El amigo (y primo "lejano") Vicente Amengual en su blog Narraciones breves nos ha dejado este excelente post que hay que discutir; que por cierto cae como anillo al dedo en relación a nuestro anterior post.
Venezuela: ¿país campamento?
En algunas partes he dejado constancia escrita de mis opiniones sobre lo que significa ser venezolano. Lo he hecho en diversas épocas y desde hace muchos años. Lo he hecho bajo el influjo de toda clase de medios, sobretodo una vocación por la observación de personas y espacios en todo el territorio nacional, el cual he recorrido incansablemente desde hace más de tres décadas.
Por supuesto, no soy un profesional del conocimiento que concierne a la vinculación del hombre con su territorio, ni soy el más aventajado en la vocación observacionista, ni he manejado los más elementales instrumentos del conocimiento en relación con el tema.
Soy, a secas, un voluntario intrigado en determinar porqué carecemos de un sentimiento sólido de nacionalidad, algo que antes llamaban la "identidad nacional".
Me intriga saber porqué muy pocas personas se interesan por esto y quizás la respuesta esté, precisamente, en las mismas conclusiones. Valga, entonces, esta aparente perogrullada.
No hay día de mi vida en el que no tenga al menos una evidencia de nuestra arraigada carencia de nacionalidad. Es perceptible hasta en mínimos detalles, que no podrían ser expuestos en un espacio reducido como este.
Tengo como una especie de archivo para exponerlo en cualquier discusión, aunque no hay foro ni conferencia ni jornada que se dedique a este tema.
Dos cosas muy puntuales me han sucedido en los últimos años como para servir de sustento a estas líneas que expondré hoy y en una pocas entregas más, pensando que aunque sea dos o tres venezolanos las leerán y al menos uno me contestará cualquier cosa.
La primera de ellas se produjo en los días inmediatos siguientes a los sucesos del 11 de abril del año 2002. Entre tantas cosas que se dijeron y se siguen diciendo, grabé en forma indeleble una de ellas. Una ciudadana venezolana, quien siempre dio muestras inequívocas de su ideología y combatió duramente por ella, radical, vehemente, se encontró en esos días que los estaban desalojando del poder. Famosa ya por su insaciable rapiña de los dineros públicos,
lujuriosamente gastados sin recato alguno, calculó que no tan pronto vendrían por ella y que podía tomarse unos días para ver qué pasaba. Pero su plan ya estaba diseñado. Sin el menor pudor expresó a un amigo suyo que ya ella estaba bien apertrechada, que no tenía hijos ni nada que la relacionara con Venezuela y que se podría ir por el resto de su vida a vivir al exterior. Me pregunto cuán frágil era el conepto de nacionalidad de esta venezolana, máxime si ocupaba un cargo comprometido con la defensa de la venezolanidad.
Ahora, en días recientes, me entero que hubo otra persona a quien interesó el tema de nuestra carencia de nacionalidad o, mejor dicho, de sentimientos genuinamente nacionalistas. Cabrujas habló de un país campamento. No adelanto ahora nada de lo que creo que quiso decir con esto. Lo exploraremos.
Me apropio del concepto de "país campamento" tan sóloporque será difícil conseguir uno mejor. Pero lo rellenaré con mis propias observaciones y convicciones. Tal vez pueda aportar algo. Seguiremos en otra entrega.
NO le veo el problema a la falta de nacionalismo. De hecho, mientras menos nacionalistas mejor. Los países donde el nacionalismo ha sido más virulento han sido las naciones más beligerantes, mire a los Estados Unidos actualmente o fíjese en el ejemplo alemán desde 1871 para acá.
ResponderBorrarPor el contrario, el nacionalismo es la peor peste de todas. En los Estados Unidos surje algo que quizá sea único en el mundo: la idea de nación y la idea de libertad individual van de la mano. Para ellos pueblo es nosotros, para los venezolanos es una abstracción que llaman "el" pueblo. ¿Porqué alguien va a hablar en nombre del pueblo? Sólo abstrayéndelo es posible lograrlo. Nacionalismos exaxerbados fueron el nazismo y el estalinismo, siempre que se tome dentor de la ecuación la lucha de una invasión alemana que casi logró esclavizarla aun mas.
ResponderBorrarrepito, el nacionalismo es la peor peste, patriota es cualquiera que trabaje para mejorar aspectos claves de su existencia, como es la libertad, la justicia; no el que preofesa amor incondicional. No es el amor incondicional a la patria lo que debe movernos, sino altos ideales de libertad, igualdad y justicia.
Esoy de acuerdo con el Liberal Venezolano en que los tres colectivismos, el nacionalismo, el socialismo y la religión son los culpables de las mayores atrocidades registradas en la historia...
oído al tambor!
salud,
Bandera Negra
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No se si el nacionalismo se pierde o se destruye en el mismo pais...,lamento que tengamos unos politicos tan miserable de nacionalidad que por eso somos asiiii. para ellos nada mas heciste y que me gano yo?? ni por el carajooo dices asi salimos de una mala situacion en nuestra patria,todos quieren el billuyoooo economico.Pero en si es lastima que tengamos que vivir fuera de nuestras fronteras y p'mal de colmo hacer cosas que en nuestro pais no lo hacian porque era jefe o no se queee...que talll hasta lavar platos y limpiar banos en el exterior para sobrevivir de la crisis y la inseguridad que hay en nuestro pais y gracias a quien//// A nuestros grandes lideres politicos que esos, si que no son nacionalista son Lad...../// de nuestra tierra y nuetra libertad...
ResponderBorrarNo creo que todo sea culpa de los dirigentes estimado anònimo, me parece que es una visiòn muy simplista de algo tan complejo. Todos tenemos parte de culpa unas màs otros menos, claro los gobernantes tienen màs culpa pero no toda. Què hacemos para cambiar las cosas? acaso no se te parece la mayor parte de lso venezolanos a sus gobernantes? a mì si!
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