lunes, mayo 30, 2011

Historiador venezolano (Elías Pino Iturrieta) nos habla sobre el calificar a Chávez como un "dictador"

¿No es un dictador?

Hace lo que quiere, lo que su deseo dispone en el momento conveniente sin ningún tipo de contención

ELÍAS PINO ITURRIETA | EL UNIVERSAL

domingo 29 de mayo de 2011 12:00 AM

Hace poco se afirmó que el presidente Chávez no era un dictador, sin que la aseveración produjera debate. El hecho de que se vuelva ahora sobre el tema con el objeto de rebatirlo confirmaría lo dicho, pues sólo en un clima de libertades, asegurarían en la otra esquina, puede un columnista darse el lujo de criticar la afirmación sin dar con sus huesos en la cárcel. Sin embargo, no hace falta un testimonio de prisión, ni otras barbaridades, para desarrollar un argumento capaz de demostrar que sólo un analista miope puede ignorar la existencia de un fenómeno que usa el disfraz adecuado para que no lo pillen quienes no lo saben hacer, o quienes prefieren disimular lo que observan.

Existe, por lo menos, una razón capaz de sostener la afirmación que ahora se pretende negar: la analogía con protagonistas de la historia nacional, o de otros lugares, a quienes se ha considerado como encarnaciones de la dictadura sin ningún tipo de vacilación. Si no se parece a ellos, no es dictador, se concluye con excesiva facilidad. Si no usa los feroces procedimientos que ellos usaron, es evidente que no es dictador. Si no ha hecho del país un baño de sangre ni una topografía de ergástulas ni un desfile de torturadores, salta a la vista que no es un dictador. Basta con hacer memoria de Juan Vicente Gómez y del gomecismo, por ejemplo, dictador y dictadura emblemáticos en Venezuela, para que el argumento adquiera aparente consistencia. Porque, en efecto, no existe en el país de nuestros días nada parecido a La Rotunda, ni evidencias de tormentos como las descritos por Pocaterra en un libro aterrador, ni exilios masivos como los que sufrieron los estudiantes de 1928 debido a su pasión civilizadora ni desmanes escandalosos en las regiones como los que se atribuyen con pruebas de sobra a segundones como Eustoquio Gómez y Vincencio Pérez Soto. Un vistazo del vecindario del pasado también ofrecería sillares a la idea, pues bastaría referir la barbarie instaurada por un tirano sin compasión como el dominicano Rafael Leonidas Trujillo para asegurar que una comparación con el presidente Chávez sería un sonoro disparate.

Pero, debido a la evolución de los tiempos y a los cambios provocados por la globalización, tales fenómenos no se pueden reproducir de idéntica manera. Los derechos adquiridos por la sociedad en sus contornos después de largas luchas y los avisados ojos de una civilización más concernida con los sucesos de todas las latitudes, especialmente con los más hiperbólicos, impiden o tratan de impedir situaciones de represión desembozada como las aludidas. De allí la alternativa que tienen hoy los mandones de perseguir la meta del secuestro de una sociedad sin usar el tortol ni ordenar muertes, suplicios o atroces cautiverios masivos. Ahora guardan las formas para evitar el parangón con sus proverbiales antecesores; y, desde luego, para hacer lo que ellos hicieron, o cosas parecidas, sin la incomodidad de una acusación que no puedan rebatir cubriéndose con el manto de la simulación, con los pinceles de un maquillaje capaz de ocultar el control irrefrenable de la ciudadanía, más allá de las leyes y de la decencia. Para ejercer la dictadura en la actualidad no se precisan los métodos del pasado. Se puede llevar a cabo con la hipocresía que los tiempos exigen, y con la complicidad de quienes, desde el exterior, le sacan provecho a esa hipocresía.

