Ermila Troconis: Referente en la historia de las mujeres
venezolanas
Autora de una extensa obra, Ermila Troconis de Veracoechea
(1929) falleció el pasado 14 de mayo. Fue historiadora, ensayista, miembro de
la Academia Nacional de la Historia y docente de reconocida trayectoria. En
1987 recibió el Premio Nacional de Literatura, mención Ciencias Sociales, por
“El proceso de inmigración en Venezuela”
Por INÉS QUINTERO
01 DE JULIO DE 2018 03:00 AM
En octubre de 1978, la doctora Ermila Troconis de
Veracoechea ingresó como Individuo de Número de la Academia Nacional de la
Historia, fue la primera historiadora profesional en recibir ese importante
reconocimiento académico y, en ese momento, fue también la única mujer que
ocupaba un sillón como numeraria en las siete academias nacionales. También fue
doña Ermila de las primeras generaciones de historiadores profesionales
venezolanos. Inició sus estudios universitarios en 1962, cuatro años después de
que se creara la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela; se
graduó en 1966 y de inmediato comenzó su carrera profesional.
Ermila nació en Suiza en la ciudad de Lausanne, en 1929; muy
poco tiempo después sus padres regresaron a Venezuela y se establecieron en El
Tocuyo, lugar donde transcurrió su infancia y adolescencia. En esa época
todavía era bastante común la idea según la cual las mujeres debían ocuparse
fundamentalmente de las funciones domésticas. No obstante, también a finales de
los años veinte y en las décadas siguientes, esta opinión fue debatida y
cuestionada por las propias mujeres quienes comenzaron a estudiar y a graduarse
en las universidades, fundaron las primeras organizaciones femeninas y dieron
inicio a las luchas por sus derechos civiles y políticos, logrando importantes
resultados. Desde entonces y hasta el presente ha tenido lugar un largo y
sostenido proceso de transformación en Venezuela caracterizado, entre muchos
otros aspectos, por la creciente presencia de las mujeres en los más diversos
ámbitos de nuestra sociedad.
La biografía de Ermila es clara expresión de este proceso:
Ermila se casó cuando tenía 18 años y, como muchas otras mujeres de su tiempo,
se dedicó por entero a su esposo y a su familia. Después de 15 años de
matrimonio fue que concluyó el bachillerato e ingresó a la UCV. Cuando se
graduó de historiadora tenía 37 años y era madre de 5 hijos.
A partir de ese momento, como ella misma lo refirió en más
de una entrevista, supo compartir su tiempo entre la vida familiar y su
vocación por la historia. Tuvo una amplia experiencia como docente y también
como investigadora, carrera que inició al graduarse e ingresar en el Instituto
de Estudios Hispanoamericanos cuyo director era Eduardo Arcila Farías,
prestigioso historiador venezolano, referencia indiscutible en los estudios de
historia económica colonial.
Sus primeras investigaciones fueron precisamente en el área
de la historia colonial: escribió sobre el régimen de la esclavitud, los libros
y la Inquisición, las obras pías en la Iglesia Colonial, los corregimientos de
indios, la tenencia de la tierra, entre muchos otros temas. En 1975 concluyó
sus estudios de doctorado en la UCV, con la tesis Historia de El Tocuyo
colonial, un completo estudio sobre los pueblos que pertenecieron a la
jurisdicción de El Tocuyo durante el período de la colonia, editado por la
Facultad de Humanidades y Educación, en 1977. También publicó numerosos
artículos en distintas revistas especializadas en el área de la historia. Fue
precisamente esta muy completa actividad historiográfica la que influyó de
manera decisiva en su elección como numeraria de la Academia Nacional de la
Historia.
Su trayectoria profesional no se detuvo: fue directora de la
Escuela de Historia y del Instituto de Estudios Hispanoamericanos, alcanzó el
máximo escalafón universitario como profesora titular de la UCV, siguió
publicando nuevos libros y artículos sobre historia colonial y regional, sobre
la inmigración en Venezuela y también referidos a otros temas y problemas del
siglo XIX venezolano. Dignos de destacar fueron sus estudios sobre historia de
la mujer, pioneros en el desarrollo de esta importante y reciente temática
historiográfica.
En el 2003, luego de 37 años de graduada y transcurridos 25
años de su ingreso a la Academia Nacional de la Historia, fue elegida
Directora. En 115 años de vida institucional, nunca antes una mujer había
presidido esta corporación. Le correspondió pues a doña Ermila fijar un hito en
la vida de la Academia y también en la historia de Venezuela al convertirse en
referente ineludible del inicio y consolidación de la presencia femenina en los
espacios profesionales y académicos de más alto nivel de nuestro país.
Falleció el 14 de mayo en la isla de Tenerife, acompañada de
sus familiares más cercanos.
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