miércoles, diciembre 07, 2011

El historiador venezolano Giuseppe De Corso nos habla de la historia del crecimiento económico en la Venezuela republicana (1830-2009)

Nota blogueril:

Agradecemos al profesor De Corso por informarnos de su excelente trabajo. Es un poco largo para ser publicado en un blog, pero creo que vale la pena. El mismo fue tomado de acá.

Profeballa

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE VENEZUELA DESDE 1830 HASTA EL 2009: UNA HISTORIA CUANTITATIVA

Giuseppe de Corso (CV)

Abstract

An inform published by ECLAC in 2003 (Economic Commission for Latin America and the Caribbean) under the title: El Desarrollo económico de America Latina en épocas de globalización-Una agenda de investigación , called on the Institution to design and implement a new research agenda. This program ought to be directed toward the reconstruction of long economic series to understand the past performance of Latin America economy as a whole to make a correct analysis of the present day challenges. Therefore, going beyond and complementing the short-term concern with development with a longer view on economic progress. The mentioned paper remember us that it was Raul Prebish who even before Simon Kuznets, made an effort to measured economic progress on the basis of an homogenous and standardized method that he used for Mexico, Brazil , Argentina and Chile. The aim of this paper is to fulfill this gap for Venezuela. For that purpose we have employed an expenditure approach to reconstruct the GDP of Venezuela, which could be applied with advantages for others Latin America countries. We were able to identify three long economic phases for Venezuela: The first one from 1830-1924, which we refer as a stationary economy. The second of oil driven development, characterize by a high velocity growth from 1924 to 1977, and the last wave portrayed as one of stagnation and decline from 1977 to 2009. We also have included in the text a simple projection of GDP for the year 2020.



Para citar este artículo recomendamos utilizar este formato:

de Corso, G.: "El crecimiento económico de Venezuela desde 1830 hasta el 2009: una historia cuantitativa" enObservatorio de la Economía Latinoamericana Nº 144, febrero 2011. Texto completo enhttp://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ve/


A pesar de todas las críticas que últimamente ha recibido el Producto interno bruto (PIB) como instrumento de medición económico1 , el mismo sigue siendo indispensable para medir la riqueza agregada de un país. Su conocimiento y evolución describe mejor que cualquier otro indicador el bienestar material de la población y el desarrollo económico de una sociedad. Este papel de trabajo tiene como intención principal construir una estimación, si se quiere un orden de magnitud del PIB que abarque el periodo 1830-1949 que enlazada con los datos oficiales de 1950 al 2009 nos permita cubrir los 179 años de historia republicana desde la separación de la Gran Colombia en 1830, y con ella facilitar a los colegas especialistas el estudio de la historia económica venezolana. Los resultados difieren de otros trabajos, muy pocos para nuestro entender, y limitados a ciertos periodos, mientras que la metodología de nuestra serie y la presentación de la misma no han sido de ningún modo, hasta donde tenemos conocimiento, empleadas para reconstruir series históricas de cuentas nacionales venezolanas. La construcción de una serie tan larga presenta, indudablemente dificultades tanto en de orden metodológico como en el imprescindible proceso de acopio y selección de datos estadísticos en cantidad y calidad suficiente.

En este sentido, Venezuela presenta problemas particularmente complejos debidos a los enormes vacíos estadísticos tanto del pasado como del presente, que pueden incluso llegar a desanimar cualquier intento de investigación en esa dirección. A lo anterior debe añadirse la ausencia de una sólida “cultura estadística” de los aparatos burocráticos y los entes privados vinculados a la economía, lo que significa una escasa elaboración y almacenamiento de información estadística, cuya calidad y cobertura es usualmente harto deficiente. Basta con contrastar la producción de cifras de los entes estadígrafos en otros países de la región con sus contrapartes en Venezuela para comprobar este hecho.

Por otra parte, el escenario académico, no contribuye para una investigación de este tipo2, el mismo todavía se mantiene mayoritariamente aferrado al núcleo teórico-metodológico de la escuela dependentista o al esquema interpretativo de raíz marxista de obras de indudable valor, como la del Profesor Federico Brito Figueroa: Historia Económica y Social de Venezuela, quien por cierto, de manera muy franca, siempre manifestó en vida que la suya era una historia militante. Así mismo aquellas obras (Domingo Alberto Rangel Capital y Desarrollo La Venezuela Agraria) donde se contabiliza el crecimiento económico de Venezuela en el siglo XIX llega a conclusiones opuestas a todas las investigaciones sobre el tema del crecimiento económico en America Latina en el siglo XIX, en este caso particular la economía venezolana supuestamente crece al ritmo de la norteamericana hasta 1860 y duplica la tasa de crecimiento de la francesa para 1909. Este rechazo a plantear hipótesis sencillas y verificables con técnicas cuantitativas y/o econometricas, que sobrevino en mayor o menor grado en toda America Latina en el pasado reciente3, es si mismo un buen indicador de cierto grado de desinterés por acompañar los relatos cualitativos de la Historia Económica de Latino America con sólidos referentes cuantitativos. En Venezuela, con notables excepciones, esta situación ha alcanzado un estado enervante, siendo hasta el día de hoy un freno para la difusión capilar de técnicas y procedimientos cuantitativos para explicar y entender los fenómenos histórico-económicos relacionados con el crecimiento.

