Profesores venden las tesis a sus alumnos: “Gano más haciendo tesis que dando clases”
Urbe expulsó a ocho docentes y dos coordinadoras por venta de tesis. Algunos docentes anónimos narran por qué incurren en este delito. El “negocio” de elaboración de tesis de grado se pasó la acera y entró a las universidades, pues ahora, los mismos docentes tutores se ofrecen en hacerles el trabajo a sus alumnos a cambio de unos 3 o 5 mil bolívares fuertes. PANORAMA conversó con varios docentes que ejercen deliberadamente estos cobros en varias instituciones privadas de la región y, a cambio del anonimato, confesaron que la razón es que sencillamente “resulta rentable”.
Por Panorama en Junio 4, 2010
¿Por qué lo hacen? Se le pregunta a uno de los profesores. “La respuesta es fácil, gano más haciendo tesis que dando clases, para nadie es un secreto que el sueldo del profesor universitario dejó de ser una gran cosa, son pagos paupérrimos. Pasamos toda la vida estudiando para ganar 3 mil bolívares al mes y hasta menos, a veces tengo hasta 10 tesistas por semestre”, confesó un docente de una universidad privada de la Maracaibo.
Otro de los testimonios fue el de un docente que confesó, a través del blog la “U” de universidades de este diario: “Una sobrina me pidió apoyo en asuntos metodológicos para el proyecto de tesis. Cuando establecí contacto telefónico con su tutor académico, me hizo saber, sin empacho alguno, que no se necesitaba ninguna participación metodológica sino que la alumna acatara sus condiciones para que pudiera graduarse: Inicial de Bs.F 400 para él redactar y presentar el anteproyecto ante la Subdirección Académica”.
Además —prosigue el docente— “otros 400 bolívares para el momento de ellas consignar la tesis y al final Bs.F 200 para repartir entre los restantes jurados, por él escogidos, al momento de defensa de la tesis”.
Los rectores de varias universidades zulianas no niegan estas prácticas en sus instituciones y por ello, se han aplicado las respectivas sanciones a los docentes y hasta han sido expulsados.
Como ocurrió hace aproximadamente un mes en la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe). Según informó el rector Oscar Belloso Medina: “Lamentablemente pudo más el dinero que la honradez. Tuvimos que botar a dos coordinadores de alta jerarquía y a ocho profesores de pregrado, que a la vez eran estudiantes de postgrado, por estar implicados en ventas de tesis”.
El rector Belloso refirió que a “los docentes se les paga muy bien para que hagan el trabajo de tutoría con responsabilidad. No toleraremos este tipo de acciones. No es fácil, pero estamos tratando de implementar cualquier estrategia para detectar el fraude, sabemos que se nos han pasado, pero ahora seremos más estrictos a la hora de detectar los casos”.
José Barboza, subdirector académico del Cunibe, institución que cuenta con 50 tutores, también expresó que “es inevitable la situación donde pueda haber plagios u otras irregularidades (...), acá hemos tenido casos y se ha llamado al docente, se conversa con él y aquí, por ejemplo, terminan renunciando y no tenemos que expulsarlos”.
Barboza piensa que “esa es la excepción, muchos profesores acá son los que nos pasan el reporte de las tesis que son plagiadas. Aunque debo decir que el docente que incurra en eso ha perdido la ética y en el caso de los estudiantes, son ellos los que se engañan a sí mismos”.
Sin embargo, esta problemática trasciende otras esferas y causa revuelo, como en el caso de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd), en República Dominicana, que reveló un informe a finales del año pasado, en el que refiere que “las tesis de grado de ese país son falsificadas en más de un 98%”.
El encargado de revisión de tesis y monográficos de esta casa de estudios, Génove Gneco, sostuvo: “Hemos creado una generación de profesionales fraudulenta. Los trabajos presentan plagios parciales o totales. Se dan en instituciones públicas y privadas y la frecuencia de indicios de plagio es mayor en los trabajos de grado de las carreras de ciencias económicas y sociales, humanidades, ciencias jurídicas, ingenierías, medicina y ciencias”.
Para el rector de la Universidad Rafael Urdaneta, Jesús Esparza, estas prácticas deben ser sancionadas. “Es muy grave que un profesor se involucre con este tipo de actos, en nuestra institución siempre hemos estado al cuidado de evitar que los alumnos plagien y, de hecho, tenemos programas filtros para evitar que copien tesis. Esto es muy lamentable si está ocurriendo”.
Esparza —quien asumió que hasta el momento no han pasado por estos casos— recomendó que ante lo grave del asunto “las autoridades de la universidad que pase por esto debe alertar, de manera discreta, a otras instituciones para evitar que los casos se sigan extendiendo”.
Estudiantes que se han esforzado, de manera justa, en la entrega de sus tesis, dan sus impresiones. Luis Chirinos, de la escuela de Comunicación Social de LUZ, expresó: “Sabemos que la investigación de una tesis no solamente es costosa económicamente, también es costosa intelectualmente, son horas y largos días de lectura e interpretación. Pero si tenemos un tutor que lo que menos le interesa es que aprendamos, entonces quiere decir que la falla es de la misma universidad que ingresa este tipo de personal sin competencia ni ética”, advierte al expresar que no deberían otorgar el título a quienes cometan estas faltas.