De momento, un solo punto puede bastar para que, sin temor a la exageración, quepa el presidente Chávez en la casilla de los dictadores: hace lo que quiere hacer, lo que su deseo dispone en el momento en que estima conveniente, sin ningún tipo de contención. Su voluntad ha dispuesto la creación de una sociedad a su imagen y semejanza, y ha logrado el cometido sin detenerse en cavilaciones, sin miramientos con la realidad la quiere moldear o moldea como si fuera cosa de su propiedad particular: la denominación de la república, la calificación de los protagonistas de la política y la economía, la determinación de la bondad y la maldad de los ciudadanos, la libertad o la cárcel de los sujetos a quienes pone el ojo, la creación de poderes e instancias que no están contemplados en la Constitución, las leyes que debe aprobar el Parlamento, los discursos que deben desembuchar los parlamentarios, la mudanza del papel de las fuerzas armadas, la creación de milicias, la distribución del presupuesto, las dádivas en el exterior, la selección de los amigos y los enemigos de la patria, el manejo de los mercados, la posesión de las tierras urbanas y rurales, los sitios para la cosecha y la labranza, la modificación del mapa político, la fundación de ciudades, los cambios de zonificación, la limitación de la autonomía universitaria, el uso de los medios de comunicación, la ubicación de los damnificados, el reparto de honores y condecoraciones, la fecha para la realización de las elecciones y cualquier otra extralimitación que puede recordar el desocupado lector, demuestran cómo hace o ha hecho lo que le viene en gana sin la existencia de contrapesos.

Ciertamente le hemos servido en bandeja de plata la patente para gobernar a su antojo, pero hay una realidad difícil de negar: sin usar todavía los métodos de antaño, ha acumulado un poder personal que ya hubieran deseado en sus mejores tiempos, muertos de la risa, el Benemérito y el Padre de la Patria Nueva. ¿No estamos, entonces, ante un ejercicio dictatorial de la autoridad?

domingo, mayo 29, 2011

Entrevista al amigo y politólogo Guillermo Tell Aveledo sobre los movimientos de los "indignado", los partidos, el chavismo y otros temas

EL NACIONAL - Domingo 29 de Mayo de 2011 Nación/4
El foro del domingo
GUILLERMO TELL AVELEDO Opina que el desencanto sin organización no trasciende
"Los indignados de España y Venezuela necesitan a los partidos"
Ficha personal
POLITÓLOGO Y DOCTOR EN
· CIENCIAS POLÍTICAS DE LA UCV DIRECTOR DE LA ESCUELA
· DE ESTUDIOS LIBERALES DE LA UNIMET
EDGAR LÓPEZ

Por tratarse de realidades muy distantes y distintas es difícil establecer paralelismos entre las revueltas en África del Norte, el Medio Oriente y Europa Occidental y lo que ocurre en América Latina y en Venezuela. Sin embargo, el director de la Escuela de Estudios Liberales de la Universidad Metropolitana, Guillermo Tell Aveledo, destaca que el denominador común es el desencanto de los ciudadanos frente a las élites gobernantes.

Aveledo se aproxima con cautela a la efervescencia en las plazas de África del Norte, Medio Oriente y Europa Occidental: "Han surgido elementos libertarios y románticos, pero también grupos fascistas. Ello pudiera indicar, al menos en el caso de España, que la democracia con moderación es muy frágil".

¿Hay algún catalizador de las protestas que no se ha hecho visible? ­

Puede haber factores radicales que tratan de capitalizar una revuelta, pero lo verdaderamente meritorio es la capacidad de organizarla. Si las masas no tienen organización, si las masas no tienen partidos políticos, si las masas no tienen algún elemento de vanguardia que logre ordenar la acción, no hay trascendencia sino frustración.

¿Cómo se explica esa especie de contagio internacional de la protesta? ­Estas protestas cuentan con la simpatía de las élites intelectuales de Occidente. Se presentan como mecanismos de incidencia factibles y moralmente lícitos. Además, están protagonizadas por una generación que ha crecido sin el miedo a la Unión Soviética, sin el miedo al holocausto nuclear, sin detenerse a examinar otros riesgos. En todas hay un factor denominador común: el desencanto con la élite política y la convicción de que existe una profunda desigualdad en la distribución del poder.

¿En qué se parecen los indignados de España a los nini de Venezuela? ¿Se trata del rechazo del ciudadano a todas las opciones políticas que se le presentan?

Creo que en Venezuela lo que hay son grupos de independientes que en momentos electorales oscilan entre un lado y otro. Hay quienes han sugerido que esos ni-ni tienen una serie de creencias muy articuladas, conductas políticas muy estables. Pero hasta ahora no parece ser esa la evidencia empírica de acuerdo con los resultados electorales, no de las encuestas de opinión. Insisto, la organización es la clave. Los indignados de España y Venezuela necesitan a los partidos políticos y no conformarse con que los encuentren muertos en Choroní, como dice la canción.

El nombre del movimiento viene del título del libro Indignaos, publicado en 2010 por Stephen Hessel, corredactor de la Declaración de los Derechos del Hombre, que pide reacción contra el desmantelamiento del Estado Social.

¿El desmantelamiento del Estado Social es motivo de reclamo en América Latina? No somos sociedades suficientemente productivas, igualitarias y comprometidas.