El énfasis algo monótono en grandes relatos sociales y políticos característicos de la orientación sociológica Teoría de la Dependencia ha alcanzado un apreciable grado de dominio sobre la materia histórico-económica, hasta tal punto que los métodos de análisis econométricos y/o cuantitativos aplicados a la Historia Económica son frecuentemente desconocidos inclusive para nuestros jóvenes colegas , como me toco presenciar en primera persona como Coordinador del Jurado para el concurso de oposición de la Cátedra de Historia Económica General de la Escuela de Administración y Contaduría . En el resto de America Latina afortunadamente, el uso de técnicas cuantitativas ha logrado finalmente establecer una firme cabeza de playa en el mundo académico, especialmente a partir de los primeros años de la década de los noventa del siglo pasado y hoy en día contamos con una gran cantidad investigaciones , cuya referencia metodológica es, entre otras, lo que en los años setenta del siglo pasado se denomino Cliometria o Nueva historia económica, y que nos han permitido mejorar nuestra compresión para explicarnos y explicar a otros cuando y porque se rezago America Latina.

Del mismo modo en las últimas décadas se han realizado progresos sustanciales en la Historia Económica cuantitativa comparada, en los métodos de investigación sobre el crecimiento y en la reconstrucción del PIB de las sociedades pre-industriales. Especialmente los trabajos de Angus Maddison4 han marcado la pauta en el camino del uso de la economía aplicada en la reconstrucción del producto de las economías mundiales pre-modernas y modernas agrarias.

Igualmente debemos de recordar y retomar de nuestra propia experiencia y rescatar y actualizar los trabajos de la CEPAL en los años cincuenta orientados en parte a escudriñar hacia atrás el crecimiento económico. Hoy en día, acertadamente, los Bancos Centrales de la región han comenzado a construir series históricas; y/o apoyan a grupos de investigación dedicados a la reconstrucción de las cuentas nacionales5, siguiendo los estándares internacionales ya establecidos a lo largo de las últimas décadas.

METODOLOGÍA

En líneas generales, encontramos inconvenientes para emplear una metodología en
particular, y en la medida que acopiábamos datos estadísticos tuvimos que desviarnos de nuestro propósito inicial y actuar, si se quiere a la inversa, adaptando el esquema metodológico paulatinamente a la disponibilidad, veracidad y empleabilidad de los datos, por lo tanto tuvimos que flexibilizar el esquema de trabajo. Partimos del sencillo hecho que existen datos disponibles para solamente dos grandes series históricas que son bastante confiables y que abarcan el periodo mas complicado para la investigación como lo fue la reconstrucción de las cuentas del siglo XIX. Estas series son: el gasto gubernamental y el neto de las exportaciones totales. Por el lado del gasto, en consecuencia, disponemos de una buena cantidad de información para intentar rellenar la sencilla identidad de PIB = Consumo + Inversiones + Gasto Publico + Exportaciones

– Importaciones. Por el lado de la producción, para el siglo XIX y principios del siglo hay algunos censos agrícolas de distinta calidad6 y existe suficiente información acerca ciertas actividades económicas de exportación como : café , cacao, cueros, ganado en pie , oro, y algunos servicios como el transporte de mercancías en líneas ferroviarias y otros datos mas o menos incompletos , tanto en volúmenes como en precios, por lo tanto se abría la posibilidad de construir un conjunto de índices de volumen o de cantidades producidas que combinados con un índice de precios produciría los valores correspondientes. Pero optamos por descartar este 4 Ver entre otros citados en la bibliografía, Maddison. Contours of The World Economy 1-2030 AD (2007)

5

Recomendamos el Trabajo de los profesores colombianos Kalmanovits y López Rivera , Las Cuentas Nacionales de Colombia en el siglo XIX (2009) y en general del grupo Greco (Grupo Económico del Crecimiento Colombiano).Así mismo de Antonio Santamaría. Las Cuentas Nacionales de Cuba 1690-2005 Barcelona España (2005)

6

Ver Izard, especialmente la bibliografía que indica las fuentes para iniciar un arqueo y en general los datos. Series Estadísticas para la Historia de Venezuela(1969)


camino por los pronunciados vacíos estadísticos y porque en última instancia podíamos vincular excesivamente el comportamiento del PIB al desempeño del sector externo volatilizando la serie.

