sábado, junio 30, 2007

Abuela materna: Blanca Vicci Oberto (1925-1997)

Historia familiar: abuela materna
¿Qué lugar ocupan las historias personales en la historia?. Si no somos famosos, y nuestros hijos no lo son tampoco, quizás sólo valgan para nosotros; pero algo me dice que no, que tienen algún valor para la historia. ¿Por qué? Porque somos parte de nuestro tiempo, somos expresión de una cultura determinada; y porque quizás a alguien le sirvan (un lejano historiador en el futuro, o más bien para nuestros hijos y nietos). ¡Cuánto disfrutaría leyendo un blog personal de mis antepasados en tiempos de Independencia, Colonia o más allá!.

Hoy se cumplen diez años de la muerte de mi abuela materna: Blanca Vicci Oberto.


No puedo contar mucho de ella por ahora, pero se que de cara a sus antepasados: era nieta de italiano (evidente el apellido) y por parte de madre era tataranieta de Francisco Oberto el cual no tengo claro si llegó a ser general en el bando realista en la guerra de Independencia, pero sí que fue militar en estos tiempos y que luchó contra Bolívar el 10 de noviembre de 1813 venciéndole en la Batalla de Tierritas Blancas, al mando estaba el capitán José Ceballos.
Nota: la foto debe ser de 1945 aproximadamente (sin duda era una de las mujeres más bellas de Barquisimeto).

Profeballa

Simón Bolívar es el culpable

Efemérides
… y él mismo lo confirma en carta a Francisco de Miranda el 12 de Julio de 1812 al decirle:

Mi general:
Después de haber agotado todos mis esfuerzos físicos y morales ¿con qué valor me atreveré a tomar la pluma para escribir a Vd, habiéndose perdido en mis manos la plaza de Puerto Cabello? (…)

Es un hecho, él era el responsable de custodiar el principal resguardo de las armas de la ciudad que había apoyado el movimiento del 19 de abril y luego la Independencia. Puerto Cabello había ayudado a sofocar la reacción realista de Valencia, y en su castillo estaban presos los vencidos. Vencidos que lograron tomar el castillo (por la traición de un republicano), y se convirtieron en vencedores. Bolívar, luchó durante seis días, pero al haber perdido las armas y la ciudad se encontrarse aterrorizada por el bombardeo realista, esta terminó capitulando el 6 de julio (por cierto, será el último reducto monàrquico, hasta 1823); y el Libertador casi no logra escapar de este hecho. Dicen, he escuchado (no recuerdo ahora la fuente) que esa noche (la del 29), Bolívar andaba en una fiesta (pero no me crean); quizás el de la fiesta era el encargado de la fortaleza: el coronel Aymerich, quien dejó a cargo al teniente Fernández Vinoni, y este cual Judas supuestamente fue comprado por los realistas; y el resto, es historia.

Puerto Cabello era la mejor plaza armada de la Primera República del continente iberoamericano, y es por ello que Miranda exclamó al saber la noticia: Venezuela está herida en el corazón, y fue así como la derrota sería cuestión de menos de dos semanas. El 25 de julio capitula Miranda.


Profeballa 

viernes, junio 29, 2007

Reseña del nuevo libro "Banderas del Rey" del historiador Ángel Rafael Lombardi Boscán (I)

  Autor: Carlos Balladares

LOMBARDI BOSCÁN, Ángel Rafael. 2006. Banderas del Rey (La visión realista de la Independencia). Maracaibo: Ediciones del Rectorado LUZ-UNICA, p. 348.
 
La historia del realismo en Venezuela es la historia de un “partido” condenado a la derrota debido a sus circunstancias adversas tanto internas como externas a las que tuvo que hacer frente de manera infructuosa (Nota a pie de pág. N° 204, p. 119). Esta frase del autor sintetiza su obra; la cual es una detallada explicación del período de la guerra de emancipación desde 1810 hasta 1818 en Venezuela, pero desde la perspectiva escasamente estudiada: la realista, la de los vencidos. El profesor Lombardi Boscán nos hace compartir las angustias y dificultades que sufrieron los defensores de las banderas del Rey, al sentirse abandonados por la España (tanto en recursos materiales y militares, como en lo relativo a las decisiones coherentes y firmes). La obra no se reduce sólo a un inteligente uso de los testimonios realistas (los cuales el autor usa ampliamente), sino que describe y analiza las condiciones (geográficas, económicas, sociales, políticas, político-territoriales y especialmente político-militares) de cada situación a la que se enfrentaban las autoridades monárquicas. A pesar de que la atención se centra preferentemente en los realistas, se estudian también ciertos momentos fundamentales cuyo protagonismo es de los “republicanos” (19 de abril de 1810, 5 de julio de 1811, etc.); pero la novedad está en que el autor lo hace a partir de las fuentes “españolas”.

