Historia de la Iglesia Católica
Hoy ha sido electo el nuevo Prepósito General de la Compañía de Jesús (llamado por algunos "el Papa negro" por el hábto y el gran poder que tenía la Compañía en el pasado), le deseamos todo lo mejor. No opinamos porque ni idea del mismo. Acá les dejo la foto cuando fue electo y les transcribo la semblanza de la página de la región de Loyola de la Compañía (ver acá). Adolfo Nicolás Pachón, de 71 años, es el séptimo general de la Compañía de Jesús de nacionalidad española. Nace en Villamuriel del Cerrato (Palencia). Es el tercero de cuatro hermanos varones (Antonio, Félix, Adolfo y Jose). Siendo muy pequeño a su padre, militar de profesión, le destinan a Barcelona donde va a estudiar en el colegio jesuita de Roquetas de Mar (Escuela Apostólica Sant Josep). Luego se trasladaría con su familia a Madrid y sería alumno del colegio jesuita de “Areneros” (colegio de la Inmaculada y San Pedro Claver) (Promoción 1953) donde se le distinguió con la máxima dignidad que entregaba el colegio; fue dos veces “Príncipe” de su promoción.
De su personalidad, todos los jesuitas que le conocen destacan en primer lugar su simpatía y sencillez. Dicen que es “persona sencilla, de pocas palabras, preciso en el hablar, muy agradable”, otros destacan su gran inteligencia, “sin ser pedante”, así como el hecho de que sea “muy capaz” para este cargo.
Su amigo el jesuita Fernando García Gutiérrez destaca, del que fuera su provincial en Japón, su talante ecuménico, “su deseo de la influencia mutua entre Oriente y Occidente”. Está muy comprometido en el diálogo interreligioso y el diálogo entre culturas. También afirma que por su “simpatía y sencillez”, y por ser provincial de Japón, le recuerda mucho a Arrupe. Después de pasar muchos años en Japón, con su último cargo ha viajado y conocido todos los países asiáticos. Actualmente residía en Filipinas; a partir de ahora lo hará en Roma.
José María Fernández Martos, jesuita, quien fuera provincial de España, y también amigo suyo nos resume así su perfil: “Destacaría primero, una gran sensibilidad para el diálogo con la cultura. También su apertura desde la convicción de que solo se salva aquello a lo que amas” y su compromiso social al vivir en barrios pobres en Manila y Japón. “Todo eso le hace ser un hombre de hoy, muy abierto”. Lo segundo que destaca del nuevo General es “una gran capacidad de análisis crítico en profundidad de las cosas. Toma las monedas no por el valor aparente, sino por el valor sopesado, tanto de la fe, como de la iglesia, y la sociedad”. En tercer lugar afirma “Tiene una honda conciencia de la Justicia Social. Por ejemplo, él trasladó el teologado jesuita a un barrio pobre de Tokio (Japón) y en Filipinas ha vivido también en un barrio pobre”. Por último, concluye Fernández-Martos “Y todo esto está bañado con un gran sentido del humor y alegría. Te ríes con él”.
El jesuita Santos González Mena ha estado muchos años destinado en Japón y ha llegado hace tan solo un mes a España. También gran amigo del nuevo General, nos cuenta que antes de partir del Japón “estuvimos una hora charlando; le considero el amigo más cercano”. Destaca de él su “talante dialogante, diplomático, muy fino”. De su físico, dice “Parece más joven de lo que es”. Es “Muy buen orador, muy elocuente, muy expresivo con las manos”. Y añade: “Es de muy buen carácter, tiene una conversación muy amena. Y es sencillísimo; la verdad es que le pega ser general”. Joaquín Salord, jesuita que trabaja en Camboya comenta “Es muy abierto, sabe mucho del diálogo interreligioso, domina el tema del budismo, y el sintoismo y ha sido consejero en el sínodo de obispos de Asia”. Además, añade: “Entiende mucho la cultura asiática pero está muy al día de la cultura europea”. El nuevo General de los jesuitas es un teólogo especializado en Semiología. Durante la CG34 de la Compañía de Jesús fue elegido, en primera votación, secretario de la mismo. Y en la CG 35 ha sido miembro del comité preparatorio. Unos días antes de partir para Roma, a la CG que le ha elegido General pasó por España y pudo ver a antiguos compañeros jesuitas. Mientras recibía el saludo de sus compañeros jesuitas, en el aula de la Congregación, un jesuita asiático le invitaba a cubrirse con una prenda de vestir oriental como símbolo de bienvenida y acogida.
Notica: ver acá
¡Carlos! ¡Qué gusto de volver por acá!
ResponderBorrarMe alegra saber que has tenido a los iñiguistas presentes... ¡Enhorabuena al padre Nicolás, aunque algunos vean en él al 'cusi satánico' arrupismo encarnado!
¡Un abrazo!