajé el tema de la emergencia de las nuevas organizaciones obreras y empresariales durante el tránsito de la dictadura a la democracia en la Península Ibérica.

2.       ¿Cuándo y cómo nació su vocación como historiador?

Mi padre me puso en contacto, siendo muy niño, con “Venezuela Heroica” de Eduardo Blanco, con relatos épicos que marcaron mi infancia. Mi madre me llevaba cada semana a una librería para que escogiera un libro para leer, generalmente tomaba alguno de historia, bien fuera universal o de Venezuela. En mi casa era normal conversar de historia y de política. Entre la convivencia en familia, el colegio y el liceo fue naciendo mi pasión por la historia.

3.       ¿Qué lectura, película-serie, o persona fortaleció dicha vocación? ¿Fue “discípulo” de algún historiador? ¿Cuál es su historiador preferido y por qué? ¿Qué libro de Historia recomienda y por qué?

Cuando niño crecí viendo la serie francesa “Érase una vez el hombre”, que realmente me fascinaba. Contando con once o doce años de edad llegó a los kioscos, junto con la revista Bohemia, una colección de historia universal de Carl Grimberg. Cada semana iba a comprar la revista para leer el tomo de historia correspondiente. Allí ya estaba apasionado por la historia. Al llegar a bachillerato en el Gustavo Herrera me incorporé a la Sociedad Bolivariana, donde tuve contacto recurrente con textos fundacionales de la República. Allí se fue construyendo mi camino.
Varios historiadores me han deslumbrado y alumbrado a lo largo de los años. En Venezuela siempre me he considerado discípulo de aquellas que considero maestras personales, principalmente María Elena González Deluca quien fue mi tutora y guía de formación, e Inés Quintero, quien ha sido un faro que genera escuela y reflexión histórica, quien me ha venido apoyando en mi recorrido y exploración. Crecí leyendo a Manuel Caballero, quien se convirtió en mi historiador venezolano favorito. Fuera de las fronteras de Venezuela mi historiador favorito ha sido el británico Eric Hobsbawm, desde que leí su maravillosa “Historia del siglo XX”, libro que recomiendo ampliamente para comprender las raíces del mundo actual. Esta obra de Hobsbawm es clave en varios sentidos, combina la reflexión sobre los grandes cambios socioeconómicos con las expresiones culturales, artísticas y política, con una técnica narrativa deliciosa y una penetración muy profunda de las conexiones existentes, me parece una obra magistral.

4.       ¿Cómo fue su experiencia en el pre y/o postgrado de historia?

El pregrado en la Escuela de Historia abrió mi mente a múltiples perspectivas para comprender a la sociedad, a la humanidad. Hubo muchos profesores que marcaron la exploración de mi curiosidad intelectual y de mi sed de comprensión de los fenómenos humanos a lo largo del tiempo. Aprendí a entrenar una percepción, a afinar un sentido de lo histórico. Recuerdo historia de la historiografía universal con Óscar León, donde tuvimos la oportunidad de leer desde Heródoto hasta Lucien Febvre. Con María Elena González nos adentramos en la historia de los Estados Unidos de América. Aprendí mucho con Miguel Hurtado Leña del mundo antiguo, con Pedro Calzadilla y Samuel Moncada de historia americana. Ramón Aizpúrua “Pajarito” nos ayudó a problematizar el hecho histórico y a enfrentarnos a las fuentes con mirada crítica. En el postgrado en la UCV tuve la oportunidad de explorar con mayor profundidad temas específicos, como la experiencia democrática caribeña, pareciéndome especialmente interesante la cubana. En la Maestría que realicé en España penetré en temas novedosos y extraordinarios para mí, como lo fueron las transiciones a la democracia en España y Portugal, así como en materias tan diversas como la modernización en las sociedades islámicas.

5.       ¿Cuál es su área o rama de la Historia favorita y por qué? ¿Cuáles son sus líneas de investigación? ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué?