En América Latina tenemos partidos débiles. A cada rato surgen movimientos populistas y antisistema que tienen éxito político. Es precisamente lo que ocurre ahora en Perú, y en el pasado en Colombia, con el ascenso al poder de Álvaro Uribe y de Juan Manuel Santos al margen del vetusto sistema político colombiano, o en Argentina con el resurgir del peronismo. Pensábamos que los partidos sólo estaban para garantizarnos orden, estabilidad y competitividad democrática; en suma, derechos políticos. Pero también deben garantizarnos derechos sociales. Eso es un reto pendiente.

"El oficialismo pretende disolver el Estado representativo sin disolver el poder concentrado de la vanguardia gobernante"

Hay otros retos: superar la burocracia y el sectarismo.

¿Cómo estos dos componentes inciden en la protesta callejera en Venezuela?

En Venezuela, el oficialismo pretende disolver el Estado representativo tradicional, sin que ello esté acompañado de un deseo genuino de disolver el poder concentrado de la vanguardia gobernante.

Ante la aspiración frustrada de un poder difuso, se ha impuesto la voluntad de quien asume unilateralmente la interpretación de los deseos de la sociedad. Cuando se sugiere que el líder es el pueblo, se entiende que si la democracia es el gobierno del pueblo, la democracia es el gobierno del líder...

¿Cómo cree usted que el oficialismo entiende la democracia? ­

Considera que la democracia es igualdad social. El asunto es que no logra superar la exclusión y opta por la imposición del poder para tratar de moldear la sociedad y crear un hombre nuevo. Eso choca con la realidad porque la cultura política cambia muy lentamente y el cambio no se decreta desde arriba. Además, choca con la pluralidad política como un valor arraigado entre los venezolanos, aunque a veces compita con añoranzas de autoritarismo.

¿Cómo evalúa la evolución de la protesta callejera en el país? ­

Se ha demostrado que la protesta produce beneficios, al menos para los sectores que salen a la calle a hacer reclamos puntuales: mejoras laborales, mejores servicios públicos, una vivienda... Pero no hay una vinculación de los reclamos con el problema estructural del sistema político actual, el cual está burocratizado y centralizado. Un sistema político que rechaza cualquier iniciativa social independiente, sea el sector privado o la sociedad civil organizada. En definitiva, ningún Estado puede obtener logros sin el respaldo de la sociedad

¿Qué opina de la promoción del apartidismo desde Puerta del Sol o desde algunos sectores radicales en Venezuela?

En Venezuela no reconocemos una democracia sin partidos. En los últimos años, varios movimientos han prendido en la población: desde el MVR, pasando por Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, hasta Voluntad Popular. Sin partidos surgen liderazgos personalistas antidemocráticos.

¿Cuál es el riesgo?

Que ese liderazgo personalista se apropie del poder y plantee un nuevo juego con nuevas reglas; es decir, que establezca un sistema autoritario.

¿Eso fue lo que ocurrió con Chávez? ­Entre otros casos en América Latina. En 1998 escogimos al que tenía más claridad sobre como apoderarse del control político. En 2007, cuando Chávez proclamó el proceso que lidera como una revolución socialista, impuso un nuevo juego con otras reglas. De allí en adelante se niega el más mínimo espacio para la disidencia y los principios fundamentales de la democracia, como elecciones periódicas, imperio de la ley y separación de poderes, se limitan a simples formalidades.

¿Qué puede aprender el liderazgo político y la sociedad civil venezolana de las revueltas al otro lado del Atlántico? ­

Para los que abrigan esperanzas en el disenso social como modo de cambio del estado actual de cosas, la lección es que sin organización no se llega a ninguna parte; que sin organización no toma el poder la plaza sino el Ejército.

¿Cuál es el desafío de los partidos venezolanos de oposición en la actual coyuntura?

Los partidos venezolanos sobreviven en un ambiente extremadamente hostil. Mucha gente todavía siente una fuerte aversión hacia un modo de hacer política grotesca que quedó en el imaginario colectivo. Además la vida institucional de los partidos está mermada por un Estado que no es precisamente pluralista. El primer gran reto es sobrevivir para seguir siendo oposición. En segundo lugar, mantener la unidad, para evitar que algún discurso personalista, en un tono parecido al de Chávez, secuestre los esfuerzos por transitar el camino electoral para un relevo en Miraflores y trate de imponer salidas milagrosas, ensoñaciones o asaltos. Es imposible un cambio político en Venezuela por la vía del milagro.