Sin embargo, realizamos una estimación para el año 1884 por ramas de producción, dado que para el mismo tenemos el mínimo necesario de información para inferir el valor agregado de la producción. Para tal propósito usamos la información de la producción agrícola total publicada en el anuario estadístico de 1884 y la estructura funcional de la población activa del censo de 1891.

Los resultados los presentamos en el anexo.

Por el lado de los ingresos hay algunos datos de salarios tantos rurales como urbanos, pero a la hora de cotejarlos encontramos contradicciones importantes en sus montos y amplias brechas entre los ingresos rurales y urbanos, que no se hallan en otras series históricas ni latinoamericanas ni europeas, por lo demás el número era insuficiente para construir una serie sólida.

Existe información adecuada acerca de los sueldos y salarios gubernamentales, pero son, en nuestra opinión, poco representativos de los niveles generales de ingresos de la población, siendo en promedio muy superiores, y además el grupo de empleados públicos no represento más de 2% o 3% de la población ocupada en el siglo XIX y por ello la descartamos. Por otra parte, la fuerza de trabajo rural, la mayoría en el total de ocupados, recibía sus ingresos de forma mixta en raciones de comestibles y/o fichas para adquirir productos en la pulpería de la plantación o hato y un buen número de ellos trabajaba dependiendo del ciclo agrícola de producción, no pudiéndose estimar adecuadamente el numero de aquellos que trabajaban en forma permanentes en las diversa actividades cotidianas de las plantaciones y hatos. Lo que si pudimos deducir, de la gran cantidad datos de diversa índole que analizamos, fue el comportamiento de los salarios nominales y reales. Los mismos se mantuvieron muy estables y no crecieron mas allá de 0.6%-0.8% anualmente entre 1830-1930, es decir un jornalero que en 1830 ganaba 1 Bs. diario y trabajaba unos 250 días, obtenía unos ingresos de 250 Bs. al año, en 1930 un jornalero podía percibir unos 550 /600 Bs. al año, alrededor de 1.50/ 1.60 Bs. diarios.

Vale la pena acá agregar que la tasa promedio de inflación fue muy baja para el periodo 18301949; el 1.41% para la general y 1.42% para alimentos, una diferencia minima que prácticamente iguala a ambas, no obstante fue mucho mayor que el incremento de los salarios y por lo tanto los salarios reales se mantuvieron generalmente deprimidos.

De la misma manera, exploramos, inicialmente, la posibilidad de aplicar el método propuesto por el Profesor Paolo Malanima7 pero el mismo presupone la existencia previa de cuatro series históricas: población, salarios (urbanos y rurales), precios y tasas de urbanización con la cuales emprender el procedimiento del calculo partiendo desde el lado de la demanda per capita de productos agrícolas. Los enormes vacíos estadísticos, ya mencionados, hacían inviable la aplicación del mismo en el caso específico de Venezuela. Finalmente nos inclinamos por guiarnos por un procedimiento simple pero eficaz, como el utilizado por Raymond Goldsmith8 para reconstruir el PIB del Imperio Romano al cual le agregamos un Índice de Inflación de cosecha propia y que cubre el periodo 1830-1949. El mismo lo empalmamos con el deflactor del PIB para el periodo 1950 -2009, que pueden conseguirse en la página WEB del Banco Central de Venezuela para así posteriormente obtener el producto constante9.

Partimos por la construcción de una canasta de productos básicos que utilizamos para calcular el Consumo privado multiplicando cantidades por el precio y el valor obtenido por la población. La canasta la elaboramos tomando en consideración los patrones de consumo de la población venezolana en el siglo XIX, especialmente el régimen alimenticio10, sin embargo, tomamos en consideración algunas modificaciones en ese patrón de consumo, en la medida que la aplicábamos, como lo fue una reducción del consumo de maíz per capita en la segunda parte del siglo XIX y un fuerte incremento del consumo de caraotas y papelón. No obstante, en términos generales la dieta básica del venezolano se mantuvo muy estable a lo largo del siglo XIX y en las primeras 3-4 décadas del siglo XX. Igualmente incluimos algunos productos manufacturados y bebidas tales como: textiles, alpargatas, aguardiente, fósforos, kerosene y cerveza.