A pesar de que he dado clases de historia económica desde hace más de diez años, tengo un acercamiento al hecho económico desde una perspectiva institucional, lo que me vincula permanentemente a la historia política y social, que viene siendo mi esquema de exploración. Mi universo es el siglo XX, la interrelación entre lo económico, lo político y lo sociocultural, los procesos de modernización, democratización, el cambio político forman parte del área temática donde desarrollé mis trabajos en pregrado y postgrado. Trato de prestar atención a las interrelaciones, a las conexiones, a los vínculos entre el hecho económico, el político-institucional y el sociocultural. Fui lector de la historiografía de los primeros y segundos Annales y admiro profundamente la noción de la “Historia total” sobre la que trabajó Fernand Braudel en sus monumentales obras, pero el acercamiento al siglo XX nos obliga a adentrarnos en otras perspectivas.

6.       En torno a los debates historiográficos: ¿Cuáles han atrapado su atención y/o cuáles ha estudiado? ¿Cuáles considera que deben ser divulgados? ¿Cuál es su posición ante ellos?

Un historiador dedicado al siglo XX entra en contacto con los debates de sociólogos y politólogos que terminan formando parte de las categorías que usamos de manera recurrente. Recuerdo que durante mi formación participé en varias discusiones sobre el proyecto democrático venezolano, pleno de polémicas sobre coyunturas específicas. Recuerdo las discusiones sobre el carácter revolucionario del 18 de octubre de 1945, lo que nos llevaba a la discusión sobre la dialéctica entre revolución o reforma. Me ha tocado leer los debates sobre los procesos de modernización, sobre el devenir de la Modernidad en sociedades “periféricas”, que superan el problema historiográfico para devenir en discusiones sociológicas.

7.       ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿A quién se lo dedicó?

En pregrado estudié los conceptos de nacionalismo, modernización y tradición en dos grandes intelectuales venezolanos, Mariano Picón Salas y Mario Briceño Iragorry. Fue mi ventana personal para afinar mi comprensión de las transformaciones de la sociedad venezolana durante el siglo XX, a través de la mirada de dos testigos y protagonistas de primera línea, angustiados pero comprometidos con la construcción de una Venezuela más justa y más libre. Eso para mí fue fascinante.

8.       ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia? ¿Escribes de noche o de día, con música, te acompañas de objetos especiales, lo haces en un lugar específico, etc.?

Escribo generalmente de noche. No puedo hacerlo en silencio total, por lo que generalmente tengo un televisor encendido, aunque no le preste atención. Lo puedo hacer en mi cuarto o en la sala de mi casa.

9.       ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia? ¿Qué está leyendo en este momento? ¿Qué lee por lo general?

Todos los días leo algo de historia, tanto para refrescar mi labor docente como mis otras actividades. Soy un picoteador de libros, pocas veces me encuentro leyendo una sola obra, ando picoteando libros distintos, de acuerdo a mis preocupaciones y ocupaciones. Generalmente leo obras de historia, política, filosofía o sociología. Acabo de terminar de leer el extraordinario trabajo de Diego Bautista Urbaneja, “La renta y el reclamo”, una reflexión sobre la relación entre la sociedad venezolana y la renta petrolera. Estoy por terminar “Las paradojas del individualismo” de Victoria Camps, una reflexión sobre los grandes problemas éticos de nuestro mundo actual. Estoy a mitad de lectura de “La nueva historia de la Guerra Fría” de John Lewis Gaddis.

(Concluye maniana).

viernes, junio 19, 2015

Entrevista a la historiadora venezolana (14) Suzuky Gomez C.



1.       Foto.

2.       Resumen de su vida como historiador: (ciudad de nacimiento, año), ciudad donde vive actualmente, pregrado, postgrado, docencia, investigación, publicaciones (ENVIAR LISTA POR FAVOR).