Fotografía: Sandra Bracho

domingo, mayo 22, 2011

El historiador venezolano Elías Pino Iturrieta nos cuenta la historia de los archivos de Bolívar que hoy están al alcance de todos vía internet

Bolívar de puño y letra, sin intermediarios, para que cada quien saque sus conclusiones

ELÍAS PINO ITURRIETA | EL UNIVERSAL
domingo 22 de mayo de 2011 12:00 AM

El archivo debió incinerarse, de acuerdo con lo ordenado por su propietario, Simón Bolívar, en disposición testamentaria de 1830 que fue desobedecida por sus albaceas. La afortunada desobediencia permitió la conservación de un acopio de materiales esenciales para el entendimiento de Venezuela e Hispanoamérica toda, debido a que no solo contiene los papeles suscritos por el Libertador sino también documentos remitidos a su instancia por los personajes de entonces, venezolanos y extranjeros; y testimonios de diversa naturaleza -políticos, de batallas y escaramuzas, de contenido económico, de interés cultural, de la vida cotidiana... -, debido a los cuales se pueden desentrañar los enigmas de un proceso fundacional de la sociedad.

Desgajado en tres piezas por sus allegados y esparcido en diferentes latitudes, el archivo comienza a tomar un solo cuerpo a partir de 1872, cuando el presidente Guzmán Blanco ordena la publicación de las Memorias de O'Leary; y se puede considerar como un conjunto más coherente a partir de 1883, cuando es adquirido en buena parte por el gobierno nacional y comienza su consulta gracias a la célebre recopilación de Blanco y Azpurúa. En 1914 compra el Gobierno el resto de los papeles del archivo, para que se encargue de su organización y custodia la Academia Nacional de la Historia. En 1921 se traslada a los espacios de la Casa Natal del Libertador, como parte del museo del grande hombre y como posibilidad de investigación. Después, en 1938, queda bajo la responsabilidad de la Sociedad Bolivariana recién creada por el presidente López Contreras.

Descuido

La Sociedad Bolivariana comienza la publicación de los Escritos del Libertador, extraídos del monumental archivo, pero descuida aspectos esenciales de su obligación. Las dificultades con las que tropiezan entonces los investigadores para el examen de las fuentes, inaccesibles generalmente; y evidentes fallas en el cuidado y mantenimiento de la documentación, aconsejan la búsqueda de un destino más confiable para los papeles. De allí la disposición del gobierno del presidente Caldera, expresada en decreto de enero de 1999, de trasladar la guarda y custodia del Archivo de Libertador a la Academia Nacional de la Historia. La Academia hace entonces un diagnóstico de repositorio y recopila evidencias sobre el peligro de creciente deterioro o desaparición física que amenaza a los testimonios, debido a la ausencia de previsiones mínimas de archivística y a la carencia de lugares adecuados para el resguardo.

Respaldo

Con la ayuda del Banco Venezolano de Crédito, la Academia Nacional de la Historia crea un espacio especialmente pensado para la preservación de los preciosos materiales. En mayo de 2000 inaugura la nueva sede del Archivo del Libertador con celosa curaduría, dotada de equipos de última tecnología para la preservación de los documentos, con una bóveda de seguridad para la custodia, con oficina para la preparación de ediciones y con sala de lectura para los usuarios. Debido a la calidad de los testimonios, pero también a su puntillosa conservación, en 1997 la UNESCO incluye los papeles de Bolívar en el repertorio de bienes susceptibles de considerarse como Patrimonio de la Humanidad y como parte de la Memoria del Mundo. Ya entonces la Academia ha continuado la edición de los Escritos del Libertador, hasta llegar al tomo XXXIII, y emprende el proceso de análisis de las copias de los documentos que guarda en microfilms, con el objeto de evitar su deterioro y de ponerlos al servicio de los estudiosos. Está en ese trance cuando la sorprende un decreto del presidente Chávez, que ordena el traslado del repositorio al Archivo General de la Nación. En junio de 2010 se cumple la disposición, mientras los nuevos custodios dejan constancia de cómo lo recibieron completo en su contenido y en perfecto estado de conservación.