Banderas del Rey es la parte más importante de la Tesis Doctoral del autor titulada “Venezuela de colonia a república: la visión española (1740-1824)” realizada en el departamento de Historia Moderna de la Universidad Complutense. El período de 1810 a 1818 comprende la ruptura violenta con España y el régimen monárquico, punto final de la crisis de la colonia; y consolidación en el poder del “partido” republicano. El ámbito de estudio seleccionado por el autor es el político-militar, y para ello sigue las corrientes hispanistas dentro de la historiografía de la emancipación de las Américas, pero sin asumir totalmente las tesis fundamentales de dicha corriente: como por ejemplo es el ver la transición de colonia a república como una guerra civil llevada a cabo por una minoría republicana en contra una mayoría monárquica. El profesor Lombardi Boscán señala que esta idea es válida pero insuficiente (…), debido a que España en ese momento era una Metrópoli incapaz de manejar su imperio de ultramar (Ibid), lo cual generó las condiciones para la independencia. La justificación del tema de estudio y la corriente desde la cual se analiza responde a la preocupación, no sólo de asumir toda la historia y todo el pasado sin las exclusiones que ha realizado la “historia oficial, sino también la necesidad de recuperar y valorar el peso que tiene la hispanidad en nuestra cultura (la cual en palabras del autor ha sido ferozmente mutilada, incluso con el apoyo de la historiografía). En lo relacionado con las fuentes, además de las venezolanas, posee un uso de fuentes inéditas ubicadas en España como los Archivos: Histórico Nacional, General de Simancas, General de Indias; y la Real Academia de la Historia y la Biblioteca Nacional.

miércoles, junio 27, 2007

189 años del Correo del Orinoco

Un día como hoy en el año de 1818 los repúblicanos (llamados patriotas en la historia tradicional), fundaron en Angostura el órgano divulgativo de la nueva nación venezolana. De nuevo por falta de tiempo les dejo un extracto sobre el tema escrito por Gerardo Rivas Moreno:


"Mándeme usted de un modo u otro una imprenta que es tan útil como los pertrechos", escribía Bolívar a Peñalver, que con ese propósito se encontraba en Trinidad en Septiembre de 1817. En Octubre la imprenta ya estaba en Angostura y el 27 de Junio de 1818 salía a la calle el "Correo del Orinoco", impreso en una lamentable máquina movida a brazo y con cuatro páginas impresas en papel de hilo, gracias al cual se ha conservado para la posteridad. Su editor, el capitán Andrés Roderick proyectó un formato de 31 centímetros de alto por 32 de ancho por dos columnas hasta el número 11 del 5 de Septiembre. A partir del número 12 se ensanchó el semanario a 36 por 24 y a tres columnas hasta su fin, el número 128, que aparece el 23 de Marzo de 1822. La dirección de los primeros 12 números del Semanario estuvo a cargo de Francisco Antonio Zea, quien fue reemplazado por Juan Germán Roscio a quien sucedieron en el cargo, Carlos Soublette, José Rafael Revenga etc.El semanario, que aparecía los Sábados, traía artículos en Francés e Inglés, e informaba a las naciones de los logros militares y políticos de la construcción de la República de Colombia. El Correo opone a la Gaceta de Caracas las informaciones sobre los logros realistas, sirve de instrumento en las relaciones internacionales, publica la vida y obra de los héroes de la Revolución, poemas, cuentos, novelas por entregas, decretos del ejecutivo, las proclamas de Bolívar, y notas de colaboradores extranjeros que servían a la cohesión del ejercito, y toda clase de informaciones sobre la construcción del Estado, la organización de la guerra.

domingo, junio 24, 2007

¿Qué batalla consolídó la independencia de Venezuela?

Por estar falto de tiempo les dejo el relato de la página "Venezuela Tuya" de la batalla que consolidó la independencia de Venezuela: la Batalla de Carabobo, de la cual se cumplen 186 años. Ver el monumento a dicha batalla acá.

A tempranas horas del 24 de junio, desde las alturas de Buenavista, elLibertador hizo un reconocimiento de la posición realista y llegó a la conclusión de que ésta era inexpugnable por el frente y por el sur. En consecuencia, ordenó que las divisiones modificaran su marcha por la izquierda y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual estaba descubierto; es decir, Bolívar concibió una maniobra tendiente a desbordar el ala derecha enemiga, operación ejecutada por las divisiones de Páez y Cedeño, en tanto que la división Plaza seguía por el camino hacia el centro de la posición defensiva. Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los republicanos, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la altura hacia la cual se dirigían las divisiones de Bolívar. Al llegar el Burgos al área indicada, abrió fuego contra el batallón Bravos de Apure, cabeza de la primera división, el cual después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trataba de escalar la pendiente que lo llevaría a la parte plana de la sabana. Tan violento fue el contraataque del Burgos, que el Bravos de Apure tuvo que replegarse por dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía, el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó al Burgos y lo obligó a retroceder. Por su parte, los batallones Infante y Hostalrich, entraron en auxilio del Burgos, pero reorganizado el Bravos de Apure, se unió al Cazadores Británicos para reanudar el ataque, ayudado por dos compañías del batallón Tiradores. Para detener el repliegue de las unidades realistas que había producido la operación patriota, Torre envió los batallones Príncipe, Barbastro e Infante, los que lograron sostener la línea de combate, pero sólo por breve tiempo, pues el grueso de la caballería de la primera división del ejército republicano entró por el norte de la sabana. Con el fin de hacer frente a este nuevo ataque, la Torre ordenó al regimiento Húsares de Fernando VII que cargase contra la caballería patriota, pero esta unidad se retiró después de disparar sus carabinas.

