miércoles, febrero 27, 2019

“La fiesta del chivo” y los tiempos que vivimos (mi artículo de los miércoles en El Nacional)


“La fiesta del chivo” y los tiempos que vivimos

Carlos Balladares Castillo

Publicado en El Nacional

Es la primera vez que llevo La fiesta del chivo (2000) del gran Mario Vargas Llosa a las aulas. Lo hice con la intención de animar a mis alumnos a la lectura con la que considero la mejor novela histórica (sobre el dictador Rafael Leonidas Trujillo, la cual les permitirá una primera aproximación al fenómeno del personalismo político en especial el iberoamericano en el siglo XX. Era el pretexto para desarrollar temas de historia política y social. El método usado fue darles un tiempo prudente para un primer “encuentro” (los 12 primeros capítulos) y después unas semanas para la otra mitad del texto, ya hicimos el primero y nos faltaría el segundo (les contaremos, Dios mediante, en otro artículo). No lo niego, tengo mis razones para elegir éste libro, no solo las que ya dimos sino también que el mismo me animó a dedicarme al estudio de los autoritarismos por ser uno de los mayores males de la humanidad, principalmente los más radicales: aquellos que como dice el personaje: Urania Cabral: hacen que los que están cercanos al poder (¡o incluso “el país entero”!) pierdan “los escrúpulos, la sensibilidad, el menor asomo de rectitud. ¿Era ése el requisito para mantenerse en el poder y no morirse de asco? Volverse un desalmado, un monstruo…” (capítulo VII).

Al principio, después de preguntar por el autor y el contexto histórico de la República Dominicana, pedimos algunas impresiones sobre la lectura y las técnicas literarias usadas. Fue evidente que cada tres capítulos se repiten tres historias paralelas que poco a poco se empiezan a entrelazar: la primera: Urania Cabral en 1995 visita a su padre anciano y enfermo y llena de resentimiento comienza recriminarle su papel como senador y parte del círculo íntimo del dictador, y por medio de flashbacks  y un diálogo consigo misma (se usan ambas técnicas en todos los personajes) se comienza recordar su vida de niña y de las familias de dicho círculo sobretodo en 1960 y 61. La segunda es el propio Trujillo junto con su séquito más cercano ante la crisis de su régimen por las sanciones que les aplicó la Comunidad Internacional liderizadas por el gobierno de Rómulo Betancourt (no olvidar la doctrina en relaciones exteriores que lleva su nombre) y los Estados Unidos; y la tercera son la vida de los conspiradores y sus razones para intentar matarlo en torno al 30 de mayo de 1961. Les pegunté por las características del personalismo político con ejemplos basados en la novela y muy especialmente si lograban identificar algunas ideas marco o generales que el autor quiera mostrar en su texto sobre este fenómeno histórico.

Al principio describieron los abusos a los derechos humanos, lo sanguinario, pero la mayoría se leyó un pésimo resumen que se “pasaron” por whatsapp. Pésimo porque no explicaba correctamente cada capítulo ni el sentido de la novela y hacía odas al dictador en el sentido: "quería el bien de su país y no robó", afirmaciones falsas pero que los estudiantes por no leer la novela terminaron adoptando. Aunque este hecho fue perfecto para advertir cómo los pueblos son seducidos por los “tiranos”. Son engañados por sus medias verdades, mitos o grosera propaganda. Al final, más de tres creo que se la leyeron por sus intervenciones y ya eso es ganancia. Mario Vargas Llosa nos da a entender que para la época era la más brutal y la que había logrado desarrollar las características del totalitarismo. “En el sistema de Trujillo (…) todos los dominicanos tarde o temprano participaban como cómplices, un sistema del que solo podían ponerse a salvo los exiliados (no siempre) y los muertos.” En lo económico, por ejemplo, “los ricos, si querían seguir siendo ricos, debían aliarse con el Jefe, venderle parte de sus empresas o comprarle parte de las suyas” (capítulo 9). De manera que todos eran empleados y obedientes al dictador por medio de la dependencia económica, la propaganda o el terror de su sistema represivo; pero muy especialmente por el envilecimiento. Al final todos, de alguna manera, habían perdido el libre albedrío.