En marcha

Hoy, con la colaboración del Bolivarium de la USB, que manejó la parte técnica y la actualización de los índices, la Academia pone en marcha el Portal del Archivo del Libertador. Se trata de la fijación de más de 60.000 imágenes individuales del repositorio, digitalizadas a la perfección, con el apoyo de un índice actualizado y con un sistema de búsquedas directas a través de las cuales toparán los usuarios sin escollo ni intermediario lo que deseen topar: elementos geográficos referidos en la documentación, fechas y lugares de cada correspondencia, identificación de destinatarios y localización inmediata de todos los asuntos de que versan los textos en su integridad, sin ningún tipo de recortes y sin interferencias anacrónicas. Bolívar para todos, en suma y de veras. Bolívar de puño y letra, sin intermediarios, para que cada quien saque y ventile sus conclusiones, si le parece. Gracias a la compañía de auxilios modernísimos, el inédito encuentro puede convertirse en diálogo abierto e infinito. De nuevo se incumple el testamento del Libertador, que condenó sus papeles a la hoguera, pero se le hace un servicio trascendental a la sociedad que nació de sus esfuerzos durante la Independencia que ahora celebra su bicentenario.

sábado, mayo 21, 2011

La Academia Nacional de la Historia de Venezuela pondrá a disposición de todo el mundo los documentos de Bolívar digitalizados

Archivo del Libertador estará a disposición de todos los venezolanos a partir del 20 de junio

Una alianza entre la Academia Nacional de la Historia y el Instituto de Investigaciones Históricas Bolivarium de la Universidad Simón Bolívar, permitió la digitalización y automatización de los documentos originales relacionados con la vida de Simón Bolívar y el proceso de Independencia, que estarán disponibles para consulta y estudio, de forma libre y gratuita, a través del Portal Archivo del Libertador

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios.-

La Academia Nacional de la Historia y el Instituto de Investigaciones Históricas Bolivarium de la Universidad Simón Bolívar presentaron hoy el Portal Archivo del Libertador, que reúne 99 mil 500 imágenes de los documentos originales relacionados con la vida de Simón Bolívar y el proceso de Independencia.

La digitalización, pero sobre todo, la automatización en una base de datos del Archivo del Libertador, permitirá que todos los venezolanos tengan acceso para consulta y estudio, de forma libre y gratuita, a los documentos a partir del 20 de junio próximo, cuando se podrá ingresar al Portal a través de las páginas de ambas instituciones: www.anhvenezuela.org y bolivarium.usb.ve.

Elías Pino Iturrieta, director de la Academia Nacional de la Historia, destacó la trascendencia de la puesta en marcha del Portal Archivo del Libertador. “El acervo que se coloca hoy a disposición de la sociedad sin ningún tipo de restricciones es el más valioso del pueblo, forma parte de la Memoria del Mundo y se ha registrado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad; hoy la Academia lo deja en las manos del pueblo para que lo estudie a su antojo y según su necesidad que tenga de mirar el pasado y a uno de sus artífices con ojos apacibles. Si alguien maliciosamente ha dudado del trabajo que aquí hacemos, la realidad que hoy mostramos lo desmiente”.

Enrique Planchart y Elías Pino Iturrieta

Por la Universidad Simón Bolívar, el rector Enrique Planchart, resaltó el papel fundamental de la USB a través del Bolivarium para junto con la Academia “rescatar el acervo histórico de la nación, y recuperar lo que legítimamente le pertenece (a la Academia) después de que en un episodio insólito, un gesto arbitrario, el Archivo del Libertador haya sido secuestrado y escondido”, expresó en referencia al mandato gubernamental que en junio de 2010 obligó a la Academia a entregar los documentos, que custodiaba desde 1999, al Archivo General de la Nación.

El Portal contiene la mayoría de los documentos del Archivo del Libertador que fueron entregados y añade la sección de Registro Principal (propiedades, terrenos, ventas, entre otros) que aporta un valor adicional para la comprensión histórica de los años de la Independencia.

A través del índice
La investigación e indización de los documentos que fueron digitalizados a partir de 58 rollos de microfilm, hace posible su búsqueda, localización y consulta de forma directa y abierta. La confección de un índice actualizado, enfatizó el director del Bolivarium, Ezio Serrano, es uno de los principales aportes del proyecto, puesto que el Archivo del Libertador no contaba con esta herramienta. “Se hizo un índice actualizado de cada documento colocando la fecha, a quién va dirigido, el remitente o remitentes, el lugar y una breve síntesis de la materia o asunto abordado”.

Ezio Serrano, director del Bolivarium

Serrano explicó la navegación a través del Portal. “El público menos documentado, podrá realizar búsquedas sencillas usando palabras claves, mientras que el más especializado tendrá a su disposición un motor de búsqueda avanzado que incorpora elementos de tiempo y espacio y a los actores involucrados con el documento”.