Finalmente, atacados de frente por la infantería y por la derecha por la caballería, los batallones realistas optaron por la retirada. Como último recurso, la Torre le ordenó al regimiento de los Lanceros del Rey que atacara a la caballería patriota, pero esta unidad no sólo desobedeció la orden, sino que huyó ante la embestida de las fuerzas republicanas. Al entrar la batalla en su fase final, los patriotas iniciaron una tenaz persecución del ejército español, la cual fue llevada a cabo hasta Valencia.
De los 4.279 efectivos que participaron en la batalla de Carabobo, los realistas perdieron dos oficiales superiores, 120 subalternos y 2.786 soldados. Por su parte, las bajas de los republicanos también fueron cuantiosas. El resto del ejército realista terminó refugiándose en Puerto Cabello.

viernes, junio 22, 2007

A 66 años del inicio del fin de la Segunda Guerra



De cara a las decisiones militares de Hitler, el invadir a la Unión Soviética fue su mayor error: no por el invierno, sino por la capacidad del pueblo ruso para recuperarse de las derrotas, y por el sabio uso que hizo este pueblo de los inmensos recursos con el que cuenta. Les dejo algunas páginas webs de un amigo bloguero (anécdotas de una fecha como hoy acá y aquí) y de wikipedia.

Profeballa

martes, junio 19, 2007

Los Archivos de Francisco de Miranda: patrimonio cultural de la humanidad

Transcribo acá la noticia de AAS Globovisión/MRE: 
Unesco aceptó Archivos de Francisco de Miranda como parte de los registros de la Memoria del Mundo
 
El Comité Consultivo Internacional de la UNESCO aceptó la postulación de los Archivos de Miranda, como parte de los registros de la Memoria del Mundo, luego de examinar cincuenta solicitudes de 38 países, en la ciudad de Pretoria, Sudáfrica. Los Archivos del Generalísimo Francisco de Miranda se sumarán a otras dos colecciones del Registro de Memoria del Mundo de la UNESCO, como son Los Escritos del Libertador Simón Bolívar, en posesión de la Academia de la Historia, y la Colección de 7.000 fotografías de América Latina y el Caribe, custodiadas por la Biblioteca Nacional. 
Los documentos propuestos contienen una vasta y variada información que hace referencia a una era de cambios trascendentales a nivel mundial. La Serie Documental corresponde a los años finales del siglo XVII y comienzos del Siglo XIX, directamente relacionados con diferentes eventos de gran significado histórico para la humanidad, tales como La Guerra Española contra los Moros del Sultanato Alauita de Marruecos; el proceso de independencia de los Estados Unidos y la participación decisiva franco-española en ese conflicto; la vida política de la Rusia zarista en la era de Catalina la Grande; la Revolución Francesa y los conflictos internacionales derivados de ella; y los comienzos de la lucha por la independencia de las colonias americanas españolas. El valor fundamental de estos documentos deriva de la participación de Francisco de Miranda en cada uno de estos hechos de la Historia Universal.

Luego de presentación oficial de esta decisión del Comité Consultivo, el Director General de la UNESCO, Koishiro Matsuura, procederá a formalizar la inscripción en el Registro Mundial. La Secretaria General de la Comisión Nacional de Cooperación con la UNESCO (CNCU), Embajadora María Clemencia López, explicó que el Programa Memoria del Mundo, creado en 1992, tiene como objetivo “salvaguardar el patrimonio cultural documental de mundo de los riesgos naturales de desaparición, a los cuales están sometidos por diversas causas”.

El Guzmán Blanco de González Deluca. Bibliocrónicas (IV)

La colección del diario El Nacional: “Biblioteca Biográfica Venezolana”, la cual sale quincenalmente y ya va por el número 57, nos ha brindado una forma de conocer la historia de Venezuela. El estudio de la vida de los venezolanos nos acerca a la cotidianidad, a los angustias, y a los factores del contexto histórico que influyeron sobre un determinada biografía. No me las he leído todas, tarea que tengo pendiente; pero las que son escritas por historiadores son excelentes. Entre ellos me acabo de leer el N° 53 Antonio Guzmán Blanco de María Elena González Deluca, del cual hago este breve comentario.

La vida de Guzmán Blanco es un buen ejemplo de las formas de ascenso político del siglo XIX: origen familiar mantuano (por el lado de su madre está emparentado con las principales familias criollas: Bolívar, Blanco y Aristeguieta), talento político (heredado y aprendido al lado de su padre: Antonio Leocadio Guzmán, fundador del Partido Liberal en 1840; origen del principal grupo político de su siglo); experiencia militar (en la Guerra Federal: 1859-1863, guerra matriz de una nueva generación de caudillos, y para mantenerse en el poder después de su “revolución”: la Revolución de Abril), y fortuna personal (hecha por una mezcla de corrupción y aprovechamiento del poder, en sus viajes para solicitar empréstitos para la nación).

La biografía se apoya en su correspondencia, mostrándonos la personalidad patriarcal y tiránica de Guzmán Blanco, el cual debe controlarlo todo: desde cada decisión de Estado como los detalles más frívolos de la vida privada familiar. Paradojas de nuestra historia, fue el tercer caudillo más importante del siglo XIX después de Bolívar y Páez, y fue el que inició el proceso de consolidación del Estado moderno venezolano. Su tarea de gobierno no se puede negar que dejó una huella importante en nuestra historia.


