Transcribimos el artìculo de hoy en El Universal de Pedro Pablo Peñaloza sobre las elecciones internas en el partido oficialista.
Tendencias luchan por controlar congreso extraordinario del PSUV
La visión del "partido de vanguardia" se impone sobre los "anarquistas"
¿Corrientes dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela? "La amplitud de nuestro partido da para que existan y para que, en los mejores términos, se diriman siempre las diferencias, que son de carácter político y no ideológico", respondió el lunes pasado María Cristina Iglesias, durante la acostumbrada rueda de prensa del PSUV.
Acto seguido, la ministra del Trabajo anunció el lugar donde "conversarán de todos estos temas": el I Congreso Extraordinario de la tolda roja, cuyos 772 delegados serán escogidos hoy por 2 millones 450 mil 377 patrulleros de la formación. La contienda interna, donde competirán unos 7 mil 800 candidatos, servirá para que distintas tendencias midan fuerzas. La mira está puesta en el cónclave que servirá para definir los estatutos del PSUV, su estructura organizativa y, quizás, el mecanismo de selección de candidatos para los comicios parlamentarios de 2010.
Los duros
"Yo soy de la tendencia de Hugo Chávez, que debe ser la única; sin embargo, no criticamos cualquier postura", aclara Freddy Bernal, miembro de la Dirección Nacional del partido. Al ex alcalde de Caracas no le gusta hablar de "asperezas" sino de "enfoques". "Si todo el mundo pensara igual, sería un partido aburridísimo, de gente que no piensa. Somos 7 millones de militantes, es normal que sobre el socialismo haya diversos enfoques", comenta. Bernal señala que dentro del PSUV "hay posturas que van desde la ultraizquierda hasta el centro". No se ubica en ninguna de ellas. "Yo soy de la línea dura del proceso bolivariano", afirma y, de inmediato, explica qué significa eso: "cuando nos rebelamos el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992 lo hicimos por un Estado democrático, participativo, bolivariano y socialista, que rescate la identidad nacional y los valores".
Esas divergencias se expresan en la construcción del socialismo. "Algunos piensan que el proceso hacia el socialismo debe desarrollarse naturalmente, que el capitalismo se derrumba por sí sólo. Otros creemos que hay que ser radicales con las medidas de gobierno", subraya. El PSUV también acoge en su seno a voceros del antipartidismo, admite Bernal. "En el partido hay unos que quieren ser más chavistas que Chávez y más socialistas que el Che. Son sectores más teóricos, muy utópicos, que se colocan a la izquierda de Chávez y agarran el socialismo de Marx como si estuviéramos en los siglos XIX y XX".
A los "teóricos" les recuerda que están en el tercer milenio y en una nación rentista. "El socialismo hay que adaptarlo a nuestra idiosincrasia y nuestra raíz, que es Bolívar", sentencia. Frente a los "sectores que se creen dueños de la verdad, que creen que no hay necesidad de construir un partido y que todo debe ser totalmente horizontal", Bernal opone una tesis "más realista", que defiende la existencia de "un partido rector, disciplinado, con un líder, un equipo de dirección y reglas que todos acatemos".
Herida abierta
Un integrante de la Dirección Nacional del PSUV, que prefiere reservar su identidad, cree que en el I Congreso Extraordinario chocarán los "leninistas", que aspiran un "partido de vanguardia", y los "anarquistas". El origen de esta pelea se remonta al parto del PSUV, que pretendió liquidar al Movimiento Quinta República llevándose por el medio a varios de sus cuadros más visibles. "La mayoría de los delegados que participaron en el Congreso Fundacional tenían una posición anarquista, razón por la cual nunca prosperaron los estatutos del partido", relata la fuente. Ahora, con el aval de Chávez, los "leninistas" vuelven por sus fueros para borrar a los "antipartido".
De todo un poco
Más allá de los liderazgos nacionales, en esta elección interna los gobernadores y alcaldes buscarán acomodar sus fichas para preservar sus intereses. Esta situación ha generado protestas en el seno de la bancada del PSUV en la Asamblea Nacional, donde se escuchan voces que critican a mandatarios estatales y regidores por "secuestrar" el partido. En Portuguesa, por ejemplo, la ex gobernadora, Antonia Muñoz, quien estaría enfrentada a su sucesor Wilmar Castro, ha cuestionado el "ventajismo" . Igualmente, Mario Silva planteó intervenir el buró político de Carabobo y denunció irregularidades en las postulaciones. Consciente de que las alianzas son "circunstanciales", un miembro de la Dirección Nacional se atreve a identificar tres grandes bloques que pugnan por el control del PSUV: "los históricos", que vienen con Chávez desde 1992 y son encabezados por Diosdado Cabello, Cilia Flores y Nicolás Maduro.
"Los obreristas", constituidos por los ex militantes de Patria para Todos y el Partido Comunista de Venezuela. Guiados por Aristóbulo Istúriz y María Cristina Iglesias alientan la inserción de la masa trabajadora para alterar el equilibrio dentro de la organización. Por último, figurarían los "tecnócratas", que se nutren de profesionales universitarios y cuadros gerenciales de la administración pública. Comandándolos estarían Rafael Ramírez y Jorge Rodríguez. Bernal evita las categorizaciones y no le teme a las "posiciones contrapuestas, que alimentan el pensamiento socialista". A su juicio, lo importante, la cohesión del movimiento, está blindado. "Estamos seguros de que el congreso va a producir unidad y de allí saldrá un partido para ganar las parlamentarias y reelegir a Chávez en 2012".
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