No eran libres y Trujillo obligaba a sus más cercanos servidores, y como dice Urania: a todo el país, a envilecerse. Participar de un sistema que lo despoja de su conciencia y te terminas convirtiendo en un monstruo. Esto es lo que descubren los conspiradores en sus vidas y por ello toman la decisión del tiranicidio. Y la peor expresión de dicho envilecimiento será la violencia sexual con la complicidad de las personas más cercanas. Es inevitable la pregunta en la Venezuela actual: ¿nos pasa lo mismo? ¿el chavismo ha construido un sistema de complicidades corruptas? Creo que sí, y lo que vimos este fin de semana fue espantoso: otra vez los colectivos y ahora la fuerte sospecha del uso de presos para reprimir en esos grupos paramilitares. La quema de insumos médicos y alimentos por parte de los organismo represivos cuando las mayorías los necesitan con tanta urgencia nos interpela: ¿por qué tanta maldad? ¿por qué lo hacen? Solo se puede explicar por un régimen que combina un conjunto de medios que destruyen las libertades y del cual la gente solo puede salvarse, por ahora, huyendo. Es así como ya van más de 300 miembros de los órganos de seguridad venezolanos que han cruzado la frontera, incluso frente a sus compañeros en plenas labores represivas. Y lo han hecho llenos de terror. Preocupa mucho, pero nunca antes la democracia venezolana había tenido tantos apoyos para superar esta pesadilla. No podemos por ello desfallecer y el despertar a estas realidades en su sentido más profundo, tal como explica la novela de Vargas Llosa, considero que es una tarea fundamental. Sirva este ejemplo de mis clases como una pequeña y humilde contribución al fortalecimiento de nuestra cultura democrática ¡para que más nunca vivamos un horror parecido!

Última foto: el único sobreviviente de los conspiradores: Antonio Imbert. 

domingo, febrero 24, 2019

Mis favoritas para la 91° entrega de los premios Óscar

De los Óscar en su entrega 91 me gustaría que ganaran las siguientes (aunque si son diferente a las que creo que ganarán las pondré entre paréntesis):
Mejor película: Roma, esperando que Gabriela Rodríguez nos regale un discurso en contra de la dictadura chavista y pidiendo el apoyo del mundo para que logremos la libertad.
Mejor director: Spike Lee por varias de sus películas en general (pero me gustaría que ganara Yorgos Lanthimos por La Favorita).
Mejor actor: Rami Malek – Bohemian Rhapsody
Mejor actriz: Glenn Close – La buena esposa por su carrera.
Mejor actor de reparto: Mahershala Ali – Green Book.
Mejor actriz de reparto: Rachel Weisz – La Favorita.
Mejor guión original: Green Book – Nick Vallelonga, Brian Currie y Peter Farrelly.
Mejor guión adaptado: Can You Ever Forgive Me? – Nicole Holofcener y Jeff Whitty; basado en el libro de memorias del mismo nombre de Lee Israel.
Mejor película de animación: No sé porque solo vi Isla de perros que me gustó.
Mejor película de habla no inglesa: Roma
El resto no los he visto.
Mejor canción original: «Shallow» de A Star Is Born 
Mejor diseño de producción: La Favorita – Diseño de producción: Fiona Crombie.
Mejor fotografía: La Favorita – Robbie Ryan.
Mejor diseño de vestuario: Black Panther – Ruth E. Carter (aunque también me encantó La favorita).
Mejor montaje: Bohemian Rhapsody – John Ottman

Mejores efectos visuales: First Man – Paul Lambert, Ian Hunter, Tristan Myles y J. D. Schwalm

martes, febrero 19, 2019

Manbiki kazoku, Un asunto de familia (Hirokazu Koreeda, 2018).


Resultado de imagen para koreeda un asunto de familiaManbiki kazoku, Un asunto de familia (Hirokazu Koreeda, 2018).

Actores:  Joanna Kulig, Tomasz Kot, Borys Szyc.

Puntuación: 8/10.

Koreeda es uno de mis directores japoneses favoritos del presente. Digno heredero de los grandes clásicos del cine del Japón, en especial de Yasujiro Ozu por sus temas relativos a la familia y sus encuadres de plano general y entero con gran preferencia por lo cotidiano. En este caso nos pone a pensar sobre ese hecho que muchas veces pensamos con cierto temor: ¿no se puede elegir a nuestra familia o sí? De cómo los vínculos familiares se forjan en los afectos más que en la consanguinidad, en las rutinas diarias más que en algún momento cumbre. Pero lo que más me fascina de Koreeda es su trato de temas, diálogos y escenas que tienen una gran posibilidad de caer en lo cursi pero nunca lo hace manteniendo cierta poesía basada en la simplicidad, en lo natural, en la aspiración de vivir plenamente en los elementos más sencillos. El film relata la historia de una familia muy pobre (debido al subempleo) que comienza a cuidar a una niña que se consiguen abandonada y que da muestras de ser maltratada o muy poco querida, y cuando se descubre que está perdida no quieren devolverla y la propia niña está de acuerdo tácitamente con este hecho. Otro aspecto que resalta es la dificultad que tiene la sociedad japonesa para demostrar afecto. Esta película le valió su séptima Palma de Oro y la nominación al Óscar como film de lengua no inglesa.

lunes, febrero 18, 2019

Zimna wojna, Guerra Fría (Pawel Pawlikowski, 2018). Crónicas cinéfilas


Resultado de imagen para cold war movieZimna wojna, Guerra Fría (Pawel Pawlikowski, 2018).

Actores:  Joanna Kulig, Tomasz Kot, Borys Szyc.