Profeballa

domingo, junio 17, 2007

La gran pulpería del horror. Bibliocrónicas (III)

¿Dónde conseguir libros viejos en Caracas? Esos libros reciclados, ya usados por otros, pero para el que no los ha leído tienen un gran valor. Todos saben que debajo del puente de la avenida Fuerzas Armadas, en el Paseo Anauco (¡Jorge, amigo, cuánta falta haces!); ahora tenemos en el Paseo Las Mercedes “El buscón”; y desde siempre ha existido en Sabana Grande la famosa “Gran Pulpería del libro”. Sé que me dirán ignorante y demás epítetos pero en mi vida había ido a este sitio, ¿no sé por qué?, yo que me caminaba el boulevard de Sabana Grande una o dos veces por semana ¿por qué nunca me enteré de esta verdadera “tiendita del horror”?. No sé la razón, pero el hecho es que en mi búsqueda de viejos libros de historia de Venezuela, en especial los testimonios y memorias de personajes de la Independencia que sacó la Academia Nacional de la Historia, me acerqué a este sitio, y los precios son de espanto. De los primeros números de la colección “Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia”, el precio no bajaba de 200.000 Bs ($ 70 aproximadamente); yo sé que son casi imposible de conseguir, pero ¡no es para tanto!. Yo seguía preguntando y no había libro que no bajara de 100.000 Bs, libro que en algunos casos se pueden conseguir en 10 mil o 20 mil Bs. Claro, el punto está en cuesta mucho conseguirlos y por eso los apasionados de la historia debemos vivir un relato de terror cada vez que vamos a las librerías. ¡Pues nada, seguir leyendo en bibliotecas, a pesar de sus terribles y limitantes horarios!. A la memoria histórica “le siguen dando bajo”, y los historiadores somos uno de los tantos marginados de la sociedad.

PRofeballa 

sábado, junio 16, 2007

¿Existen espacios para la historia en nuestra radio?

¿Qué espacio tiene la historia en la radio de hoy?. La verdad es que muy poco, por lo cual aplaudimos los “micros” (duran uno a dos minutos aproximadamente) de la historiadora Inés Quintero, llamados No es cuento, es historia, que son transmitidos por la emisora Exitos en el dial 99.9 FM. Esta semana tuve la oportunidad de escucharlos y me parecieron excelentes. Se trata de enseñar a través de las anécdotas históricas, y tal como dice Inés en una entrevista en la revista “Estampas” del diario El Universal:

Existe una enorme avidez por el tema histórico (…). Lo que he querido es que la gente se reconcilie con la historia (…).
A Inés Quintero la conocí hace una semana y media en el bautizo de su libro Antonio José de Sucre el sucesor de Bolívar. Una biografía política. Es una persona sencilla, que forma parte de la nueva generación de historiadores en Venezuela. En otros posts hablaremos más de ella, junto a esta nueva sangre bajo los auspicios de Clío.

Otros espacios que conozco y escucho son los dos programas de Yon Aizpurua: “Valores del espíritu” y “Grandes biografías” (aunque ambos no son sólo de historia, son las humanidades en general); y el espacio “Historia de una tierra llamada Venezuela” de César Miguel Rondón. Estos sólo lo pasan sábados y domingos.

Les agradezco si me informan de otros espacios para la historia en la radio venezolana, e incluso de otros países; para aprender de otras experiencias.


Profeballa 

viernes, junio 15, 2007

Guerra a muerte: ¿hasta cuándo? (texto del decreto o proclama)

Hoy se cumplen 194 años del decreto de "Guerra a muerte" con el cual Bolívar, en medio de la que luego llamarían "La Campaña Admirable", quiso convertir una guerra social en una guerra internacional. Todo esto en una sociedad en la cual sólo existía una Patria para los hijos de España, y el proyecto de Venezuela como nación era entendido por la mayoría del "pueblo" (pardos, blancos de orilla, esclavos e indios) como un capricho de los oligarcas de aquel entonces. Acá les dejo el texto:

Decreto de Guerra a Muerte

Simón Bolívar,
Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejército del Norte, Libertador de Venezuela.

A sus conciudadanos.

Venezolanos:
Un ejército de hermanos, enviado por el Soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido a libertaros, y ya lo tenéis en medio de vosotros, después de haber expulsado a los opresores de las Provincias de Mérida y Trujillo.

Nosotros somos enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos y establecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y magistrados, gozando plenamente de su libertad e independencia; porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizarnos.

Tocados de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes; que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes; y en fin han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela a la más espantosa desolación. Así, pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia y mostrar a las naciones del universo que no se ofende impunemente a los hijos de América.

A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, a abrirles por última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir entre nosotros pacíficamente, si detestando sus crímenes y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de la España y al restablecimiento de la República de Venezuela.

Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria, y por consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado serán reputados y tratados como americanos.

Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de la senda de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de Americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de vuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta los mismos traidores que más recientemente hayan cometido actos de felonía; y será tan religiosamente cumplida que ninguna razón, causa o pretexto será suficiente para obligarnos a quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis para excitar nuestra animadversión.

Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.

Cuartel General de Trujillo, 15 de junio de 1813.

Simón Bolívar

jueves, junio 14, 2007

Doña Menca (1919-1973).

Nota: acá le dejo a una estudiante que me solicitó información sobre Doña Menca, la referencia que se encuentra en el Diccionario de Historia de Venezuela (Fundación Polar, Caracas, 1997). Le recuerdo que siempre debemos citar las fuentes. La fotografía pertenece a la Colección del Archivo de El Nacional.