La canasta básica alcanzo un peso total de alrededor de 400 kilogramos, de ellos los alimentos principales son: 100 Kg. de plátanos, 75 Kg. de maíz, 75 Kg. de caraotas o granos, 54 Kg. de papelón y un conjunto de otros comestibles como carne11, azúcar, papas (consumidas en los Andes), trigo (consumido principalmente en Caracas), manteca, queso, sal, cacao y café. Para las bebidas usamos fundamentalmente las más difundidas, como la cerveza, que se comenzó a consumirse intensamente con la instalación en el país de cerveceras, pero sobretodo aguardiente que era la bebida de mayor popularidad.

Para los productos manufactureros incluimos alrededor de 20 Kg. de textiles como
algodón y lana (usada en los Andes y en mucha indumentaria dominguera), alpargatas, zapatos, jabón, kerosene, velas y fósforos. La canasta representa lo que podemos definir, como el consumo mínimo para un adulto y aproximadamente el 65%-80% del consumo de un párvulo, incrementamos su valor en un 50% para tomar en consideración los diferentes niveles de ingreso de la población. Tomamos esta cifra, moderada, pues no solamente era extremadamente pobre, casi paupérrima, la población, también la gran mayoría de los dueños de hatos y haciendas no nadaban en la abundancia como cierta historiografía militante nos ha hecho pensar, más bien estos propietarios tenían una vida material que pudiéramos definir como muy austera 12.

Igualmente sucedía con pequeños comerciantes y pulperos, artesanos e integrantes de otros oficios menores. Aquella era, si no la más pobre y atrasada sociedad de America del Sur, seguramente una de las más míseras.

Los cálculos de las inversiones privadas representaron el mayor escollo, pues no disponemos ni siquiera de un solo año en el siglo XIX con información suficiente para derivar valores relativamente consistentes y extrapolarla a la serie. En consecuencia, procedimos a deducir algunas estimación muy gruesas, un orden de magnitudes calculadas sobre el comportamiento del consumo privado, y deducidas a partir del crecimiento interanual del número de hectáreas bajo producción para la agricultura en general y el café en particular, algunos valores de mercado, costos de producción y beneficios por hectárea de café y cacao cultivado, así como el desempeño en volumen de la producción agropecuaria, que aparecen en diversos censos pecuarios y agrícolas y las estadísticas disponibles sobre importaciones de bienes de capital.

Asimismo, a partir de la séptima década del siglo XIX, usamos los montos de inversiones extranjeras y privadas nacionales conocidos en ramos de producción o servicios tales como: ferrocarriles, telefonía, telegrafía, minería y en la industria petrolera a partir de la segunda década del siglo XX, contrastando las mismas con los montos de las inversiones publicas, sobre las cuales existen datos relativamente fiables a partir de 1870 13. Igualmente cotejamos nuestras estimaciones con lo patrones observados en series históricas de otros países de estructura económica agraria14 ajustadolas cuando fuere necesario. En este sentido, inferimos los valores expresados en porcentajes15.

El comportamiento de las inversiones privadas fluctúa, según nuestras estimaciones, entre aproximadamente de 5% a un 10%, tomando como base el desempeño del crecimiento del consumo privado, para el periodo 1830-1935. Las cifras mas altas, sobre el PIB, se alcanzan para la secunda y tercera década del siglo XX (7%-8%) mientras que las cifras medio altas (5%-6%) desde la séptima década del siglo XIX y hasta la primera década del siglo XX. Debemos recalcar, que si sumamos los datos conocidos de inversiones públicas en infraestructura, por ejemplo en 1935, con las inversiones privadas acá calculadas, la inversión bruta alcanzaría unos 9 puntos del PIB. La carencia de datos de inversión pública para las primeras décadas del siglo XIX nos impidió efectuar un cálculo más preciso y desagregado. Para construir el índice de inflación que abarca el periodo 1830-1949 tomamos alrededor de unos 70 productos entre alimenticios, bebidas y manufacturados, tantos de producción local como importados, dándole la mayor ponderación (70%) a los alimentos y bebidas16. Elaboramos dos índices, un INDICE GENERAL DE PRECIOS y un INDICE DE PRECIOS PARA PRODUCTOS ALIMENTICIOS Y BEBIDAS.