Puntuación: 7/10.

La fotografía en blanco y negro y el mostrarnos la Polonia de la postguerra en su intento por hacer renacer su identidad nacional a través del canto y del baile, nos hizo mantener la atención en el film. Me ha fascinado su música y la escenografía que los acompaña la cual muestra una compañía de baile folclórico que debe adaptarse a la propaganda comunista cantando odas al proletariado y al padrecito de las naciones: Stalin. En medio de todo ello un romance entre el director y una joven que se incorpora al grupo, y cómo viven su amor en medio del ambiente depresivo que es causado por vivir en totalitarismo. A pesar de ser un tema tan interesante y una fotografía que me gustó a partir de un momento la historia pierde fuerza y yo el interés por la misma.

sábado, febrero 16, 2019

The favourite (Yorgos Lanthimos, 2018). Crónicas cinéfilas


Resultado de imagen para the favouriteThe favourite (Yorgos Lanthimos, 2018).

Actores:  Olivia ColmanEmma StoneRachel Weisz, entre otros.

Puntuación: 8/10.

A pesar de considerar que el siglo XVIII mostró la más horrible moda europea esta película me ha hecho admirarla. Su fotografía mareante me fascinó: a veces con su uso de gran angular y con el efecto “ojo de pescado”, al mismo tiempo que su movimiento permanente de perseguir a los personajes en un constante rodar. Me recordó mucho a la de la serie John Adams (2008) que mostraba grandes planos que al final te hacía pensar en una pintura de Rembrandt para después - en el caso del film en cuestión - ir acercándose y permitirnos detallar el maravilloso vestuario que en las mujeres puede ser hermoso pero en los hombres es extremadamente afeminado y recargado con pelucas y maquillaje. Todo esto con una banda sonora perfecta de música barroca y clásica. Tres excelentes actrices (las tres nominadas para el Óscar: Olivia Colman como la Reina Ana para mejor actriz, y Rachel Weisz como Lady Sarah y Emma Stone como Abigail, ambas para mejor actriz de reparto) nos muestran como desarrollan su fuerza y destreza en un mundo de hombres y poder, para terminar obsesionadas por éste y masculinizarse de algún modo. Todo es usado para ganar el favoritismo de la reina enferma y deprimida, y pasar a su manipulación como bien hace Lady Sarah, hasta que deja de ser la favorita por la inteligencia y simpatía de Abigail. Si el cine es principalmente la destreza con las imágenes al contarnos historias, esta película debería ganar en mejor película o mejor dirección, pero Roma y Green book le harán una fuerte competencia y más aún porque estas pueden calificarse como hollywoodenses en su trama. The favourite por el contrario es muy cruda y por ello no creo que logre ganar en mejor película. Pero se llevará con seguridad mejor cinematografía (Robbie Ryan), edición, vestuario, y cuidado si dirección y las dos de mejor actriz.

viernes, febrero 15, 2019

Hoy se cumplen 200 años de la instalación del Congreso de Angostura y del Discurso del Libertador ante el mismo


El bicentenario del Discurso de Angostura



Carlos Balladares Castillo

El día de ayer viernes 15 de febrero se cumplieron 200 años de la instalación del Congreso de Angostura. Fue nuestra segunda Asamblea Constituyente (la primera fue en 1811), pero esta vez en plena guerra de Independencia con más de la mitad del país todavía en manos de los realistas. En medio de ese ambiente Simón Bolívar y los republicanos pretendieron cumplir con su promesa fundamental: darle legitimidad popular y “constitucional” a sus sacrificios en casi una década de batallas. El usurpador y su oligarquía, a pesar de tener 20 años y más creyéndose más bolivarianos que el resto de los venezolanos, están “celebrando” la efemérides de la manera menos republicana posible: realizando unos supuestos ejercicios cívico-militares y dando un bono de 18 mil bolívares. Si el Libertador quiso sustentar nuestro Estado en la virtud, en la moral y las luces; flaco favor se le hace promoviendo el populismo y una patria reducida a las armas.

El régimen estableció hace un año una comisión presidencial (presidida por el ministro de defensa: general Vladimir Padrino) para organizar los actos conmemorativos del Bicentenario el cual se prolongarían hasta el 2020. Después de su anuncio más nunca se supo de la misma. En un gobierno democrático se habría coordinado con las universidades y los actos serían un momento de encuentro ciudadano para la reflexión libre sobre su contenido y la promoción del conocimiento del hecho por todos los medios posibles. Por nuestra parte nos gustaría comentar algunos aspectos del documento y resaltar la tradición que ayudó a construir.

