CONTRA EL OLVIDO
Alguien llegó a decir que la Historia era la mentira encuadernada, y no le falta razón. No hay nada más peligroso que la Historia y de ello tuvieron plena conciencia significativos intelectuales como Paul Valery y Jorge Luis Borges para solo nombrar a dos. Por otro lado la Historia son las versiones al uso, no todas, sólo aquellas que han corrido mejor suerte y por lo general forma parte de una intencionalidad asociada a quienes tienen la potestad de controlar los recuerdos. La recurrencia del mito junto al olvido interesado de personajes y situaciones conforma la telaraña de la Historia, aquí y en la Malasia.
Así que siempre es saludable estar prevenidos de ésta situación y llevar a cabo una contra lectura crítica de nuestro pasado poniendo en el tapete las versiones canonizadas por los poderes de turno. No hay Historia más falaz que la que se elabora en la contemporaneidad. Hoy tenemos el hecho aberrante de medir con distintos raseros la práctica de la violencia y el ejercicio de la política. Así tenemos golpes de estados buenos y golpes de estados malos. Si esto lo llevamos a los protagonistas de la Historia reciente nos vamos a encontrar que existen “venezolanos vigentes” comulgando con el proceso y otros desplazados por que tuvieron un protagonismo pecaminoso antes de la llegada de la “aurora revolucionaria”. Entre esos desplazados se encuentra el quién fuera Canciller de la denostada IV Republica y adeco confeso por estar entre los fundadores del Partido de Betancourt en el año 1941.
El testimonio de Simón Alberto Consalvi procura poner las cosas en su sitio, obviamente, desde su particular punto de vista. En primer lugar la más alta valoración la tienen los prohombres que desplazaron a la Dictadura y construyeron la Democracia a partir del año 1936. En primer lugar Rómulo Betancourt, Raul Leoni, Romulo Gallegos y Eleazar López Contreras. Según Consalvi el esfuerzo por modernizar el país y empezar hacer las cosas con sensatez y corrección se debe a un esfuerzo civil siempre acosado por las fuerzas de la reacción o el primitivismo en forma de asonadas militares o una violencia endémica. No salen bien parados personajes como Uslar Pietri y hasta el mismo Medina Angarita acusados de un conservadurismo suicida. Otro tanto le ocurre a Rafael Caldera y COPEI, incluso afirmando, que sus dos victorias electorales fueron fraudulentas, o que la llamada Pacificación que se le atribuye fue en realidad merito de Raúl Leoni.
Por otro lado se revisan situaciones claves como el porqué en el Pacto de Punto Fijo el Partido Comunista fue excluido por sus vínculos internacionales con la antigua URSS, algo no cónsono con un acuerdo político que tenía como base los intereses nacionales.
La parte central del texto en donde Ramón Hernández entrevista a Consalvi tiene que ver con la década chavista. Consalvi señala que lo que se hace llamar “Socialismo del Siglo XXI” no es más que la “versión petrolera del comunismo cubano”, es decir, una autentica patraña. De igual forma señala a Chávez como a un farsante y el principal responsable del desmantelamiento de la institucionalidad democrática del país para ir instaurando progresivamente un gobierno militar represivo y dictatorial.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ
Nota: les recomiendo, también, el comentario que hace el diputado Luis Barragán de esta obra, ver acá.
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