Historia de un archivo
Elías Pino Iturrieta hizo un recuento del periplo del Archivo de Simón Bolívar desde la muerte del Libertador en 1830 cuando sus albaceas desobedecieron la disposición testamentaria de incinerarlo. “La afortunada desobediencia permitió la conservación de un acopio de materiales esencial para el entendimiento de la Independencia de Venezuela e Hispanoamérica toda, debido a que no sólo contiene los papeles suscritos por el Libertador sino también documentos remitidos a su instancia por los personajes de entonces, venezolanos y extranjeros, y testimonios de diversa naturaleza –políticos, de contenido económico, de interés cultural, de vida cotidiana, de la familia que pierde su fortuna en batallas, entre otros- debido a los cuales se pueden desentrañar los enigmas de un proceso fundacional de la sociedad”.

Como los allegados de Bolívar dividieron los documentos, no fue sino hasta 1872, bajo el mandato de Guzmán Blanco, cuando el conjunto de papeles comienza a tomar un solo cuerpo. En 1883 ya se considera un conjunto coherente cuando es adquirido en buena parte por el gobierno nacional y comienza su consulta gracias a la recopilación de Blanco y Azpúrua.

Directivos de la Academia Nacional de la Historia con el Rector Planchart

En 1914 el gobierno adquiere el resto de las fuentes del archivo, para que se encargue de su cuido y organización la Academia Nacional de la Historia. Según el relato de Pino Iturrieta, en 1921 el Archivo se traslada a la Casa Natal del Libertador y en 1938 queda bajo responsabilidad de la Sociedad Bolivariana creada por el presidente López Contreras.

La Sociedad Bolivariana, con base en el Archivo, publicó los Escritos del Libertador, serie que llegó hasta el volumen XXVIII. Sin embargo, las fallas en el cuidado y mantenimiento de la documentación obligan a buscar un sitio más adecuado para su disposición. “De allí la decisión del gobierno de Rafael Caldera, tomada por decreto en enero de 1999, de trasladar la guardia y custodia del Archivo del Libertador a la Academia Nacional de la Historia”.

La Academia inauguró en 2000 una sede acondicionada especialmente para preservar los papeles y ponerlos a disposición del público. La institución continuó con la publicación de los Escritos del Libertador hasta llegar al volumen XXXIII, que está a punto de salir de la imprenta, y emprendió el proceso de análisis de las copias que
guardaba en microfilm, con el objeto de evitar su deterioro y ponerlas al servicio de los estudiosos.

En 2010 entrega el Archivo del Libertador al Archivo General de la Nación.

Lo hicieron posible
La realización del proyecto Portal Archivo del Libertador fue posible gracias al trabajo de un equipo coordinado por Inés Quintero Montiel de la Academia Nacional de laHistoria y Ezio Serrano de la Universidad Simón Bolívar.

La programación estuvo a cargo de Yolfran Aquino; el diseño gráfico, producción y elaboración de textos fue obra de José Bifano, Ángel Almarza y Rosángel Vargas.

El equipo que trabajó en la investigación e indización lo conformaron: Ezio Serrano, Angelina Dos-Ramos, Riccia Reinefeld, Juan Carlos Contreras, Emilio Caña, Erika Escala, Ingrid Molina, Jesús Uzcátegui, Gustavo Páez y Joanna Vergara.

En la digitalización y edición participaron Luis Arismendi (coordinador), Antonio Campos, Ingrid Molina y Erika Escala.

La revisión de textos estuvo a cargo de Ezioly Serrano.

Fotografías: Alfredo Terán

lunes, mayo 16, 2011

Historiador venezolano (Elías Pino Iturrieta) nos habla sobre la historiografía chavista en lo relativo al "Bolivar igualitario"

...se devanan los sesos buscando en el político del siglo XIX el origen del socialismo del siglo XXI...

