martes, julio 10, 2012

El historiador Ángel Rafael Lombardi Boscán nos habla del cine y la historia


HISTORIA Y CINE I

El cine nació el 28 de diciembre de 1895 en la ciudad de París, Francia, de la mano de los hermanos Lumiére. Esas sombras, convertidas en imágenes en movimiento, crearon un auténtico artilugio mágico que aún hoy en día sigue sorprendiéndonos como ávidos espectadores dentro de una sala oscura. Desde entonces el cine ha servido para mostrarnos la aventura humana dentro de la Historia. Ningún tema ha sido soslayado a través de la más variada proliferación de géneros. Cada nación tuvo la necesidad de mostrar a través de sus directores y artistas su particular visión de la realidad, e incluso, hubo gobiernos como el soviético, que alentó el desarrollo del cine como política vinculada al Estado como medio para publicitar los logros de la naciente revolución (1917) y recurso efectivo para “educar” al pueblo.

El cine rápidamente se convirtió en un espectáculo de masas soportado por una pujante industria. Los meritos artísticos, de cada película producida, quedaban asociados a la calidad de sus propios creadores, muy especialmente, del director y los principales actores. Europa y los Estados Unidos fueron la vanguardia de un cine en blanco y negro y aún sin sonido. La gente empezó a compartir sus programas favoritos en la radio con las maravillosas fotografías en movimiento que ofrecían todo tipo de argumentos, aunque fue la comedia lo que en principio más gustó. El cine se inició básicamente como entretenimiento a través de la risa y el género de la aventura. Búster Keaton (1895-1966), Charles Chaplin (1889-1977), Douglas Fairbanks (1883-1939), Harold Lloyd (1893-1971), Mary Pickford (1892-1979) y Max Linder (1883-1925) fueron actores muy populares que establecieron una auténtica revolución al imponer pautas de comportamiento y moda en la cotidianidad de las personas. Por otra parte grandes directores como Cecil B. de Mille (1881-1959), Sergei Eisenstein (1898-1948), Friedrich Wilhem Murnau (1888-1931), David Wark Griffith (1875-1948), Charles Chaplin (1889-1977),  y John Ford (1894-1973) trataron de que el naciente arte conservara elementos de calidad como obra de conjunto más allá de las presiones de una industria desbocada por la ambición de hacer dinero.

Películas emblemáticas de éste primer periodo fueron: El Acorazado Potemkin (1925), La gran ilusión (1937), La Quimera del Oro (1925), Tiempos Modernos (1935), Luces de la Ciudad (1931), La diligencia (1939), Lo que el viento se llevó (1939), El maquinista de la General (1927). Hoy en día estas películas para un espectador joven representan la pre-historia del cine y de manera despreocupada le dan la espalda por completo, sin percatarse que en estos auténticos clásicos se gestaron las bases del cine moderno. Basta con apreciar críticamente la filmografía atractiva de un Charles Chaplin, por ejemplo, para adentrarnos a los principales hechos y temas de la primera parte del siglo XX.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ

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