miércoles, agosto 14, 2013

Richard Gluzki (1925-2004): un aviador polaco-venezolano en la Segunda Guerra Mundial (V)




Autor: Clemente Balladares
   
 
 El 16 de abril de ese año Richard recibió una carta de su amigo John Dewar, en respuesta a una petición que Gluski le hizo al famoso productor de Whisky para el aniversario de su escuadrón que comenzaba a estar a su cargo. Mister Dewar, a pesar de la demanda de guerra, envió una caja de su afamado producto con las felicitaciones y deseos de que la unidad continuara limpiando el cielo de la amenaza y que no se detuviera hasta que derribara al último.

En mayo del 43 Richard decidió ser piloto, entrenándose en Hucknall con el biplano Tigre Moth. En un ejercicio nocturno con niebla se le empañaron los anteojos, al quitárselos la neblina tampoco lo dejaba ver por lo que calculó mal el descenso y se estrelló, pero con la suerte de que no fue grave. Un amigo había muerto así recientemente.

Retornó a su Escuadrón Nº 305 como piloto de Wellington. En otra noche de ejercicio llegó a suelo irlandés donde fue atacado por ser un país neutral, sin embargo, logró retornar al este al darse cuenta del error.

Durante el desembarco en Normandía en el verano de 1944, ya Gluski no volaba, sino que dirigía como comandante de Ala. Y debió lidiar bastante atareado más de quinientas salidas de su escuadrón que ya empleaba los de Havilland Mosquitos y los North American B25 Mitchell. Luego de la liberación de París fue a Bélgica donde lo recibieron estupendamente en Ghent. Con la emoción del momento pronunció un discurso en francés.

En agosto la insurrección polaca logra el apoyo de la RAF para volar misiones de suministros donde en uno de esos vuelos a su país Richard es herido en el brazo izquierdo por la antiaérea. Por ello fue enviado de vuelta a Inglaterra donde los médicos recomendaron amputación; Gluski se negó y aunque salvó su brazo éste quedo bastante marcado y con un meñique torcido. En su pasatiempo posterior en Venezuela, diría que tomaba mejor el palo de golf gracias a este defecto.

Por todas estas misiones el gobierno polaco en el exilio le concedió la Virtuti Militari y su promoción a capitán. En otra ocasión volando sobre Polonia fue atacado nuevamente por cazas alemanes, pero logró salir airoso. Estos vuelos fueron suspendidos por las presiones de Stalin ante la inminente entrada de los soviéticos en el país de Gluski, que se concretó con la entrada de los rusos a Varsovia el 17 de enero de 1945.

(Continúa mañana)

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