El primer tomo de esa maravilla que es la colección de obras latinoamericanas llamada Biblioteca Ayacucho, corresponde a una antología de las obras de Bolívar llamada Doctrina del Libertador la cual fue seleccionada por el historiador Manuel Pérez Vilas (1922-1991). En ella he leído una vez más el famoso Discurso, que según el compilador “encierra una completa síntesis del ideario de Bolívar”. Augusto Mijares (1950) dirá en su biografía del gran hombre: “es la expresión más amplia y precisa de su pensamiento político”. Así se ha reconocido en la historiografía, en especial en la Historia Patria, este texto que hoy cumple dos centenas, pero nos preguntamos: ¿tiene algo que decirnos a los venezolanos del siglo XXI que luchamos por la condición republicana?

Bolívar - que era un genio también para la escritura y resulta un placer leerlo – parte de lo que ha sido la tesis fundamental de la lucha de los republicanos: la legitimidad sustentada en la soberanía popular la cual ha sido reestablecida por medio de las elecciones (aunque “imperfectas” por las limitaciones productos de la guerra) que dio origen a los 26 representantes que llevarán a cabo la tarea de diseñar el nuevo Estado. Ante este acto de ciudadanía presenta lo que ya es parte de la nueva tradición en la sociedad que está naciendo: el republicanismo, el cual describe sus principios no solo en la consulta al pueblo que ya se ha hecho y que debe ser frecuente, sino también en un rechazo al personalismo ante lo cual debemos tener: “Un justo celo”, al ser este “la garantía de la Libertad republicana, y nuestros Ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo Magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.” Y también las primeras bases que se establecieron en 1811 con el primer Congreso Constituyente como: “la proscripción de la Monarquía (y la esclavitud), las distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios; y declaró los derechos del hombre, la Libertad de obrar, de pensar, de hablar y de escribir (y la división de los poderes).”

El Discurso presenta, además de la idea de la unidad colombiana, su proyecto de Constitución, que es síntesis de su experiencia en la lucha por la Independencia, lucha trágica porque la misma ha sido “un torrente infernal”. El Libertador explica que se quiso tener una República pero esta fracasó debido a que los pueblos americanos sumamente diversos (“razas, etc.) y “uncidos al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio” no podían “adquirir ni saber, ni poder, ni virtud”; de manera que “toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia.” Bolívar considera evidentemente que no estamos aptos para la libertad, por lo que se debe diseñar un Estado que nos eduque y para ello no se puede establecer una “democracia absoluta” sino un modelo que equilibre un ejecutivo fuerte, con una aristocracia de la virtud (“senado hereditario”) y una cámara popular. Los mejores ejemplos de esta “aristocracia” señala están en Roma con su senado y en la monarquía británica con su alta cámara hereditaria. Pero como la misma debe ser formada para esa tarea establece un cuarto poder (el Moral) para educar tanto a dichos “nobles” del mérito ciudadano y al pueblo, pero también para vigilar y censurar nuestra conducta.

¿Esto no es una contradicción? En parte y por ello la Constitución firmada por el Congreso el 15 de agosto de dicho año rechazó las propuestas de Bolívar en lo que respecta a las instituciones vitalicias, hereditarias y su idea de poder moral al darse un fuerte debate ante su posible aplicación, siendo el argumento de los que se le oponían el siguiente: “una inquisición moral, no menos funesta ni menos horrible que la religiosa”. Al analizar los orígenes del gran hombre (“aristocracia mantuana”), sus opiniones ya repetidas desde el Manifiesto de Cartagena (1812) contrarias al federalismo y a favor de un Estado centralizado con un Ejecutivo fuerte, su gran pesimismo ante la ignorancia del pueblo venezolano y su temor ante los conflictos generados por la “guerra de colores” y el peligro de lo que llamaba “la pardocracia”, junto a su claro personalismo político (¿inevitable ante la guerra y el momento fundacional?) justificado por el naciente culto a su figura; podemos entenderlo. Entender porque planteaba una ingeniería institucional que promovía un claro paternalismo patriota centrado en una especie de César controlado por los que habían demostrado su virtud ilustrada. Sin caer en presentismos pero tampoco en una admiración desmedida por nuestros próceres, valoramos con orgullo el que hayan ofrecido sus vidas, esfuerzos y pensamientos por el sueño republicano que hoy sigue siendo nuestra tradición y utopía más preciada.

martes, febrero 12, 2019

Análisis de "El informe de Brodie" (cuentos) de Jorge Luis Borges. Bibliocrónicas (y mis artículos de los miércoles en "El Nacional")


Jorge Luis Borges, 1970, El informe de Brodie (cuentos).