Nací  en San Felipe estado Yaracuy pero criada y por  ahora viviendo  en Guatire (mirandina por adopción). Estudie en la Universidad Pedagógica experimental Libertador-Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez egrese como profesora en Geografía e Historia,  posteriormente me especialice en  educación por la Universidad Santa María, luego Magistra en Historia de Venezuela mención Historia Republicana de Venezuela por la Universidad  Central de Venezuela, posteriormente realicé  estudios de  doctorado en historia en la Universidad Católica Andrés Bello y ahora soy candidata a doctora  en Educación Ambiental en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Instituto Pedagógico de Caracas. Entre mis publicaciones destaco el libro La Dolorita ejercicio de  reconstrucción histórica (premio monografías 2008 por el Centro Nacional de Historia)  y Ganadora del premio monografías 2008 (Centro Nacional de Historia) y Bases metodológicas  para estudiar la historia de la vida cotidiana: el pueblo de doctrina  del Buen Jesús de Petare en la Provincia de Venezuela (2012). Entre otros artículos científicos y de  divulgación publicados en revistas arbitradas e indexadas.

3.       ¿Cuándo y cómo nació su vocación como historiador?

 No podría precisar un momento especifico, sin embargo  mis recuerdos más antiguos me llevan  al cuarto grado de  educación primaria donde aprendí del maestro Juan Vicente Hernández el concepto de  sufragio, también puedo recordar que ya podía debatir sobre la conformación de la Republica de Colombia o  “Gran Colombia” no obstante,  mi encuentro  formal con la ciencia histórica lo tuve en el pedagógico de la mano del Dr. Diógenes Molina, del  Dr. Manuel carrero y la profesora Susana Rivas, quienes  me invitaron a trabajar en la línea Historia Regional y Local,  la cual me ha acompañado hasta  el presente y que comparto ahora con un enfoque que apunta hacia los estudio de  género y la educación ambiental  para la sustentabilidad, es decir estamos haciendo “Ecohistoria o historia ambiental con perspectiva de género”.

4.       ¿Qué lectura, película-serie, o persona fortaleció dicha vocación? ¿Cuál es su historiador preferido y por qué? ¿Qué libro de Historia recomienda y por qué?

Mi vocación la ha fortalecido el pueblo venezolano, su gente porque no hay cosa  que comprometa más  a seguir aprendiendo que las preguntas y las confesiones que te hacen las personas  en la calle y que en muchos casos nos sorprenden con eso que llaman “sabiduría popular”, sin importar su condición social o estrato económico y/o profesional. Cuando se  es  una educadora e investigadora comprometida con el desarrollo del pais, es nuestra responsabilidad alimentar todos los días ese “disco duro”  que los biólogos llaman cerebro, ya que siempre habrá alguien que quiera consultarte.  Con relación a mis historiadores e historiadoras favoritas, son muchos cada uno en su especialidad, pero soy fans de Inés Quintero tiene una pluma increíble entre mis libros favoritos de  esta insigne escritora “La palabra ignorada”, “La criolla principal”  “fabricantes de peinetas” y muchos otros. De Reinaldo Rojas todos sus estudios de historia social, de Gioconda Espina me sedujo  ese libro estupendo que se  llama “ahora es que falta. Después de  222 años de  feminismo”. Son muchos los y las intelectuales a los que hay que leer, porque los nuevos estudios de la historia apuntan a la multidisciplinaridad si realmente queremos alcanzar criterios de totalidad. 
 
5.       ¿Cómo fue su experiencia en el pre y/o postgrado de historia?
Enriquecedora indudablemente con orgullo me confieso estudiante profesional, yo nunca dejo de  estudiar y siempre creo que tengo algo que aprender para complementar cada proyecto de  investigación que emprendo. Y eso intento inculcárselo  a mis estudiantes de pre y postgrado. Para mí los espacios del postgrado  se han convertido en los áreas perfectas para cultivar la amistad, el respeto, la academia y el conocimiento.

6.       ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó? ¿A quién se lo dedicó?
 
Mi primer escrito fue un trabajo en coautoría con la profesora Susana Rivas y fue en un proyecto del centro de  Historia Regional de  Petare reconstruyendo la historia de  los barrios del municipio Sucre, ese trabajo se llamó “Barrio Las Brisas” y se lo dedicamos a todas aquellas personas que fueron nuestros informantes clave y este en un principio papel de trabajo se convirtió en un tríptico referente que aun consulta la comunidad del municipio.
 
7.       ¿Cuál es su área o rama de la Historia favorita y por qué?

