La victoria
del piloto venezolano de Fórmula 1 Pastor Maldonado no será celebrada por
muchos compatriotas, y esto se entiende perfectamente por la polarización
política que padecemos. Es la realidad de esta triste época que nos ha tocado
vivir en Venezuela. Los totalitarismos (y no digo que el chavismo lo sea… “por
ahora”) tienden a impregnarlo todo de la ideología oficial, no hay ámbito de la
vida que no sea estatizado. Se puede aceptar que los deportistas no hablen mal
de sus patrocinadores (la empresa estatal PDVSA financia la escudería Williams
para la cual corre Maldonado), incluso que tengan una posición política, pero resulta
cuesta arriba tolerar que nos propongan el dilema entre una dictadura o la
muerte (ver declaraciones acá).
En el futuro se recordará que nuestro primer premio de Fórmula 1 no fue celebrado con el entusiasmo que se merecía.
Profeballa
Razón y sentido de las
crónicas politológicas son fundamentalmente la redacción de la historia
inmediata venezolana, pero para una explicación más amplia de dicha crónica
leer acá.
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