Todos los años leo a Borges y aunque este 2019 comencé con sus ensayos reunidos en Otras inquisiciones (1952) al final terminé con sus breves cuentos de El informe de Brodie (1970). A diferencia de sus relatos de Ficciones (1944) y El Aleph (1949) lleno de fantasías (laberintos, espejos, mitos, sueños, etc.) que nos permiten descubrir mundos ocultos donde se encierran otras realidades, acá hay una mayor atención a los hechos, a su herencia violenta que llegó a llamar “destino sudamericano” (“Poema conjetural”, 1943), a las historias de los “compadritos” que ya en la segunda parte de Ficciones: Artificios lo trata con especial maestría en “El Sur”. Dicha herencia marca el destino de los personajes, no hay forma de impedir o ignorar la aparición del odio o alguna lealtad irracional solo basada en la sangre (“La intrusa”) y “el encuentro” de las armas que siempre terminará en la muerte. En relación al cuento que lleva este último nombre el mismo tiene un toque fantástico que nos recuerda al Borges de sus historias de la década de los cuarenta, al igual que “Juan Muraña”. Las armas parecen tener vida, de manera que podamos alejar de nosotros la culpa.

En Borges no hay una descripción morbosa de la violencia sino una presencia inevitable de la misma en nuestra humanidad, por lo cual es un hecho que se describe fríamente y jamás hay una recreación en el mismo. El maestro que se había recluido en la fascinación filosófica y literaria en su juventud y temprana adultez, a media que avanzaba en edad reconoce la terrible presencia del odio en todos los niveles: desde el simple conflicto o rivalidad hasta llegar al exterminio del otro. Es lo que se puede ver en “El duelo” y especialmente en “El otro duelo”. Sobre las guerras me gusta su visión nada épica al referirse a los próceres, resaltando la degollina y no el heroísmo. Especial mención merece “Guayaquil” sobre el hallazgo de unas cartas de Simón Bolívar que develan el secreto de este encuentro, aunque al final este hecho no será el centro del mismo.

“El Evangelio según Marcos” es fascinante por mostrar el problema de las interpretaciones de los relatos bíblicos, de cómo una historia que siempre hemos considerado como la mayor expresión de entrega amorosa es comprendida de otra forma por unos gauchos de origen escocés. “El informe de Brodie” nos recuerda de alguna forma a sus cuentos sobre pueblos premodernos. En este caso una tribu que el misionero Brodie llama “Yahoos” le plantea el problema de la existencia de seres humanos con una visión de la realidad totalmente radical a la occidental, y así surge la eterna pregunta sobre la posibilidad de una perspectiva universal y absoluta del bien y el mal.  

Carlos Balladares Castillo

viernes, febrero 08, 2019

"Can you ever forgive me?" Crónicas cinéfilas



Can you ever forgive me? (Marielle Heller, 2018).

Actores: Melissa McCarthy, Richard E. Grant, etc.

Puntuación: 8/10.

Hay muy pocas películas sobre escritores que logran transmitir la pasión por las letras. Hasta ahora creo que ninguna lo ha hecho de manera impecable, pero esta historia basada en un personaje real (Lee Israel, 1939-2014) me parece que logra sumergirnos en la desesperación del escritor que no logra vivir con su arte. Lee disfruta un éxito inicial con el género biográfico, pero por su mal carácter, alcoholismo y falta de olfato comercial, quedará desempleada y sin ingresos.  Para poder sobrevivir optará por falsificar cartas de literatos famosos que poseen una alta demanda hasta que es descubierta por el FMI. Las actuaciones son impecables en especial los dos nominadas al Óscar por mejor actriz (Melissa McCarthy) y mejor actor de reparto (Richard E. Grant), los cuales nos transmiten la profunda soledad de las vidas de sus personajes. Soledad en la primera que es inevitable en cierta forma en todo escritor, y el problema que Mario Vargas Llosa ha advertido como un peligro para los que viven dicho oficio: la bohemia (no en este caso) y el alcoholismo (este sí) entre los artistas. Al final quedamos con las ganas de poder conocer la Nueva York de los escritores.

jueves, febrero 07, 2019

El amigo y colega el historiador Isaac López asume la dirección de "Presente y Pasado", la revista de la Escuela de Historia de la ULA


Nuestro admirado amigo y colega el historiador Isaac López nos cuenta esta buena noticia: 

UN RETO. A partir de estas fechas asumo la dirección de Presente y Pasado, la revista de la Escuela de Historia de la ULA, en sustitución de la Profesora Yuleida Artigas Trabajamos durante seis años como equipo y ahora me toca asumir la coordinación de un nuevo consejo editor conformado por jóvenes, entusiastas y comprometidos profesores y egresados de la Escuela: Francisco Soto, Norbert Molina, Jonhny Barrios, Hancer González, Frank Arellano, Nelson García, y Oriana Angola. Son 45 números de Presente y Pasado desde 1996, 45 números en los cuales la revista como expresión de las luces y sombras de nuestro ámbito universitario ha ido ganando en exigencia. 45 números desde el equipo fundador conformado por Robinzon Meza, Belkis Rojas, Miguel Angel Rodríguez, Luz Varela y Paco Moro. Esperamos seguir la senda trazada por otros directores como Niria Suarez, Elvira Ramos y Francisco Franco. Y también contar con la colaboración y aporte de los árbitros nacionales y extranjeros que hacen realidad la calidad de la publicación. Espero también que como equipo podamos fortalecer los logros y plantearnos nuevos retos para contribuir con la necesarias claridad y reflexión en estos momentos terribles del país.