Las fuentes que utilizamos fueron fundamentalmente los Anuarios estadísticos del Ministerio de Fomento, especialmente a partir de 1913, diarios de época y los Tomos de Cuentas Nacionales coordinados por Tomas Enrique Batalla y publicados bajos los auspicios del BCV, vale la pena advertir que conseguimos algunos equívocos tanto en los cálculos de los índices de inflación como en algunos de los precios que se encuentran en los Tomos de Cuentas Nacionales, seguramente relacionados con problemas de transcripción, por lo tanto procedimos a verificar cruzadamente los precios en otras fuentes y el método de cálculo los excluimos.

Para tener una referencia el monto de las inversiones en el sistema de ferrocarriles alcanzo los 200 millones de Bs. entre 1873 -1915. El monto de las inversiones petroleras sobrepasa los 100 millones de dólares entre 1917-1929.

Para el periodo 1935-1949 hay disponibles, aunque muy dispersos en las fuentes, datos estadísticos que permiten estimar el PIB corriente sin mayores dificultades17. A partir de 1950 tomamos única y exclusivamente los datos del Banco Central de Venezuela BCV tal como aparecen en su pagina WEB en el rotulo información estadística. Conociendo el consumo privado, el gasto público, que incluye la inversión pública, la inversión privada y las exportaciones netas realizamos las operaciones procedentes para estimar el PIB a precios corriente para el periodo 1830 -1935. Para el periodo 1936-1949 igualmente obtuvimos el producto en términos corriente usando los datos disponibles, que como ya mencionamos son numerosos y que abarcan desde el comportamiento del circulante monetario hasta las exportaciones, importaciones, gasto fiscal, inversiones publicas etc.; interpolando cuando fuere necesario y procedente algunos años. Y para el resto de la serie usamos, y queremos insistir en este hecho, los datos oficiales provenientes del BCV. El PIB a precios de mercado obtenido para toda la serie lo deflactamos usando como año base 1984 y obtuvimos así la serie a precios constantes, la cual como se estila en estos casos, calculamos en dólares internacionales de 199018.

Por último, pero no menos importante, construimos una serie de población interpolando para tal propósito, entre una estimación propia para 183019, la estimación oficial de 1845 y los censos oficiales de 1873, 1881, 1891, 1926, 1936 y las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística para el periodo 1950-2050. Aunque en este aspecto creemos necesario, dejar abierto el camino para una investigación posterior, y realizar un esfuerzo por aclarar el impacto que las guerras civiles20 y la malaria tuvieron sobre el crecimiento de la población venezolana en el siglo XIX. Por lo que respecta a la población Urbana, si bien no podemos reconstruirla para toda la serie dada la ausencia de datos para el siglo XIX podemos estimar su crecimiento entre un 9% -10% para 1830 y aproximadamente 15%-16% en 192021. A partir de los años treinta del siglo XX ocurre una explosión en el crecimiento de la población urbana, en 1936 según nuestra estimación era de 19.55% y para 1950 según el censo oficial alcanzaba el 42.03%. Para el año 1830 partimos de los datos de población de algunas ciudades para el periodo 1800-1810 (Chi-Yi-Chen Pág. 20 Cuadro 1-1) y suponemos la recuperación de los centros Urbanos para 1830, después de la Guerra de Independencia.

RESULTADOS

Con la finalidad de facilitar la interpretación de los datos que presentaremos en el anexo, elaboramos el siguiente cuadro resumen (CUADRO 1) expresado en porcentajes y basados en las estimaciones PIB y PIB per capita en términos constantes base 1984, siguiendo, en términos generales, la periodización político-histórica que usualmente utiliza la historiografía venezolana.

Para efectuar la estimación de la Población Urbana usamos los censos de 1873, 1881, 1891,1920, el anuario estadístico de 1938, los datos de Izard en Series Estadísticas Para la Historia de Venezuela. Tomamos la siguientes ciudades correspondientes a todas las regiones del País: Caracas, La Guaira Maiquetía, Barcelona,Pto. La Cruz, San Fernando de Apure, Maracay, Ciudad Bolívar, Pto. Cabello, Valencia, coro, Zaraza Barquisimeto, Mérida, Los Teques, Maturín, Porlamar, Carúpano, Cumana, San Cristóbal, La Grita, Bocono, Cabimas, Maracaibo. Nota del A.

Para tal propósito empleamos una tasa compuesta de crecimiento interanual. Mas allá de los datos acá presentados de acuerdo a los ciclos histórico-políticos podemos identificar tres grande ciclos económicos en Venezuela el primero lo hemos denominado; el ciclo de la economía inmóvil que abarca desde 1830 hasta 1924. Un segundo ciclo basado en la expansión de la industria petrolera y que va desde 1924 hasta 1977 de altísimo crecimiento económico y un tercero e último ciclo de estancamiento y declinación desde 1977 hasta 2009.