La historia que reivindique a sus protagonistas naturales y muy especialmente aquella visibilice  a las mujeres y les otorgue su lugar protagónico como  parte activa y no sólo como acompañante de los procesos de transformación de la sociedad.  Una historia que apunte a la incorporación del ambiente como elemento clave de estudio (condicionante) de las actividades de los seres humanos. Orgullosamente intento hacer historia ambiental, también llamada ecohistoria con perspectiva de  género.

¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué?

No me sujeto a una escuela específica, sin embargo en una parte de mi vida me asumí a la Escuela de Los Annales y eso me ha marcado en la forma de escribir y de expresarme, pero hoy día tomo de las escuelas lo que necesito según el  proyecto que esté realizando.

8.       ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia?


Yo podría de forma más cómoda contestarle, cuantas horas le dedico a mi vida personal y familiar, porque  cuando se  asume un compromiso con la academia y decides ser un intelectual “profesional”, tu cerebro se  habitúa a trabajar en función de un objetivo, en mi caso particular seria brindar aportes  en la construcción de la teoría educativa histórica, por lo tanto un gran número de  horas  a las semana las tengo dedicadas a  la investigación y  las practicas docentes.  Cuantificar el tiempo en relación a  la producción de conocimiento,  por lo menos para mí es imposible, me considero una científica social de 24 horas.

9.       ¿Cómo es su relación con las redes sociales e internet en general? ¿En qué puede ayudar el internet a la historiografía? (si tiene twitter nos gustaría conocerlo y divulgarlo si le parece).

Yo soy una partidaria del buen uso de  las redes y las considero un escenario ideal para la difusión y sobre todo la promoción del conocimiento: De hecho tengo  varios trabajos donde las fuentes primarias y las consultas que le he realizado a mis informantes clave  las he obtenido gracias   a la red. Sin duda alguna que hay que aprender a filtrar y discriminar algunas informaciones que no favorecen sino que tergiversan los aprendizajes, lo que nos obliga  a corroborar y triangular esa información que pudiera sernos útil. Y por supuesto todo investigador debe respetar las licencias y los derechos de autor. @suzukygomez

10.   ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia?

Yo escribo en la noche así este en la privacidad de mi casa y antes me dedico a  revisar libros y materiales que ficho y marco según el plan  de texto que tenga construido. Navego mucho en internet, reviso las redes sociales. Antes de comenzar a escribir, siempre tomo cursos, talleres o seminarios en función del tema que deseo abordar, sobre  todo me interesa tener  claridad  con relación a la metodología de abordaje del área de  conocimiento que exploraré.

11.   ¿Cómo sobrevive (en lo económico y en lo espiritual especialmente) siendo historiador? ¿Abandonaría su profesión de  historiador? ¿Por qué?

Dura respuesta, yo soy profesora (categoría agregada) en la Universidad Pedagógica  Experimental Libertador a dedicación exclusiva, es decir no puedo tener otro empleo formal, así que escribir es parte ineludible de mi trabajo. Pertenezco  al Programa de Estímulo al Investigador del cual recibo una subvención (simbólica). Por lo tanto yo si vivo de la historia y de la educación en condiciones precarias, pero convencida de que es mi deber hacer investigación, docencia y extensión universitaria.

12.    Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?

Ja,ja,ja muchísimos que no puedo expresar en público jaja ja…  pero saco  siempre un tiempo para una buena conversación en función  de no olvidar las enseñanzas de la universidad de la vida,  ahora mismo  trabajo como promotora de  lectura con énfasis en la equidad e igualdad de  género,  hago  narración oral escénica con la profesora Isabel Zerpa del Centro de  Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela, participo en los talleres de teatro del profesor Abraham Varonese y cuando  cierro un proyecto académico y/o de vida canto en algún local nocturno del eje Guarenas - Guatire

13.   ¿Para qué sirve la historia? ¿Tiene futuro la historia en general y en Venezuela?
 