Fernández Alcalá de Leoni, Carmen América (Leoni, Menca de)

Upata (Edo. Bolívar) 23.7.1919 _ Caracas, 22.1.1973
Primera dama, fundadora del Festival del Niño. Familiarmente conocida como Doña Menca, pasó a la historia política y social del país con este apelativo. Hija del general Juan Fernández Amparan y de Sofía Alcalá. Conoció en el ambiente hogareño a su primo Raúl Leoni, quien sería su futuro esposo. Estudió primaria en su región natal y bachillerato en el colegio Lourdes de la ciudad de Valencia donde se destacó en actividades sociales. A raíz del golpe de Estado del 24 de noviembre de 1948 cuando es derrocado el gobierno de Rómulo Gallegos, sale al exilio. Contrae matrimonio en Washington (20.8.1949) con Raúl Leoni quien se había desempeñado como ministro de Trabajo y Comunicaciones durante la administración de la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt (1945-1947). Con su hija mayor de 2 meses de edad, se trasladan ambos a Costa Rica en 1951 donde nacen otros 3 hijos. A raíz del derrocamiento del régimen del general Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958, la familia retorna a Venezuela. Como primera dama de la República, en el período constitucional entre 1964 y 1969, fue presidenta honoraria de la Sociedad Bolivariana; socia honoraria de la Sociedad Divino Redentor; presidenta honoraria del Comité de Solidaridad Humana; miembro benefactor de la Fundación La Salle y presidenta honoraria de la Asociación Venezolana de Mujeres. Se destaca en su labor social como fundadora del Festival del Niño (1964), destinado originalmente a proporcionarle oportunidades de recreo y de vacaciones a niños pobres y que posteriormente se transformará en la Fundación del Niño. R.R.C.

BIBLIOGRAFÍA: Menca, mujer de Venezuela. [Caracas]: Ovenca, [1973].
ICONOGRAFÍA: FOTOGRAFÍA, El Nacional, Caracas, enero 23, 1973. FOTOGRAFÍA, Élite, Caracas, marzo, 1964. FOTOGRAFÍA, El Universal, Caracas, enero 23, 1973.

miércoles, junio 13, 2007

Teresa Carreño: venezolana universal

Autor: Carlos Balladares

Ayer se cumplieron 90 años de su muerte

Este post debió salir ayer pero no se pudo, y hoy le hago este pequeño homenaje a la más famosa pianista venezolana. Su fama llegó tan alto que se dice (no lo he visto, me lo han contado) que en el lugar donde vivió en Berlín dice: “acá vivió la pianista alemana Teresa Carreño” y en el lugar donde murió en Nueva York dice: “acá murió la pianista americana Teresa Carreño”. Todos la querían como compatriota, pero la verdad es que nació en Caracas el 22 de diciembre de 1853, hija de Manuel Carreño (autor del Manual de Urbanidad); y aunque pasó la mayor parte del tiempo en diferentes partes del mundo, nunca perdió su venezolanidad. Fue una destacada compositora e intérprete y entre sus obras más notables podemos mencionar: "Saludo a Caracas", "Himno a Bolívar", un vals dedicado a su hija "Teresita", el "Cuarteto para cuerdas en si bemol" y el "Bal en rêve Opus 26".

El 25 de noviembre de 1862 da su primer concierto en el Irving Hall de Nueva York, con tan sólo nueve años. Franz Liszt se interesan por su talento, e incluso Rossini le dedica una pequeña obra. Recibe lecciones del maestro Luois Moreau, ejecutando conciertos en la Casa Blanca, en Washington ante el Presidente estadounidense Abraham Lincoln (concierto en el cual criticó que el piano fuera de tan mala calidad). Se establece en París desde donde impulsa su carrera como concertista realizando giras por toda Europa, Estados Unidos, Australia, Africa del Sur, Nueva Zelanda; acompañada por prestigiosas orquestas dirigidas por grandes maestros. Fundó además una empresa de conciertos: la "Carreño-Donaldi Operatic Gem Company". En 1917 morirá en Nueva York en medio de una gira mundial.

En Venezuela, el más famoso y moderno teatro del país lleva su nombre.
Acá les dejo una imagen.

lunes, junio 11, 2007

"La Rosa Blanca" en la UCAB

Les transcribo acá una invitación de la profesora de la UCAB: Leticia Marius.

Quiero invitarlos a la exposición que realizaremos en la Universidad Católica Andrés Bello desde el próximo lunes 11 al viernes 22 de este mes, en el 3er piso del Edificio de Aulas.

Tal exposición lleva por título "La Rosa Blanca, un grito de libertad". Se trata de la historia de un movimiento de jóvenes universitarios que llevaron una resistencia pacífica en los tiempos del nacionalsocialismo Nazi (segunda guerra mundial).

En esta coyuntura o momento histórico tan especial y fascinante en el que estamos inmersos, deseamos ofrecer un espacio de reflexión sobre las motivaciones profundamente humanas y cristianas que llevaron a estos jóvenes a vivir con plenitud su vocación y misión en un mundo tan contrario. Estos jóvenes dieron su vida por sus ideales, y por ello marcaron la historia de Alemania.

Queremos ayudarnos a hacer memoria de la historia y contribuir desde esta experiencia con el movimiento universitario tan significativo que esta surgiendo en estos dias, deseando que estos jóvenes afiancen sus convicciones y sean un punto claro de referencia hoy en Venezuela para la inclusión, la fraternidad, y la búsqueda apasionada de la Verdad.

domingo, junio 10, 2007

La reacción realista en la Independencia de Venezuela: ¿guerra de reconquista? (y IV)

Autor: Carlos Balladares

La colonización que nunca llegó

Los conquistadores perdieron su poder político cuando terminó la guerra y empezó el proceso de poblamiento dirigido por la corona, pero a pesar de ellos sus descendientes conservaron las tierras y honra. Habían logrado el honor para sus hijos, que jamás lograrían en España. No fue así para los pardos en Venezuela una vez que se logró una relativa paz en 1815, a pesar de que hubo voces que plantearon una elevación de este grupo social.