A continuación mostramos otros cuadros, igualmente basados en la estimaciones del PIB y PIB per capita constante precios de 1984 utilizando una tasa compuesta de crecimiento interanual, pero usando criterios diversos con la finalidad de exponer el desempeño o crecimiento de la economía venezolana en ciclos largos. Para tal propósito comenzamos (CUADRO 2) con una comparación entre el periodo de economía agraria o agroexportadora, como es comúnmente conocido este periodo en la historiografía económica venezolana, y la etapa minero-exportadora o sencillamente petrolera. Para establecer la frontera entre ambas etapas escogimos el año de 1924 cuando las exportaciones agrícolas y petroleras prácticamente se igualan.

Si bien no es el objetivo de este papel de trabajo entrar en detalles descriptivos acerca de la evolución de la economía venezolana, que va más allá del propósito original de presentar esta historia cuantitativa, vale la pena hacer algunos comentarios, que además probaran las bondades de la serie presentada cuando se comparan con los estudios cualitativos. Del cuadro 1 pueden inferirse algunos aspectos; Los momentos de peor desempeño del crecimiento del PIB coinciden con aquellos periodos que la historiografía22 venezolana ha descrito prolijamente como etapas de fuerte contracción económica y/o aguda conflictividad social.

En primer termino, siguiendo un orden cronológico, la Guerra Federal y su secuela de revueltas y revoluciones de todo tipo hasta 1870 que produjeron un estancamiento del crecimiento del producto y una caída del ingreso real. En segundo lugar el periodo presidencial de Cipriano Castro, en el cual se combinaron la depresión de los precios del café con nuevas revoluciones (la Libertadora), el bloqueo de las costas venezolanas por parte de algunas potencias europeas, y en general un descomunal caos de las finanzas publicas. Y por ultimo, el periodo 1999-2003, muy cerca de nosotros para ser historiorizado, donde de nuevo la sociedad venezolana ingresa en un ciclo histórico de polarización social, suavizado posteriormente por un aumento extraordinario de los precios del petróleo que permite a la Revolución Bolivariana arraigarse. De la misma forma, los lapsos de mayor crecimiento económico generalmente convergen con la pacificación del país y un funcionamiento mínimo de sus Instituciones. Valga un ejemplo para comprender nuestro argumento. El periodo que abarca el Guzmancismo y algunos años posteriores, con la relativa pacificación del país, el incremento de los precios del café y una política institucional medianamente coherente que incentivo las inversiones extranjeras y favoreció un aumento de las exportaciones, estimularon un incremento del producto y del ingreso per capita. Sin embargo es incuestionable que dicho crecimiento no logro sostenerse en el tiempo Así mismo sorprende el crecimiento del producto del periodo 1848-1858, posiblemente resultado de la fuerte expansión del gasto y deuda publica y las exportaciones.

Del mismo modo, puede deducirse de los datos, la importancia vital que tuvo el venturoso descubrimiento del petróleo para quebrar con la inmovilidad que caracterizo la economía venezolana en el siglo XIX y propulsar así un largo ciclo de rápido crecimiento económico, que con diversos altibajos, duro desde 1925 hasta 1977 y durante el cual el ingreso real por habitante se multiplico por 8.

En los cuadros 2, 3 y 4 se muestra el desenvolvimiento comparado de la economía venezolana en el siglo XIX y XX bajo diversos criterios. Con referencia al desempeño económico venezolano en el siglo XIX no me cabe la menor duda que fue el peor de Suramérica23 y lo que es mas grave no se dilucidaba una salida, más bien la Industria Cafetalera venezolana, la más dinámica de sus actividades productivas, se encontraba relativamente estancada tanto en su capacidad de incrementar la producción, como en sus niveles de productividad si la comparamos con sus competidores mas cercanos como Colombia y Brasil24.

Por otra parte, y posiblemente un componente para comprender el menguado crecimiento económico de Venezuela entre finales del siglo XIX y principios del XX sea fundamental analizar el comportamiento de la tasas de crecimiento demográfico entre 1873 y 192625, que por motivos aun no bien explicados por los demógrafos e historiadores se redujo de 1.8% en el periodo 1873 -1881 a 1% entre 1881-1891 y 0.7 % para el periodo 1891-1926. ¿A que se debió este lento pero notable descenso? La reducción de la tasa de natalidad aparentemente esta descartada ¿Fue entonces producto de la extensión del paludismo y de su recrudecimiento, que a su vez conllevo a un incremento de la tasa de mortalidad? Son preguntas que todavía desconocemos.

