2012: ANNUS HORRIBILIS
Yo no sé si la gran mayoría de ustedes, de los ciudadanos, tienen la misma impresión que tengo acerca del actual momento en que vivimos. El año 2012 se vislumbra inquietante y oscuro, si bien el escenario electoral de octubre podría parecer la “madre de todas las batallas alrededor del voto” por la definición de un desenlace político con el que nos jugamos en gran medida el futuro, no menos cierto es, que antes de llegar hasta ahí, seguimos padeciendo una situación de anomia social sin precedentes en la historia reciente.
Mi percepción, es que casi todo está fuera de quicio, en barrena, y que éste gobierno es el principal responsable de ello. Para empezar el líder del proceso en su más reciente retorno ya prometió con “aplastar” a quienes democráticamente son sus adversarios y de convertir en “polvo cósmico” a los fariseos y traidores que tienen el atrevimiento de seguir una línea de comportamiento político distinta a la del único líder. Por otro lado la enfermedad presidencial, aún bajo el manto del misterio y las más diversas especulaciones, de seguro que condicionará todo el acontecer político/electoral de éste año. Y detrás, en los corrillos, medio mundo conspirando a la buena de Dios.
Las instituciones y poderes públicos hoy lucen mas marchitados que nunca. Erosionados hasta la medula representan un pálido recuerdo de lo que se espera de ellos como el armazón de un Estado de Derecho confiable y creíble. La ley y el orden social nos lucen quebrados. Quienes te deben proteger: la policía y los organismos de seguridad públicos, terminan matándote tal como ocurrió recientemente en el lamentable suceso de la hija del cónsul de Chile en Maracaibo. En Venezuela hay toque de queda a partir de las 9 pm de cada noche, el que sale a esas horas lo hace a riesgo de perder su propia vida o bienes. ¿Y la Justicia? Bueno, más allá de mostrar el fracaso penitenciario como un atentado más a la reiterada violación de los derechos humanos y al indecoroso comportamiento de unos magistrados en el TSJ que corean las consignas chavistas, podemos decir, que ésta se encuentra partidizada y mercantilizada. Sin un Poder Judicial autónomo e independiente una democracia no es tal.
Luego tenemos la corrupción como un hábito. Política, negocio y crimen dentro de una espiral perversa que no comporta remisión. Y lo más inquietante de todo esto es la impunidad. Y eso que el actual proyecto en ciernes se inició con la bandera de la anticorrupción. Para una muestra: PDVSA y su deuda al cierre del 2011: US$ 70.000 millones.
Aunque si alguien alberga dudas acerca de mi más completa subjetividad como ciudadano preocupado, sólo entonces me gustaría remitirlos a los datos en sí de la propia realidad, que pueden medir, de manera incontrovertible, el rendimiento gubernamental sobre supuestos tangibles. Ya lo decía recientemente Felipe González: “el poder tiene legitimidad de origen por el voto, pero legitimidad de ejercicio si cumple su compromiso de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos”. Y hoy Venezuela, luce postrada.
DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS EN LUZ
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