El patrimonio nacional en bronce de Venezuela ha sido vandalizado (algunas cifras)


Un escritor sin brazos, un prócer sin cabeza, una diosa mutilada, son algunas de las 6.812 piezas vandalizadas en el territorio venezolano. Se trata de 297 toneladas de bronce patrimonial hurtadas en 12 estados el país, según ha registrado el equipo de IAM Venezuela (Institutional Assets and Monuments). La investigación, iniciada en enero de 2017, se encuentra reunida en el especial multimedia El robo del bronce publicado a finales de 2018.
Según las cifras arrojadas por la investigación, hasta noviembre de 2018, los 297.000 kilos de bronce conmemorativo venezolano se traducen en un millón setecientos ochenta y dos mil ciento ochenta dólares de ganancias para los delincuentes, tomando como referencia el precio promedio de 6 dólares por kilo de bronce fundido que se paga en Cúcuta (Colombia).
Gracias al constante monitoreo sobre patrimonio cultural, IAM Venezuela encontró un patrón de saqueos en el país. Entre los delitos se incluyen el robo de bustos, estatuas de cuerpo completo, campanarios, accesorios, placas de identificación y robos masivos de lápidas funerarias.
El saqueo sistemático, que apunta hacia la destrucción de la memoria colectiva del país, parece responder a mafias organizadas, según afirma IAM Venezuela en su trabajo especial de investigación El robo del bronce. (Tomado de la Esfera el 4 de febrero de 2019).

miércoles, febrero 06, 2019

Escenarios y propuestas en torno a la crisis actual de Venezuela (mi artículo de los miércoles en El Nacional)


Cuando lo inminente se hace esperar

Carlos Balladares Castillo

Publicado en El Nacional

Resultado de imagen para game overNo me cabe la menor duda que después de 20 años en que el chavismo-madurismo ha estado jugando con nuestras vidas cual “video game”, la semana pasada apareció en sus pantallas la famosa frase que dice: “Game over”. El usurpador golpea el teclado anhelando más tiempo para seguir con sus juegos de simulación de utopías. Manda a llamar a sus técnicos pero estos nada pueden hacer. “¡Llamen a los rusos!”, grita, pero no responden salvo un frío: “pague lo que nos debe”. “This is the end”, canta la banda The Doors.

A pesar de esta realidad pareciera que el sueño esperado por los demócratas y por todos los hombres de buena voluntad que anhelan vivir en un país normal se demora. Es tal nuestro deseo de libertad; son tantos los años de espera en medio del sufrimiento en especial de los que han perdido a sus familiares por la acción de los cuerpos represivos, por la destrucción del sistema de salud o por no combatir la delincuencia, que saber que el juego ha terminado pero el perdedor no quiere aceptarlo y se aferra a la cancha, a los mandos, al espacio; es natural que ya no queramos seguir esperando más. Y tememos por la enseñanza del coro del Himno Nacional. ¡No puede ser! Si nuestra historia ha sido la resistencia no hay razones para desesperar en la víspera. Seguir aferrados al sueño y animar la lucha sin descanso hasta lograr la gran meta es nuestro deber republicano ¡y de humanidad!

¿Cuáles son las posibles acciones de la oligarquía chavista en estos momentos? Considero que volver con la vieja táctica de culpar al líder de los demócratas de lo que son las consecuencias de sus acciones: por un lado ante el pueblo debido al empeoramiento de la crisis humanitaria ante las nuevas sanciones petroleras, y por el otro tratando de influir a lo interno de la oposición mostrándolo como moderado o débil de manera que se anime a los radicales a promover una nueva división. Y si no queda otra que entregar, quitarle toda posibilidad a los que consideran “sus enemigos” para que no podamos recuperarnos como sociedad y ellos retornen en un futuro al poseer recursos para hacer campañas electorales. ¿Qué hacer? Creo que hay que generar la crisis que lleve a las rupturas internas del régimen y quizás todo lo relativo a la ayuda humanitaria, cuyo objetivo fundamental es proteger a los más vulnerables ante la destrucción de la salud y la alimentación que genera el modelo socialista, pueda – sin ser su meta - servir para ello. Porque el estilo político que fundó el difunto, basado en sus claras condiciones de proyecto totalitario, prohibía no solo que la oposición hiciera política sino que cualquier persona que no fuera parte de su Estado-partido pudiera hacer el bien a la gente. La gente, entonces, debe saber CON HECHOS que el gobierno democrático tiene como prioridad salvar las vidas de su pueblo.