Lo cierto es que seguramente la ralentización del crecimiento demográfico tuvo un efecto negativo sobre la capacidad de generar o sostener en el tiempo el crecimiento de la economía.

Sobre todo, en una economía agraria, con una tasa de productividad cercana a cero, y que por lo tanto dependía de una provisión fluida de fuerza de trabajo para simplemente evitar la contracción de la producción agrícola por habitante. Agreguemos a lo anterior, algunos factores ya bien conocidos, como los altísimos costos de los transportes de bienes y personas, que la construcción de ferrocarriles no logro abatir dado la abrupta topografía que vinculaba los centros de producción y el sistema portuario, la ausencia de monedas fraccionadas y numerario suficiente que embotellaba el comercio, especialmente antes de las reformas de Guzmán Blanco, las epidemias que mantenían a la población en un estado de enervación permanente, la ausencia de mercados de capitales articulados, la dependencia del sector externo de los ciclos del café, el altísimo endeudamiento y desorden de las finanzas publicas y aparentemente cierto grado de desinterés por parte de la población ante las faenas del trabajo 26 y last but not least, el caudillismo con su secuela de revoluciones y revueltas que le costaron a Venezuela ,según algunas estimaciones, cerca de 1.000.000 de muertos en el siglo XIX27 Por lo tanto el petróleo llegó no solo para dinamizar la economía nacional, si no que además quebró una tendencia aparentemente inexorable hacia la declinación a largo plazo que sobrellevaba la sociedad venezolana.

Venezuela, como el resto de America Latina, se retardo económicamente con respecto a Estados Unidos en el siglo XIX, que logro aumentar su ingreso per capita real en 3,88 veces entre 1822 y 191328 pero al mismo tiempo mostraba un atraso notable con respecto a los más representativos países Latinoamericanos. México, que es un caso estudiado de fuerte declinación económica después de su independencia, logro expandir su ingreso real 1.76 veces desde 1845 hasta 1900. España, que tuvo un siglo XIX tormentoso, expandió su ingreso real 1.67 entre 18501900.29 Venezuela tuvo un crecimiento cero.

A partir de la explotación y exportación de los Hidrocarburos la economía venezolana comenzó a crecer velozmente, por encima del promedio de America Latina, y para mediados de lo años cincuenta, su ingreso real per capita era superior al de naciones Europeas como España e Italia, países que hoy en día triplican el ingreso venezolano30. A mediados de los sesenta su ingreso real per capita era el mas alto de America Latina31. Ese crecimiento se detuvo abruptamente en 1977 cuando el ingreso real alcanzo su máximo histórico de 32.395.79 Bs. a precios de 1984 o 9648 dólares internacionales32 de 1990. Para ese año el PIB per capita venezolano, tomando como base el ingreso de 1830, y expresado en precios de 1984, había crecido 9.3 veces. Después de 32 años, en el 2009, el ingreso por habitante era de 28.306.60 Bs. y de 8430.81 dólares de 1990, es decir 8.12 veces el ingreso de 1830 y un 12.62% inferior al de 1977. Esto a pesar de haber disfrutado recientemente de un auge petrolero, entre el 2004 y el 2008, muy similar al de mediados de los años setenta del siglo XX. Por otra parte, acá se abre un interesante filón de posibles investigaciones futuras, pues aparentemente la renta petrolera comienza a mostrar una utilidad marginal decreciente, es decir los incrementos de la renta petrolera cada vez producen menos utilidad en términos de crecimiento económico sostenido en el tiempo. El barril de petróleo a 65 dólares es insuficiente, inclusive, para cancelar regularmente la nomina del funcionariado publico, es decir los gastos regulares de la Administración. Por lo tanto una economía como la venezolana, que sufre un descenso de la oferta de recursos (renta petrolera marginalmente decreciente, contracción brutal de la base manufacturera33, agroproductora y energética34, sistema de producción de energía eléctrica deteriorado 35 y aguda conflictividad entre la nueva elite de poder político y los productores) y el incremento de los costos marginales para sostener el sistema (clientelismo interno y externo, estatizaciones y aumento del sector no productivo de la población ocupada) solo puede depauperar su base económica36, y así comprometer su crecimiento económico, prolongándose e intensificándose el proceso de declinación a largo plazo que se inicio en 1977 y que ha tenido algunos altibajos, el últimos de ellos el breve auge de los precios del petróleo del 2004 al 2008 .

