EVALUACION INSTITUCIONAL DE
LA UNIVERSIDAD
“Lo urgente conspira
contra lo importante” decía el Rector Lombardi, y hoy lo urgente en la
Universidad pública venezolana es una brizna de aire fresco que terminamos de
extrañar, porque lo que se nos ha instalado es la más completa precariedad
acerca de sus fines institucionales. “No hay peor ciego que el que no quiere
ver”. La apatía y el descaro hoy nos cunde, salvo una minoría de universitarios
bien intencionados, que lejanos al status quo declinante, poco pueden hacer,
salvo convertirse en una desesperada voz en el desierto.
Sabemos que estamos mal y
que vamos mal, y en una especie de “locura gloriosa”, nos encaminamos al
auto/suicidio. ¿Porqué los universitarios somos incapaces de “transformar” la
Universidad corrigiendo sus más peligrosas desviaciones? El Gobierno nos
percibe débiles e irresolutos y por ello enfila sus baterías logrando: “el
cerco presupuestario, agresiones con grupos armados, paralelismo sindical,
congelación de los contratos colectivos, cálculos unilaterales de las prestaciones
sociales y los pasivos laborales y la negativa a aplicar las normas de
homologación”. Todo eso es cierto. Aunque a lo interno, sirve como excusa
salvadora para omitir nuestras propias desviaciones y errores imperdonables.
El Dr. Orlando J. Castejon,
destacado universitario y eminente investigador nuestro, nos propone la
construcción de una “UNIVERSIDAD DE CLASE MUNDIAL”, es decir, “la universidad
excelente para el país en vías de desarrollo, y la inserción en los índices
internacionales”.
Las otras propuestas que nos
propone, son todas de fondo, diríamos que estratégicas, y tienen que ver con el
principio de la meritocracia, hoy completamente relegado en nuestras
instituciones de educación superior.
- La
consolidación del desarrollo de la investigación científica, tecnológica,
humanística y cultural y la modernización del equipo científico atendiendo al
proceso de obsolescencia de su equipamiento científico.
- La
Departamentalización como cambio estructural y su vinculación con el
presupuesto universitario.
- Una
política de generación de relevo sobre supuestos reales junto a la necesidad
del diseño de una política universitaria.
- Implementación
de presupuestos separados para la docencia y la investigación.
- Las
elecciones universitarias deberían producirse bajo el escrutinio de las
credenciales y perfil de los candidatos a autoridades universitarias, decanos y
directores.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI
BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE
ESTUDIOS HISTORICOS EN LUZ
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