Parafraseando a Marc Bloch para comprender  el presente y aproximarnos al   futuro, para registrar y entender los signos de una sociedad. Con relación a su segunda pregunta ¡Si¡ la historia tiene futuro y vigencia sino revíselas estadísticas  entre lo que se produce, lo que se publica y las ventas de los productos  históricos. Tenemos un sector de la  sociedad muy informada  sobre  la memoria de  su país, el truco o  la  jugada esta en  enseñarles  que  hacer con tanta  información.
 
14.   ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?
 
Ahora  trabajo en la elaboración de lineamientos para prevenir la violencia  contra la mujer en el  subsistema de educación universitaria y  en  un artículo  sobre la violación de los  derechos  humanos de las  mujeres de América latina  desde el estudio de expedientes de la Comisión Interamericana de Derechos  Humanos, específicamente trabajando los casos  de la matanza  de Dos Erres (Guatemala) y Jessica Lenahan ( Estados  Unidos).

15.   Si cree que existe la venezolanidad o la identidad venezolana¿cómo la definiría?
 
Yo creo y apoyo la idea propuesta  por  mi maestro Arístides  Medina  Rubio, que sostienen  que la identidad nacional es una  construcción forzada  pero necesaria  para  darnos  sentidos de nación y también sustento la tesis  de que  lo  que realmente  existe es la identidad  local y esta a su vez  está inmersa en las diferencias, porque  somos diversos, nos desplazamos en diferentes contextos y miramos  a través del prisma de diferentes  realidades.

16.   ¿La historia de Venezuela ha sido un fracaso? ¿Qué piensa de nuestro presente?
 
No es  fracaso, si algo se  ha trabajado y enseñado  en este  país a lo largo del pasado y presente siglo es  la historia. ¡Ha! pero debemos  incursionar más en el análisis crítico de los discurso. También se debe trabajar el uso de la memoria histórica y comenzar a desmitificar el abuso que se hace de  la historia patria, la cronología y el culto al héroe que tanto daño le hace al país.

17. ¿Qué haría con la enseñanza de la historia y todo lo relativo a su estudio si fuera ministra de educación?


Haría cumplir lo establecido en los artículos 102 y 107  de la Constitución  de la República Bolivariana de Venezuela, y los artículos 1, 3, 4,14, 15-2,15-3,15-9 de la Ley Orgánica de  Educación. Adaptaría un plan nacional de formación  para los educadores que les permitiera mejorar sus estrategias de enseñanza y evaluación en relación a  la historia y la geografía. Promocionaría  talleres en investigación, en el uso y manejo de  documentos y promovería  la creación de archivos comunales y escolares, todo esto bajo la mirada de expertos y con la consulta  a las comunidades educativas.

18. ¿Qué recomendaría a los noveles historiadores?

Trabajar, investigar y prepararse contantemente. Buscar a través de la interdisciplinaridad nuevas miradas y nuevas formas de abordar los temas que se desean examinar. No temerle a la documentación archivística y sobre todo exponer  en público los resultados de sus investigaciones y publicar.

19.  Recomiéndeme más de 2 historiadores noveles y/o jóvenes que deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán públicos)
 
A la profesora Sindy Pérez y  la profesora Vanesa Ávila
, ambas de la UPEL-Miranda
 
20.  Ahora invente una pregunta, la hace y se responde a sí mismo.
¿Cuáles son sus planes a futuro?

Continuar publicando trabajos con perspectiva de enero y continuar preparándome en área de las defensa de los derechos humanos de las mujeres, militando desde el feminismo  y busca de una patria para todos en igualdad y equidad de condiciones. 

21. ¿Qué otras preguntas deberíamos hacer en esta entrevista? ¿Cuáles consideran que deberían eliminarse o modificarse?

Me parece un cuestionario muy completo.

22. Puede hacerle una pregunta al entrevistador

Te felicito por tu paciencia y por el trabajo en la promoción de  los noveles talentos. ¿Por qué no realizar un encuentro, jornada o seminarios con algunas de las personas que has entrevistado y que tengan la posibilidad de mostrar  el producto de sus investigaciones?

Respuesta del entrevistador: Profeballa: He estado pensando en ello y ahora que lo dices espero que me puedas ayudar con tu experiencia. Mil gracias por el honor de tenerte en este humilde espacio.