ELÍAS PINO ITURRIETA | EL UNIVERSAL
domingo 15 de mayo de 2011 12:00 AM

El tema advertido por el título ofrece problemas: no es poca la documentación que lo ilustra y se carece ahora de espacio para un tratamiento exhaustivo. La abundancia de fuentes sobre la esclavitud remite a su contradictorio tratamiento durante la Independencia, hasta el punto de que no se llegó entonces a solucionar el terrible problema de la servidumbre de los seres humanos; y tal vez no sea un periódico lugar aconsejable para un análisis susceptible de conducir a conclusiones definitivas. Sin embargo, dos motivos sugieren su tratamiento, así sea de manera superficial: el problema de la discriminación de los afrodescendientes, sobre el cual vuelve la "revolución" con el objeto de eliminarlo mediante la promulgación de una ley; y la supuesta inspiración que encuentra la "revolución" en Bolívar para convertir la lucha contra esa discriminación en una conquista de la sociedad nueva. Sobre el primero de los aspectos pudiera, de momento, dudarse de cómo una regulación sea capaz liquidar unos prejuicios que datan de la antigüedad; mas sobre el otro puede bastar la presentación de un documento esencial para evitar la proliferación de tonterías en torno a lo que pudo concebir el Libertador sobre el papel de los esclavos negros en la sociedad que se encaminaba hacia el orden republicano. Sobre tal documento versará el artículo de hoy.


Es un documento de importancia trascendental, debido a que su autor lo concibió como complemento de la Carta de Jamaica y lo redactó junto con ella para buscar el auxilio de Inglaterra para la continuación de la guerra. Se titula Señor Redactor o Editor de la Gaceta Real de Jamaica y está fechado en Kingston en 1815, justo cuando escribe la célebre misiva de la isla. En medio de una severa crisis, solo y sin recursos económicos, Bolívar pretende presentar a los blancos criollos como garantes del proceso que sucederá a continuación. Las noticias sobre la Guerra a muerte han causado conmoción en el Caribe, y en el gabinete británico se han filtrado espeluznantes historias de sangre y depredación que aumentan la desconfianza en el proyecto insurgente, pero también el deseo de que la situación encuentre cauce razonable con el regreso de Fernando VII al trono. Eso no es necesario, argumenta Bolívar, debido a que los mantuanos, con su afable paternidad de los dependientes y con su influencia sobre la sociedad, serán capaces de evitar nuevas masacres. Sin embargo, ¿cómo demuestra las virtudes de una clase social que ha fracasado en sus intentos de Independencia, que no se ha caracterizado por la benevolencia frente a sus siervos y ha aprovechado el sistema esclavista para amasar inmensas fortunas? Muy fácil: convirtiendo a la esclavitud en una especie de trato afectuoso de los patrones en el cual sobresalieron los rasgos de la caridad y la fraternidad.


Llega a decir entonces Bolívar: "El esclavo en América vegeta abandonado en las haciendas, gozando, por decirlo así, de su inacción, de la hacienda de su señor y de una gran parte de los bienes de la libertad; y como la religión lo ha persuadido que es un deber sagrado servir, ha nacido y existido en esa dependencia doméstica, se considera en su estado natural como un miembro de la familia de su amo, a quien ama y respeta". El fragmento no tiene desperdicio debido a la enormidad de sus afirmaciones, y por el problema que puede presentar a quienes se devanan los sesos buscando en el político del siglo XIX el origen del socialismo del siglo XXI, o el fundamento de una ley contra la discriminación de los afrodescendientes. Niega de plano la existencia de la explotación de los negros. Los propietarios, entre quienes él se cuenta, fueron una especie de custodios angelicales de la mano de obra. La mano de obra no sufrió penalidades. Al contrario, experimentó los beneficios de una relación como la que se tiene en una espléndida familia distinguida por los buenos sentimientos y guiada por las virtudes teologales. Los esclavos, en suma, inspirados por el Evangelio y manejados en medio de las contemplaciones de un mantuanaje digno del altar, no fueron sirvientes sino miembros de la parentela. Pero de una parentela proverbial por las calidades del afecto prodigado a sus miembros, independientemente del oficio que ejercieran en el hogar y del color de su piel.


La lectura de documentos posteriores de Bolívar obliga a conclusiones distintas, pero el papel de Jamaica que nos ha ocupado mueve el piso de quienes lo juzgan como adalid del igualitarismo y como enemigo jurado de la esclavitud de los negros. Después de la revisión del papel que escribe entonces, apenas se le puede considerar como portavoz de una estirpe que no hace la Independencia para beneficio de los hombres humildes de la época, sino para la preservación de la cúpula criolla de procedencia española que se formó durante el período colonial. En adelante cambiará de ideas, pero no lo suficiente como para juzgarlo como un hombre distinto de quien fue en su experiencia de 1815. De momento construye una escena en la cual difícilmente pueden aclimatarse los prejuicios contra los cuales pretenden reaccionar hoy los legisladores chavistas. De un cromo bolivariano sin diferencias esenciales entre el que lleva el látigo y el que recibe los latigazos, sin amos de verdad ni siervos sujetos a su coyunda, difícilmente pueden salir los desprecios, los monos y las chusmas en quienes se detiene hoy la mirada compasiva de la "revolución".