El padre Llamozas, en el Memorial que ya hemos citado anteriormente, enumeró una serie de medidas (“providencias”) para lograr la tranquilidad en Venezuela. Entre ellas, aunque señala que se deben desarmar las milicias que estuvieron dirigidas por Boves, hay que citar la número 3 la cual propone el ascenso social a la condición de blancos de los pardos siempre y cuando “sean nietos de legítimo matrimonio de Padres y Abuelos libres”. Es limitado, ciertamente, pero mucho más flexible que la actitud de los criollos antes de la guerra. Otro planteamiento parecido es el que cita Lombardi Boscán en su libro Banderas del rey (2006; 177), el cual cita una “Representación” del Capitán General Interino de Venezuela José Cevallos que existe en el Archivo General de Indias del año 1815. Dicho documento recomienda la necesidad de premiar la colaboración de los pardos a favor de la causa del Rey, por medio de la promoción social.

Estas recomendaciones nunca se escucharon, Morillo no reconoció la fidelidad y el sacrificio de los pardos; al contrario, muchos fueron castigados o enviados a luchar en Nueva Granada e incluso España. Frustrados, miraron al otro bando que sí había cambiado en sus ideas, y que les permitiría conquistar para sí una Patria.

Reacción realista: ¿guerra de reconquista? (y IV)

La colonización que nunca llegó

Los conquistadores perdieron su poder político cuando terminó la guerra y empezó el proceso de poblamiento dirigido por la corona, pero a pesar de ellos sus descendientes conservaron las tierras y honra. Habían logrado el honor para sus hijos, que jamás lograrían en España. No fue así para los pardos en Venezuela una vez que se logró una relativa paz en 1815, a pesar de que hubo voces que plantearon una elevación de este grupo social.
El padre Llamozas, en el Memorial que ya hemos citado anteriormente, enumeró una serie de medidas (“providencias”) para lograr la tranquilidad en Venezuela. Entre ellas, aunque señala que se deben desarmar las milicias que estuvieron dirigidas por Boves, hay que citar la número 3 la cual propone el ascenso social a la condición de blancos de los pardos siempre y cuando “sean nietos de legítimo matrimonio de Padres y Abuelos libres”. Es limitado, ciertamente, pero mucho más flexible que la actitud de los criollos antes de la guerra. Otro planteamiento parecido es el que cita Lombardi Boscán en su libro Banderas del rey (2006; 177), el cual cita una “Representación” del Capitán General Interino de Venezuela José Cevallos que existe en el Archivo General de Indias del año 1815. Dicho documento recomienda la necesidad de premiar la colaboración de los pardos a favor de la causa del Rey, por medio de la promoción social.
Estas recomendaciones nunca se escucharon, Morillo no reconoció la fidelidad y el sacrificio de los pardos; al contrario, muchos fueron castigados o enviados a luchar en Nueva Granada e incluso España. Frustrados, miraron al otro bando que sí había cambiado en sus ideas, y que les permitiría conquistar para sí una Patria.

Muere Jesús Sanoja Hernández (1930-2007)

Transcribo acá la semblanza de este historiador venezolano de la periodista Ivonne Rincón en su nota de prensa del Correo del Caroní, la cua ltranscribe una entrevista reciente. 
El periodista, escritor, historiador y poeta guayanés de trascendente y amplia trayectoria nacional, profesor Jesús Sanoja Hernández, murió este viernes en Caracas a los 76 años de edad. Jesús Sanoja Hernández dedicó su vida a registrar en textos periodísticos, columnas y ensayos la evolución de las diferentes épocas históricas de nuestro país. Vivió con mucha intensidad el ejercicio periodístico y era un verdadero revolucionario, como lo demostró a lo largo de sus años como estudiante en la UCV, cuando militaba en el Frente Universitario y debió exiliarse en México. Su obra periodística quedó plasmada en revistas y medios impresos como Tribuna Popular y El Nacional. El Maestro Sanoja Hernández fue un apasionado defensor de la democracia y de la libertad de expresión, lo que quedó evidenciado en varias entrevistas que le concediera a este diario.

sábado, junio 09, 2007

La reacción realista en la Independencia de Venezuela: ¿guerra de reconquista? (III)

Autor: Carlos Balladares

Los pardos se convierten en conquistadores

En 1813 los republicanos habían recuperado el terreno perdido el año anterior; ciertamente la reconquista realista no se mantuvo en pie por las divisiones entre los jefes militares y las autoridades designadas por la Regencia, y entre los caudillos y sus soldados, que eran mayoritariamente pardos. El jefe republicano (Bolívar) que logra tomar Caracas, había “institucionalizado” semanas antes el tipo de guerra que los realistas practicaron en 1812: “la guerra a muerte”, los fusilamientos de los vencidos, el irrespeto a las mujeres, niños y ancianos, y el saqueo. Se había instaurado la misma situación de la conquista: una guerra que no aceptaba ningún tipo de reglamentación o piedad, era la misma crueldad que vivieron españoles e indígenas en el siglo XVI. Los criollos no terminaron por reconocer a los pardos a pesar de sus proclamas de igualdad, en la práctica se mantenía la discriminación; contradicción que posiblemente hacía más odiosa la dominación socioeconómica y jurídica. A todo esto se sumó el castigo a los pardos que habían participado en la guerra. La respuesta no se haría esperar y vendría con el apoyo de los llaneros, conformando un ejército - en nombre del Rey – mayoritariamente pardo (de 7000 soldados 50 eran blancos), aunque liderizado por un asturiano: Boves. Esta nueva rebelión convertiría a los pardos, desde su perspectiva, en verdaderos conquistadores.

