jueves, junio 03, 2010

Murnau y su cine de la esperanza. Viendo los clásicos (V). Crónicas cinéfilas (XVII)


A pesar de que las dos historias del cine que me leo ponen el género cómico del cine mudo antes del expresionismo alemán, yo rompí el orden y empecé por este ultimo. Es así como he disfrutado 4 películas del gran director alemán F. W. Murnau: Nosferatu, El ultimo, Fausto, y Amanecer. Todas me han encantado porque saben armonizar la historia, las actuaciones, y las posibilidades que permite el cine al hacer realidad los pensamientos y angustias humanas. A su vez, desarrollan relatos que exaltan lo mejor de las personas en tiempos difíciles. Son historias de conversión y esperanza.

Nosferatu (1922) se dedica a nuestros miedos, lo cual expresa en los primeros planos de rostros aterrorizados. La mujer se sacrifica para salvar a la ciudad de la peste que representa el vampiro. Un tanto teatral con su división en actos. Acá les dejo la película completa gracias a youtube.

El último (1924) nos muestra el sufrimiento del anciano desempleado que anhela no perder el respeto de sus familiares y amigos. Me encantó que no necesitara títulos explicativos.
Fausto (1926) está llena de efectos especiales. El duelo entre el angel y el demonio por el alma de Fausto, la magnífica actuación de
Emil Jannings, y el amor que redime finalmente.
Amanecer (1927), ciertamente es un cuento de hadas que nos transmite el renacer del amor entre una pareja de campesinos tentados por la ciudad y sus placeres. La cámara va detrás de los actores como si flotara, maravilloso efecto que seguramente era difícil de hacer por las limitaciones de la tecnología de la época. Ganadora de 3 Oscar en 1928.
Los 4 guiones se dedican a mostrar los males de la sociedad, del mundo moderno, de la ciudad, y de cada uno de nosotros. Valora a los humildes, las mujeres, y la vida sencilla del campo. Siempre usa cada tantos minutos pequeñas escenas que nos hacen reir. Al final, el mal que nos ha tentado se supera por el arrepentimiento y el sacrificio de almas puras que por lo general son femeninas. Los hombres descubren su error ante la ternura de la mujer enamorada. Puede parecer cursi, pero no es esto lo que lograron transmitirme. Me parece intuir que Murnau quería transmitirle a los alemanes (terriblemente frustrada por la crisis post Primera Guerra) algo de esperanzas y humanidad.

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