¿Qué puedes hacer por la democracia en Venezuela?
Los demócratas en Venezuela vivimos tiempos duros, no tanto por los ataques que padecen a diario los fundamentos de la sociedad abierta, sino principalmente porque quienes anhelan el renacer de las libertades no confían en sus dirigentes y organizaciones. Las encuestas así lo demuestran: los “ninis” crecen día a día, y el pueblo demócrata (opositor) castiga, con los epítetos más hirientes, a los que toman en serio la política. Sin darnos cuenta, le hacemos un gran favor a los que desean la implantación del personalismo autoritario en el país, debilitando la confianza en la alternativa de poder.
No negaremos que las organizaciones democráticas se fortalecen con la crítica y el debate interno, pero debemos leer bien: “interno”, no a la luz pública. ¿Estás insatisfecho con nuestros dirigentes? Critica, propón soluciones, milita; dentro de las organizaciones; no destruyas lo que tanto ha costado reconstruir. Valora su esfuerzo y constancia. No puede haber cambios con instituciones sin militancia, y menos aún: sin simpatizantes y sin electores LEALES. La lucha exige disciplina, inteligencia, y coherencia; pero sobretodo UNIDAD. Y la unidad se logra, no sólo con candidatos únicos, sino también con más crítica interna y menos reproche externo. Si les exigimos coherencia a nuestros dirigentes, también debemos tenerla nosotros: DESECHA LA CRÍTICA DESTRUCTIVA.
Por último, quiero recomendarte una pequeña tarea, de cara al fortalecimiento del movimiento democrático venezolano. Rechaza la “quejadera” inútil. Si estás descontento (o desacuerdo) con tus dirigentes y consideras que no tienes tiempo para militar activamente, escríbele a tu político preferido y dile lo que piensas, lo que consideras son sus principales errores. Luego plantéale soluciones; y ofrécele (si eres osado, generoso y responsable) algunas horas de tu tiempo para ayudarle en su trabajo, que es trabajo de todos. Estoy seguro, que los políticos inteligentes sabrán aprovechar y agradecer estas reflexiones y las pocas horas que tengamos para dedicar a la política. Si te es posible escribe más de una carta, el beneficio será mayor.
Los demócratas en Venezuela vivimos tiempos duros, no tanto por los ataques que padecen a diario los fundamentos de la sociedad abierta, sino principalmente porque quienes anhelan el renacer de las libertades no confían en sus dirigentes y organizaciones. Las encuestas así lo demuestran: los “ninis” crecen día a día, y el pueblo demócrata (opositor) castiga, con los epítetos más hirientes, a los que toman en serio la política. Sin darnos cuenta, le hacemos un gran favor a los que desean la implantación del personalismo autoritario en el país, debilitando la confianza en la alternativa de poder.
No negaremos que las organizaciones democráticas se fortalecen con la crítica y el debate interno, pero debemos leer bien: “interno”, no a la luz pública. ¿Estás insatisfecho con nuestros dirigentes? Critica, propón soluciones, milita; dentro de las organizaciones; no destruyas lo que tanto ha costado reconstruir. Valora su esfuerzo y constancia. No puede haber cambios con instituciones sin militancia, y menos aún: sin simpatizantes y sin electores LEALES. La lucha exige disciplina, inteligencia, y coherencia; pero sobretodo UNIDAD. Y la unidad se logra, no sólo con candidatos únicos, sino también con más crítica interna y menos reproche externo. Si les exigimos coherencia a nuestros dirigentes, también debemos tenerla nosotros: DESECHA LA CRÍTICA DESTRUCTIVA.
Por último, quiero recomendarte una pequeña tarea, de cara al fortalecimiento del movimiento democrático venezolano. Rechaza la “quejadera” inútil. Si estás descontento (o desacuerdo) con tus dirigentes y consideras que no tienes tiempo para militar activamente, escríbele a tu político preferido y dile lo que piensas, lo que consideras son sus principales errores. Luego plantéale soluciones; y ofrécele (si eres osado, generoso y responsable) algunas horas de tu tiempo para ayudarle en su trabajo, que es trabajo de todos. Estoy seguro, que los políticos inteligentes sabrán aprovechar y agradecer estas reflexiones y las pocas horas que tengamos para dedicar a la política. Si te es posible escribe más de una carta, el beneficio será mayor.
Agradecido, se despide;
Otro demócrata como tú.
Otro demócrata como tú.
Le felicito, tremendo mensaje!
ResponderBorraraqui se acabaria tanta violencia si las mujeres siguieran el ejemplo que Lysistrata dio...
ResponderBorrarQuizás la razón por la que la gente actúa de la forma en que usted critica es que ellos perciben correctamente que la "oposición" no ofrece nada diferente a lo que ofrece el chavecismo. Y esto es porque la oposición misma es igualmente socialista (con lo cual realmente no es ninguna oposición).
ResponderBorrarOtra gallo cantaría si la oposición ofreciera lo opuesto a lo que ofrece el partido gobernante, que es después de todo lo que una "oposición" debe hacer. Y lo único opuesto a al socialismo es el liberalismo.
Ahora Profe, esto no es pura teoría y en el espíritu proactivo de su artículo, le cuento que los muchachos de las ODLV están en el proceso de formar un verdadero partido opositor y liberal, valga la redundancia. Quizás usted pueda ayudar en el esfuerzo.
Saludos.
Gracias por sus comentarios.
ResponderBorrarBueno Joaquìn estamos de acuerdo, por eso siempre he dicho que si se meten con la cerveza... seguramente tendrìa el mismo resultado, quièn sabe si màs efectivo que el de Lysistrata y sus seguidoras.
Larry: yo sinceramente no creo que un partido liberal tenga vida en este paìs por ahora, pero hay que dar la lucha.
Saludos