Boves y sus soldados llevaron al extremo los principios de la “guerra a muerte”, generando una guerra de conquista, que incluía el exterminio de un sector social y la distribución de las tierras, tal como lo relata el padre Ambrosio Llamozas en el Memorial dirigido al Rey en julio de 1815 en el cual ponía en boca de Boves las siguientes palabras: "en los Llanos no debe quedar un blanco por dos razones: la primera, por tener destinado aquel territorio para los pardos, y la segunda, para asegurar su retirada en caso de una derrota, pues no se fiaba de los blancos, cuya compañía le desagradó siempre". Este sistema de lucha se mantuvo hasta tomar la ciudad de Caracas, y derrotar a los republicanos en oriente. La consecuencia, además de la victoria realista fue la reducción de la población blanca en los principales pueblos (por emigración o por la guerra). Uno de los aspectos perversos en los que lamentablemente los soldados de Boves imitaron a los conquistadores fue en la crueldad, es por ello que en algunas descripciones de su jefe se les llama por el nombre de algún conquistador como por ejemplo: Pizarro.

Los conquistadores gozaron de gran autonomía en sus acciones de “pacificación” del territorio en el siglo XVI; hecho que imitaron los jefes pardos en la guerra contra los republicanos (cambiando lo cambiable). A pesar de la jefatura centralizada en manos de Boves, en detrimento de las autoridades institucionales (Capitán General Cajigal), surgieron una serie de jefes pardos que repartían el botín de guerra y daban ascensos militares. Un buen ejemplo de ello fue el protagonismo que tuvo el zambo Machado en la toma de Caracas. La ausencia de orden, incluso militar, entre estos nuevos jefes, era de tal magnitud que en muchas ocasiones se enfrentaban, y si no era por el liderazgo de Boves terminaban en “degollinas” generalizadas. Estos conflictos intestinos en el bando realista se hicieron más graves con la muerte de Boves en la batalla de Urica en diciembre de 1814, por lo que las autoridades españolas aprovecharon para poner orden y frenar el genocidio que se llevaba a cabo contra los blancos. Incluso se cree que esta fue la razón por la cual el ejército expedicionario del Rey comandado por Morillo, aunque tenía dirección a la Argentina es desviado a Venezuela (USLAR, J.; 1962; Historia de la rebelión popular de 1814; p. 191). Así como los conquistadores fueron controlados por el Estado español una vez que lograron su objetivo, lo mismo se haría con los pardos; pero a diferencia de los primeros, a los pardos no se les otorgó la honra que se habían ganado.

jueves, junio 07, 2007

La reacción realista en la Independencia de Venezuela: ¿guerra de reconquista? (II)

Autor: Carlos Balladares
 
Nace la idea de guerra de conquista en la Independencia
La sociedad tradicional española del siglo XVI era una estructura jerarquizada y rígida basada en la idea de honor (sentimiento interno de la persona que la lleva a cumplir con su deber) y honra (reconocimiento externo que resulta de la aprobación de nuestros actos por la comunidad). En dicha estructura “el honor se encontraba en la parte alta de la pirámide social y se condensaba más cuanto más se ascendía en ella; al contrario, a medida que se alejaba del Rey, el reflejo del honor que llegaba a los individuos se hacía cada vez más débil” (HEUFEMANN-BARRÍA, E.; 2002). A estos elementos se sumaron las características estamentales (el lugar de la persona en la jerarquía social dependía de sus funciones de las cuales se derivaban una serie de derechos y deberes), y la “limpieza de sangre” (el demostrar que no se poseían antepasados judíos o moros), factores que generaban una serie de privilegios de todo tipo y que facilitaban además la concentración de la riqueza. El ascenso social era algo extraño, aunque existía una forma de movilidad, que era por la obtención de honra en la guerra (tal como lograron los caballeros en la Edad Media, a pesar de que la caballería estaba en declive), siendo la conquista de América una de esas vías:

"Por el solo hecho de participar en la Conquista y cualquiera que fuera su origen, el conquistador se sentía hidalgo y solicitaba al rey las preeminencias que los nobles gozaban en la Península. Prueba de ello son los documentos enviados al soberano, refiriéndose a los derechos adquiridos. A ejemplo de lo que habían hecho los caballeros en la Península, los conquistadores ganaban tierras, luchaban contra los infieles, asumían los gastos de las expediciones, y usaban armas y caballos, símbolos de todo caballero. Por estos motivos ellos justificaban sus aspiraciones y derechos a ser tratados como hidalgos. En España, la mayoría de los conquistadores no habría tenido oportunidad de ascender socialmente. El único camino que les restaba para alcanzar este objetivo era ejecutar alguna o algunas hazañas notables, y conseguir a través de ellas un buen botín". (Idem).