Aunque no haya cesado la usurpación se ha iniciado la transición a la democracia. Es inevitable recordar la que empezó hace exactamente 20 años pero en el sentido contrario: de la democracia al sistema chavista. En aquel entonces se percibía el cambio, al igual que ahora, pero con la gran diferencia que hoy hay un hartazgo generalizado. Desde 1998 siempre hubo un 40 % de la población que rechazó y resistió la instalación del proyecto con intenciones totalitarias. Hoy la esperanza es generalizada superando el 80%, lo cual me hace pensar que ante las presiones debidas llegará un momento que los únicos que sostienen esto (los militares) tácitamente pensarán y actuarán ante esta realidad como algo inevitable. La actitud (amabilidad, empatía, simpatía) de los policías en la marcha-concentración por la Ayuda Humanitaria del sábado 2 de febrero pasado muestra claramente un cambio, siendo el mejor ejemplo las palabras del jefe de la PNB en Lara. Para ello debemos seguir unidos y activos bajo el liderazgo de la Asamblea Nacional y el Presidente Encargado, sin escuchar ¡y mucho menos servir como repetidor! de todas las mentiras que nos mandan los laboratorios del régimen y jamás rechazar al que se cambia de bando sino todo lo contrario: abrazarlos. De esa forma estaremos iniciando la necesaria reconciliación nacional. Dios quiera que nuestro espíritu fiestero anime a las fuerzas represivas a no querer perderse o echar a perder el bonche del fin de esta tragedia.

Resultado de imagen para thomas paineY si hay dudas, a pesar de los argumentos que la historia nos ofrece, no olvides las palabras del gran Thomas Paine (1737 - 1809): Estos son tiempos que ponen a prueba el alma de los hombres. El soldado en verano y el patriota en tiempos tranquilos se abstendrán en esta crisis de prestar servicios a su país; pero el que puede resistir ahora merece el amor y el agradecimiento de hombres y mujeres. La tiranía, como el infierno, no es fácil de vencer; pero tenemos este consuelo: que cuanto más duro es el conflicto tanto más glorioso es el triunfo. Lo que nos cuesta poco, lo estimamos también en poco: es sólo lo que nos cuesta lo que da a cada cosa su valor. El Cielo sabe cómo poner un justo precio a sus bienes; y sería extraño, en verdad, que un artículo tan celestial como la Libertad no fuese altamente valorado.

domingo, febrero 03, 2019

Mario Vargas Llosa habla de la lucha de los demócratas venezolanos por la libertad en la actualidad


PIEDRA DE TOQUE TRIBUNA 

Largo camino hacia la libertad
Algún día, no lejano, se escribirá una gran novela tolstoyana sobre la heroica lucha del pueblo venezolano contra la dictadura de Chávez y Maduro. Y el final será, por supuesto, un final feliz


Algún día se escribirá un gran libro sobre la heroica lucha del pueblo venezolano contra la dictadura de Chávez y Maduro, que recuerde los sufrimientos que ha padecido todos estos años sin cesar de resistir, pese a los torturados y a los asesinados, a la catástrofe económica —probablemente la más atroz que recuerde la historia moderna— que ha llevado a un país potencialmente muy rico a la hambruna colectiva y ha obligado a cerca de tres millones de ciudadanos a huir, a pie, a los países vecinos para no perecer por la falta de trabajo, de comida, de medicinas y de esperanza. Menos mal que el martirio de Venezuela parece llegar a su fin, gracias al nuevo ímpetu que han inoculado Juan Guaidó y otros jóvenes dirigentes a la resistencia.

Parece imposible, ¿no es cierto?, que una dictadura rechazada por todo el mundo democrático, la OEA, la Unión Europea, el Grupo de Lima, las Naciones Unidas y, cuando menos, por tres cuartas partes de su población, pueda sobrevivir a esta última arremetida de la libertad con la proclamación, por la Asamblea Nacional de Venezuela (el único organismo más o menos representativo del país), de Juan Guaidó como presidente encargado de convocar nuevas elecciones que devuelvan a la nación la legalidad perdida. Y, sin embargo, el tirano sigue todavía allí. ¿Por qué? Porque las Fuerzas Armadas aún lo protegen y han tendido un escudo protector en torno suyo. Los hemos visto, allí en la televisión, a esos generales y almirantes empastelados de medallas, mientras el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, juraba lealtad al régimen espurio. Lo que explica esta supuesta lealtad no son afinidades ideológicas. Es el miedo. El recurso del que se valió Chávez, y que continuó Maduro con esta cúpula militar para asegurar su complicidad, fue comprarla, entregándole prácticamente el negocio del narcotráfico, de tal manera que buen número de estos oficiales se han hecho ricos y tienen sus fortunas en paraísos fiscales. Pero casi todos ellos están fichados internacionalmente y saben que, cuando caiga el régimen, irán a la cárcel. Las promesas de amnistía que les ha hecho llegar Guaidó no los tranquilizan, porque sospechan que no valen fuera del territorio venezolano, y sus sucias operaciones están perseguidas y serán penadas por tribunales internacionales a lo largo y ancho del planeta.

