La obra del periodista Humberto Jaimes Quero analiza los códigos no escritos de discriminación fenotípica
que operan en la industria del
entretenimiento, los cuales contribuyen a configurar en el imaginario colectivo,
la existencia de una sociedad dividida. El texto abre una ventana a la
comprensión del actual panorama político-social, y propone alternativas que
permitan avanzar en la reconciliación nacional
El problema del racismo
Caracas, 14 de noviembre de 2012. Los venezolanos siempre
han escuchado que en su país fue erradicado todo vestigio de discriminación
racial, que este problema desapareció tras decretarse la abolición de la
esclavitud en 1854 y desarrollarse un sólido sistema democrático en el siglo
XX, paradigmas históricos que habrían creado las
condiciones idóneas para el surgimiento de una sociedad de iguales, donde los
rasgos fenotípicos, por ejemplo, no generarían injusticias ni exclusión.
Sin embargo, el
periodista y magíster en Historia de América, Humberto Jaimes Quero, demuestra en su libro Mejorando
la Raza , que esta vieja práctica sigue vigente a
través de estereotipos y rituales internalizados durante años en la sociedad
venezolana, los cuales han influido en el complejo escenario político y social actual.
En tal sentido, el libro abre una ventana a la comprensión del presente.
La obra de Jaimes Quero,
que fue presentada en los espacios de la librería El Buscón (Trasnocho
Cultural/Paseo Las Mercedes), el jueves 15 de noviembre, resulta oportuna ante la
actual polarización que vive el país y la incomprensión hacia importantes
sectores sociales donde están presentes las secuelas generadas por prácticas
excluyentes soterradas, de remoto origen.
La discriminación racial fue sembrada en la etapa colonial
El autor parte de una
premisa fundamental: las viejas prácticas discriminatorias de la vida colonial
nunca desaparecieron del todo en nuestra sociedad, fueron recanalizadas a
través de los concursos de belleza, la publicidad, el modelaje, la televisión y
otros escenarios, donde, en consecuencia, se han reforzado ciertos estereotipos
de belleza y éxito basados en las características fenotípicas y la estratificación socioeconómica de las
personas. Son prácticas que el autor concibe como códigos no escritos, que regulan el comportamiento social y la
mentalidad colectiva, a veces de manera inconciente, aunque no estén exhibidos en algún documento formal o un manual de costumbres.
Como parte de su
argumentación Jaimes Quero explica que los talentos de tez oscura generalmente
son usados en campañas publicitarias y otros formatos para representar la
pobreza y los estratos sociales de bajo prestigio, mientras que los talentos de
ascendencia nórdica o europea, aparecen
representando la riqueza y el alto prestigio. En contraste, la propaganda del
Estado tiende a dar una valoración
positiva a las personas con rasgos africanos
e indígenas. Todo esto, sin duda, influye en el imaginario colectivo.
La obra consta de nueve
capítulos a través de los cuales el autor analiza las prácticas de exclusión y
como las mismas alcanzan el escenario político nacional. Jaimes Quero sostiene
que el discurso de la industria del
entretenimiento tiene un enorme impacto político en la mentalidad colectiva, porque
establece cómo son las personas que gozan de alto prestigio, y cómo son las que
tienen bajo prestigio. Este discurso apela a la vieja fórmula de “los de arriba
y los de abajo”, y esa diferenciación está muy presente en la Venezuela de hoy, en el
discurso político e incluso electoral.
El texto se caracteriza
por ser un análisis imparcial y equilibrado sobre el problema, que no
incursiona en posiciones extremistas ni en el proselitismo a favor de una
tendencia política determinada. Es el resultado de una extensa investigación
basada en el arqueo de diversas fuentes y testimonios.
Mejorando la Raza tiene como
elemento singular el hecho de que toca una temática poco abordada en
el mercado editorial venezolano, que es debatida casi únicamente en los ámbitos
académicos de las ciencias sociales de nuestro país. Pero además, ofrece algunas
alternativas al problema tales como: reconocer la existencia de la
discriminación, generar discusiones al respecto pero distantes de los
extremismos políticos y partidistas, estimular
propuestas entre las partes involucradas, romper con la asociación entre fenotipo y clase
social que tanto se reitera en la industria del entretenimiento, etc. De esta forma
se puede avanzar en la reconciliación de la sociedad.
El autor
Humberto Jaimes Quero es
periodista egresado de la Universidad Central de Venezuela (1993). Realizó una maestría
en Historia de las Américas en la Universidad Católica Andrés Bello (2003). Es coautor invitado del Diccionario
de Historia de Venezuela de la Fundación Polar (2012). En 2003, la Fundación para la Cultura Urbana- Econoinvest publicó su libro Mentalidades, discurso y espacio en la Caracas de
finales del siglo XX (Mentalidades
venezolanas vistas a través del graffiti), por recomendación del jurado del
Segundo Concurso Transgenérico organizado por esta institución. Es colaborador
de El Universal digital en la sección de opinión. Ha
sido reportero y colaborador de El
Universal, Ultimas
Noticias, la revista Exceso,
la revista Comunicación (Estudios Venezolanos de Comunicación,
Centro Gumilla). Fue jefe de redacción del semanario Quinto Día y es miembro de INVECOM
(Investigadores Venezolanos de la Comunicación ).
¿Dónde seguir al autor?
Blog:
http://journalhoy.blogspot.com / humjaro@yahoo.com
0414-1514256.
Twitter: @humbertojaimesq
Muchas gracias de nuevo po su interesante blog. Claro que en Venezuela hay racismo de todo lado y xenofobia de una u otra forma (que si los colombianos, que si los europeos, etc). Y esas cosas hay que combatirlas.
ResponderBorrarAhora bien: eso va más allá de la llegada de los europeos. De lo que sabemos sobre las guerras entre los indígenas, por lo que sabemos del desarrollo de sus idiomas y mucho más sabemos que había un montón de eso ya desde antes. Solo basta con leer las referencias que hacían los ayamanes, guayones, etc, de sus respectivos enemigos. Había grupos más tolerantes que otros, pero había de todo.
Lo que debemos de hacer es hablar sin complejos, sin resentimientos de lo que ha sido la historia universal. Como le había mencionado en otra ocasión, aproximadamente un 92% de todos los venezolanos del Centro tienen antepasado paterno absoluto europeo, un 7% africano, apenas algo amerindio...por lado materno tenemos un 50% de antepasadas amerindias, un 25% africanas y un 25% europeas. Las proporciones cambian algo de región en región, pero grosso modo, todos estamos bien mezclados. Eso nos debería hacer reflexionar un poco más, aunque en realidad no creo que una persona con antepasados recientes de grupos muy distantes sean más o menos receptivos a ver a todos los demás grupos como iguales.
Saludos
Amigo Johannes! Espero que esté muy bien. Casi siempre coincidimos, estamos totalmente de acuerdo. Y en conversa con el autor, me ha señalado que los mestizos son dominantes en los medios, entonces le dije: "No estamos tan mal".
ResponderBorrarUn abrazo!