domingo, mayo 15, 2011

Historia de Caracas: "Plan Rotival" y el actual "Plan de la Misión Vivienda"

Expertos critican que se invoque un plan de hace 72 años para hacer viviendas hoy

La avenida Bolívar se inauguró en 1951, doce años después de que se hiciera público el plan Rotival, que además preveía para este espacio unas obras que nunca se hicieron MANAURE QUINTERO
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JAVIER BRASSESCO | EL UNIVERSAL
miércoles 11 de mayo de 2011 12:00 AM

Para justificar la construcción de unas 700 viviendas en el Paseo Vargas (al lado de la avenida Bolívar), desde el gobierno se invocó una iniciativa de hace 72 años: el plan Rotival.

Según el arquitecto Martín Padrón, miembro de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos, este nuevo proyecto es un rescate de aquel viejo plan, y ahora en el Paseo Vargas se copiará lo positivo que tenía.

Hasta los vecinos que se han lanzado a la calle en la última semana para protestar contra el anunciado desarrollo habitacional en la avenida Bolívar parecen dar por bueno este argumento, y lo más que han hecho es criticar que se pretenda aplicar ideas de 1939 en la Caracas de 2011.

Sin embargo, muchos expertos atacan el corazón del argumento, y aseguran que ese plan Rotival que se ejecutó a medias y que tanto debate suscitó en su momento, no tiene nada que ver con hacer unos edificios para albergar damnificados.

El arquitecto Fruto Vivas dice por ejemplo que el Rotival era un plan vial, no residencial, y que invocarlo ahora para poner allí unas viviendas es producto de la manipulación o de la ignorancia.

Leopoldo Provenzali, ex secretario de Planificación Urbana, recuerda que este plan se proponía darle una majestuosidad a Caracas, inyectarle fuerza urbana a su centro, sacarla de su condición de aldea y convertirla en una de las capitales de Suramérica, y que "recordar ahora el plan Rotival porque se quieren construir edificios es un despropósito".

Aquella comisión de tres arquitectos franceses y tres arquitectos venezolanos (de los mejores que ha tenido el país: Carlos Guinand, Gustavo Wallis y Carlos Raúl Villanueva) que diseñó el plan Rotival en 1939 pretendió construir una avenida monumental, trasladar los campos Eliseos de París a Caracas, pero Provenzali cree que hoy nadie querría rescatarlo: "A lo mejor no era necesaria la construcción de un eje monumental para rescatar el centro, y creo que el plan Rotival era más simbólico que técnico o funcional. Pero que ahora quieran resucitarlo solo porque se les ocurrió levantar unos edificios... no, por favor".

A destiempo

El arquitecto Marco Negrón cree por su parte que ni siquiera tiene sentido estar hablando hoy de un plan que se diseñó cuando Caracas tenía 200 mil habitantes y 3 mil carros.

Afirma además que se trataba de un plan macro, sin demasiados detalles. Pretendía implantar en Caracas un bulevar parisino desde Los Caobos hasta El Calvario, un mausoleo para los restos del Libertador en su extremo oeste, en lo alto de El Calvario, y la sede del Congreso donde está El Silencio, una gran avenida que uniera el este con el oeste y a los lados edificaciones de oficinas públicas y ministerios, no residenciales. Finalmente lo único que se hizo, doce años después, fue la avenida Bolívar. En cualquier caso, coincide en que se trataba de un proyecto en el que lo residencial era marginal.

Para él lo que hoy se pretende hacer en la avenida Bolívar es un "parche" antes que un proyecto, un parche que además se colocará de manera inconsulta, una imposición a los vecinos de tres parroquias (Santa Rosalía, Candelaria y San Agustín), un retroceso con respecto al Paseo Vargas que se hizo en los 80, que fue el último intento de revivir a Rotival. Entonces se mantuvo la avenida solo con la ilusión de hacerla peatonal algún día.

El arquitecto Víctor Artís tampoco cree que tenga mucho sentido estar resucitando planes que se hicieron cuando Caracas terminaba en el Nuevo Circo. Y menos que un proyecto como el Rotival, que pretendía crear todo un centro político administrativo a escala metropolitana, se desempolve ahora "solo porque a unos funcionarios se les ocurrió que se podía construir unos edificios en unas zonas verdes de la avenida Bolívar"
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