¿Pero por qué no se rebelan, entonces, contra la tiranía de Maduro esos jóvenes oficiales —tenientes, capitanes— y soldados a los que golpea la atroz crisis económica igual que al resto de la población venezolana? Por una razón también muy simple. Por la vigilancia estricta e implacable que ejercen sobre las Fuerzas Armadas de Venezuela los técnicos y profesionales de Cuba, a quienes el comandante Chávez entregó prácticamente el control de la seguridad militar y civil del régimen que implantó. Se trata de algo sin precedentes; un país renuncia a su soberanía y entrega a otro el control total de sus Fuerzas Armadas y policiales. Y los comunistas, como ha sido comprobado hasta la saciedad, arruinan la economía, destruyen las instituciones representativas, regimentan y aplastan la cultura, pero han llevado la censura y la represión de toda forma de insumisión y rebeldía a poco menos que la perfección artística. No olvidemos que todas las instituciones militares venezolanas han sido sometidas a purgas sistemáticas y que hay varios cientos de oficiales expulsados o encarcelados por no ser considerados “seguros” para la dictadura.

Sin embargo, la URSS se desplomó como un castillo de naipes, y también sus satélites centroeuropeos se desmoronaron y hoy día son verdaderos baluartes contra aquel régimen que había prometido bajar el paraíso a la tierra y más bien creó las peores satrapías que conoce la historia. El régimen de Maduro se ufana de la protección que le prestan dictaduras como la rusa, la china, la turca, y la solidaridad de otras tiranías latinoamericanas como Cuba, Nicaragua o Bolivia. Vaya compañeros de viaje, para quienes vale el famoso refrán: “Mira con quién andas y te diré quien eres”. En el caso de Rusia y de China, ambos países han hecho préstamos tan extravagantes a la dictadura de Maduro —que sólo sirvieron para agravar la corruptela reinante— que temen, con muchísima razón, que jamás podrán cobrarlos. Lo tienen bien merecido: querían asegurarse fuentes de materias primas fortaleciendo económicamente a una tiranía corrupta y lo más probable es que terminen siendo también parte de sus víctimas. La fiera que va a morir se defiende con uñas y dientes y no hay duda que el régimen, ahora que se siente acorralado y presiente su fin, puede causar mucho dolor y derramar todavía más sangre inocente. Por eso es indispensable que los países e instituciones democráticas internacionales multipliquen la presión contra el Gobierno de Maduro, extendiendo los reconocimientos a la presidencia de Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional, y logrando el aislamiento y la orfandad del régimen a fin de precipitar su caída antes de que haga más daño del que ha causado a la desdichada Venezuela.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, lo ha dicho con claridad: “No hay nada que negociar con Maduro”. Todos los intentos de diálogo se han visto frustrados porque la dictadura pretendía utilizar las negociaciones sólo para ganar tiempo, sin hacer la menor concesión, y conspirando sin tregua, gracias a la ayuda que le prestaban gentes ingenuas o maquiavélicas, para sembrar la discordia entre las fuerzas de oposición. Las cosas han ido ya demasiado lejos y la primera prioridad es ahora acabar cuanto antes con la dictadura de Maduro a fin de que se convoquen elecciones libres y los venezolanos puedan por fin dedicarse a la reconstrucción de su país.

La movilización del mundo democrático, empezando por los países occidentales, ha sido algo sin precedentes. Yo no recuerdo haber visto nada parecido en los muchos años que tengo. Al mismo tiempo que diversos gobiernos, empezando por los Estados Unidos y Canadá y los principales países europeos, reconocían a Guaidó como presidente, la Unión Europea, la OEA, las Naciones Unidas y todos los países democráticos latinoamericanos, con excepción de Uruguay y México (algo previsible), rompían con la dictadura y se movilizaban a fin de apresurar la caída del régimen sanguinario de Maduro. No hay que olvidar, en estos momentos en que por fin se ve una luz al final de este largo camino, que nada de esto hubiera sido posible sin el sacrificio del pueblo de Venezuela, que, si en un primer momento se rindió a los cantos de sirena de Chávez, luego reaccionó con ejemplar valentía y ha mantenido todos estos años su resistencia, sin dejarse amilanar por la ferocidad de la represión.

Gracias Julio Borges, María Corina Machado, Leopoldo López, Lilian Tintori, Henrique Capriles, Antonio Ledezma, Juan Guaidó y los miles de miles de mujeres y hombres que los siguieron todos estos años demostrando en las calles, y en los calabozos y en el exilio, que América Latina ya no es, como en el pasado, tierra de sátrapas y de ladrones, y que un pueblo que ama la libertad no puede ser indefinidamente encadenado. Algún día, no lejano, un retoño de uno de esos grandes escritores que ha dado ya Venezuela a nuestra lengua escribirá esa gran novela tolstoyana sobre lo que ocurrió y está ocurriendo allá. Y el final será, por supuesto, un final feliz.