Fuente: Mélida Briceño /
Urbe expulsó a ocho docentes y dos coordinadoras por venta de tesis. Algunos docentes anónimos narran por qué incurren en este delito. El “negocio” de elaboración de tesis de grado se pasó la acera y entró a las universidades, pues ahora, los mismos docentes tutores se ofrecen en hacerles el trabajo a sus alumnos a cambio de unos 3 o 5 mil bolívares fuertes. PANORAMA conversó con varios docentes que ejercen deliberadamente estos cobros en varias instituciones privadas de la región y, a cambio del anonimato, confesaron que la razón es que sencillamente “resulta rentable”.
Por Panorama en Junio 4, 2010
¿Por qué lo hacen? Se le pregunta a uno de los profesores. “La respuesta es fácil, gano más haciendo tesis que dando clases, para nadie es un secreto que el sueldo del profesor universitario dejó de ser una gran cosa, son pagos paupérrimos. Pasamos toda la vida estudiando para ganar 3 mil bolívares al mes y hasta menos, a veces tengo hasta 10 tesistas por semestre”, confesó un docente de una universidad privada de la Maracaibo.
Otro de los testimonios fue el de un docente que confesó, a través del blog la “U” de universidades de este diario: “Una sobrina me pidió apoyo en asuntos metodológicos para el proyecto de tesis. Cuando establecí contacto telefónico con su tutor académico, me hizo saber, sin empacho alguno, que no se necesitaba ninguna participación metodológica sino que la alumna acatara sus condiciones para que pudiera graduarse: Inicial de Bs.F 400 para él redactar y presentar el anteproyecto ante la Subdirección Académica”.
Además —prosigue el docente— “otros 400 bolívares para el momento de ellas consignar la tesis y al final Bs.F 200 para repartir entre los restantes jurados, por él escogidos, al momento de defensa de la tesis”.
Los rectores de varias universidades zulianas no niegan estas prácticas en sus instituciones y por ello, se han aplicado las respectivas sanciones a los docentes y hasta han sido expulsados.
Como ocurrió hace aproximadamente un mes en la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe). Según informó el rector Oscar Belloso Medina: “Lamentablemente pudo más el dinero que la honradez. Tuvimos que botar a dos coordinadores de alta jerarquía y a ocho profesores de pregrado, que a la vez eran estudiantes de postgrado, por estar implicados en ventas de tesis”.
El rector Belloso refirió que a “los docentes se les paga muy bien para que hagan el trabajo de tutoría con responsabilidad. No toleraremos este tipo de acciones. No es fácil, pero estamos tratando de implementar cualquier estrategia para detectar el fraude, sabemos que se nos han pasado, pero ahora seremos más estrictos a la hora de detectar los casos”.
José Barboza, subdirector académico del Cunibe, institución que cuenta con 50 tutores, también expresó que “es inevitable la situación donde pueda haber plagios u otras irregularidades (...), acá hemos tenido casos y se ha llamado al docente, se conversa con él y aquí, por ejemplo, terminan renunciando y no tenemos que expulsarlos”.
Barboza piensa que “esa es la excepción, muchos profesores acá son los que nos pasan el reporte de las tesis que son plagiadas. Aunque debo decir que el docente que incurra en eso ha perdido la ética y en el caso de los estudiantes, son ellos los que se engañan a sí mismos”.
Sin embargo, esta problemática trasciende otras esferas y causa revuelo, como en el caso de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd), en República Dominicana, que reveló un informe a finales del año pasado, en el que refiere que “las tesis de grado de ese país son falsificadas en más de un 98%”.
El encargado de revisión de tesis y monográficos de esta casa de estudios, Génove Gneco, sostuvo: “Hemos creado una generación de profesionales fraudulenta. Los trabajos presentan plagios parciales o totales. Se dan en instituciones públicas y privadas y la frecuencia de indicios de plagio es mayor en los trabajos de grado de las carreras de ciencias económicas y sociales, humanidades, ciencias jurídicas, ingenierías, medicina y ciencias”.
Para el rector de la Universidad Rafael Urdaneta, Jesús Esparza, estas prácticas deben ser sancionadas. “Es muy grave que un profesor se involucre con este tipo de actos, en nuestra institución siempre hemos estado al cuidado de evitar que los alumnos plagien y, de hecho, tenemos programas filtros para evitar que copien tesis. Esto es muy lamentable si está ocurriendo”.
Esparza —quien asumió que hasta el momento no han pasado por estos casos— recomendó que ante lo grave del asunto “las autoridades de la universidad que pase por esto debe alertar, de manera discreta, a otras instituciones para evitar que los casos se sigan extendiendo”.
Estudiantes que se han esforzado, de manera justa, en la entrega de sus tesis, dan sus impresiones. Luis Chirinos, de la escuela de Comunicación Social de LUZ, expresó: “Sabemos que la investigación de una tesis no solamente es costosa económicamente, también es costosa intelectualmente, son horas y largos días de lectura e interpretación. Pero si tenemos un tutor que lo que menos le interesa es que aprendamos, entonces quiere decir que la falla es de la misma universidad que ingresa este tipo de personal sin competencia ni ética”, advierte al expresar que no deberían otorgar el título a quienes cometan estas faltas.
Fuente: Mélida Briceño /
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