En consecuencia hicimos un simple ejercicio de proyección, a largo plazo, para el PIB per capita de Venezuela en el 2020, a precios de 1984, si las condiciones brevemente enunciadas perduran en el tiempo. Para tal propósito calculamos, usando los datos oficiales del BCV, un estimado del ingreso real (precios 1984) por habitante para el primer semestre del 2010, suponiendo una inflación igual a la del 2009, y nuestra estimación es de 26.030.15 Bs., mientras que para el primer semestre de 2009 el ingreso real per capita lo calculamos igualmente y el resultado fue 27.392.00 de BS, es decir una contracción de la riqueza por habitante de -5.23% si comparamos el primer semestre del 2009 con el primero del 2010. Con estos datos a la mano y conociendo el comportamiento de la economía desde 1977 obtuvimos un ingreso real por habitante de 24.101,21 Bs. para el 2020.

El PIB lo derivamos usando las proyecciones de población del INE (Instituto Nacional de Estadísticas) y el ingreso, obteniendo la cifra de 796.929.645 millones de Bs. para el 2020, que expresado en dólares de 1990 seria 272.340,80 millones de $ y un ingreso real por habitante de 8266.52 $. Esto apunta, a que si todo queda constante, tal cual como han sucedido los hechos hasta el primer semestre del 2010, es decir, que no mejora pero tampoco empeora el entorno político y económico, aunque esta última opción es la más probable, el ingreso real, la riqueza promedio por venezolano, podría contraerse para el año 2020 en 25.60 puntos, 49.3% en los 32 años que van desde 1977 y hasta 2009 y 50.70% en el periodo 2010-2020 Por ultimo, anexamos las series que incluyen: la estructura del PIB de acuerdo a las ramas de producción para 1884, la serie de población, el PIB corriente y constante, ingreso real y corriente per capita 1830-2009, todos expresados en bolívares a precios de 1984 y dólares de 1990,. Si bien el objetivo del trabajo es medir el crecimiento económico de Venezuela desde 1830 y hasta el 2009, incluimos un conjunto de gráficos sobre el desempeño de la economía entre 1830-1935 expresados en bolívares corrientes y constantes37. Queremos subrayar que el periodo entre 1830-1935 corresponde con la parte más compleja de la reconstrucción de las cuentas nacionales de Venezuela y por lo tanto hemos incluidos los gráficos ya mencionados. Por ultimo los graficos y los índices de Inflación general y Alimentos y bebidas para el periodo 18301949 y precios del petróleo y crecimiento económico de 1940-2009 y la formación bruta de capital fijo por habitante entre 1950 y el 2009. Por ultimo hemos incluido varios gráficos sobre el desempeño de las mayores economías Latino Americanas para el periodo 1900-2000, para tal propósito utilizamos la base de datos del Oxford Latin America Economic History Database, para el caso venezolanos realizamos algunas correcciones en base a los dato del anexo.

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Por ultimo utilizamos las paginas WEB del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, OCDE, la biblioteca digital GOOGLE Libros, CEPAL, INEGI México, BCV y INE Venezuela

Queremos insistir que dada la insuficiencia de los datos, la estructura del PIB es un ejercicio aproximativo, y por lo tanto si nuevos datos surgieran en el futuro la misma pudiera variar, aunque no creemos en forma considerable.

Para calcular el PIB Agrícola y Pecuario partimos de la Producción agrícola para ese año y la exportación de ganados y cueros.

El gasto del gobierno representa los ingresos y los egresos menos el servicio de la deuda y se calculan como servicios no mercantiles. Para el transporte se utiliza el volumen de los principales bienes exportados en toneladas y las tarifas aproximadas por tonelada-kilómetro.

El comercio se calcula en base a los bienes de consumo importados.

La minería se calcula en base al volumen de oro exportado y es acá importante subrayar que 1884 es excepcional para el sector.

El sector artesanal, que es producción interna, lo calculamos en base al censo de 1891.

Para los servicios personales, que son básicamente trabajadores por cuenta propia, pero sobretodo servicios domésticos, usamos el censo de 1891.

Vale acá la pena destacar la numerosa presencia de mujeres (cerca del 30% del total de la fuerza laboral) tanto en los servicios personales como el la artesanía, lo cual es positivo dada la temprana integración de la mujer al mercado laboral, pero al mismo tiempo indica que son sectores con limitado valor agregado, dado los bajos salarios de las trabajadoras en comparación a sus colegas masculinos son hasta en un 50% inferiores.

Las finanzas las obtuvimos como un residuo y de ahí su agregación con el sector transporte. Las finanzas es un área en la cual los datos no nos permiten realizar el cálculo que pudiera basarse en la diferencia entre ingresos recibidos e intereses pagados por depósitos del público.

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