En Iberomérica se sumaban a los criterios de jerarquización social: el color de la piel, y la posesión de la tierra; siendo los descendientes blancos de los conquistadores poseedores de tierras heredadas de estos, los cuales se consideraban junto a los funcionarios españoles como el estamento de gente principal, y el resto de la población gente de baja condición. La conquista finalizó en el siglo XVII y la sociedad volvió a la rigidez original, e incluso mucho peor por el carácter racista que llevaba implícito por la existencia de diversas etnias con sus correspondientes mezclas. En medio de esta sociedad se empezó a desarrollar a finales del siglo XVIII un grupo social que prosperó junto al crecimiento de la riqueza de las provincias que luego conformarán Venezuela, y que a su vez anhelaba ser reconocido. Este grupo era el de los llamados pardos (el que nace de cualquiera de las mezclas posibles entre las etnias), y que a pesar de su reconocimiento por la corona, los blancos criollos atenuaron los privilegios que pudieron obtener, cerrando las vías de movilidad y acumulando el resentimiento y el odio de los pardos hacia estos. No era el Rey el que impedía el ascenso de los pardos, al contrario, este lo deseaba aunque por razones meramente materiales. Para los pardos la conclusión era: el Rey los protegía, los criollos los humillaban. ¿Qué tenían que hacer los pardos para lograr ganar la confianza del Rey y que este les permitiera el ascenso a pesar de la resistencia criolla? ¿podía existir la oportunidad de flexibilizar las jerarquías impuestas por la propia corona?. Los criollos eran los verdaderos defensores de la desigualdad, el Rey estaba muy lejos y su visión podía aceptar instituciones como la Real Cédula de “Gracias al sacar”, más no así los criollos. La oportunidad de los pardos para demostrar su lealtad al Rey llegó con la propuesta de la independencia, proyecto asumido por la mayor parte de los mantuanos.

El proyecto mantuano fue considerado un acto de rebeldía, e incluso a medida que se conocieron las proclamas e ideas de los republicanos; los realistas vieron en dicho proyecto un acto de traición (una infidencia, un pecado) a todas las bases del buen orden español en Venezuela. Los calificativos cada vez más denigrantes que les dio el bando realista a los republicanos (y viceversa), y el llamado que hicieron las autoridades a que los pardos se incorporaran a la lucha, fue el momento que los pardos esperaban para justificar sus recientes (e incluso en muchos casos viejas) aspiraciones de obtención de honra. La idea de emular a los conquistadores, quizás no fue asumida inmediatamente por los pardos; sino que fue incorporada después que los jefes de la rebelión contra la Primera República en 1812 dieran el ejemplo. El caso más visible fue el de Monteverde citado por Straka (2000; 214), autor que señala que de la lectura del texto de la Gaceta de Caracas en el cual se restablece el Cabildo, el jefe realista se describe como “reconquistador de esta provincia”; y luego José Domingo Díaz lo comparará con el conquistador Diego de Losada dando a entender que ambas guerras eran en esencia las mismas. El uso del calificativo de “pacificadores”, fue otra de las palabras usadas para designar a los jefes, siendo el significado sinónimo de conquistador. No pasaría mucho tiempo para que los soldados se sintieran conquistadores también, y por ello merecedores del mismo reconocimiento que estos tuvieron en el pasado. Imaginaron los pardos que Monteverde permitiría por lo menos el ascenso militar como un primer paso, pero esto no ocurrió porque este los marginó gobernando con peninsulares y canarios (todos blancos).

miércoles, junio 06, 2007

Recordando el Día D (63 aniversario)

La última gran guerra justa
Autor: Carlos Balladares

Hoy se conmemoraron 63 años del desembarco Aliado en Normandía, una fecha que no podemos dejar de recordar. El Día D nos salvó de la ideología del mal: nazista, pero quizás también salvó a Europa occidental de esa otra doctrina que es el reverso del fascismo: el comunismo. ¿Por qué? Debido a que varios historiadores han afirmado que de no haber triunfado esta gran invasión militar (la mayor en toda la historia de la humanidad), la ofensiva rusa - que ya estaba en marcha para esa época - hubiera terminado en el Pirineo. Es difícil saber lo qué pudo pasar, otros historiadores argumentan que esto hubiera sido imposible; pero el hecho cierto es que este día es el recuerdo de un gran sacrificio que liberó a la humanidad de una tiranía maligna (por ser la nazi una de las más perversas, al ser genocida y nihilista).

El gran sacrificio liberador que se inició en estas playas, pude “verlo” en 1999. Ese año estuve en Normandía haciendo realidad uno de mis sueños: palpar el pasado estando en los lugares de la historia. Me quedé en Caen, y desde allí fui a varias playas y cementerios de soldados, en especial el estadounidense que queda frente a la playa Omaha (y que se ve en la película: Saving Private Ryan). Al caminar por estos inmensos jardines llenos de cruces y leer las lápidas, los años de nacimiento y muerte, los nombres, los rangos, los días en qué murieron: 06 de junio, 07 de junio de 1944 (días más quizás); pensé en las vidas perdidas (¿o salvadas?), en su juventud (no más de 20 años), en el dolor de sus familias. Sonará cursi, pero ante tantas cruces (y algunas estrellas de David), me detuve; y les agradecí el haber salvado con su sacrificio al mundo. No podemos olvidarlos, y la mejor manera de recordarlos: es seguir luchando contra las viejas y nuevas ideologías totalitarias. No hacer silencio nunca ante la maldad. Un historiador en esto no puedo ser imparcial, ningún ser humano puede serlo.

martes, junio 05, 2007

La reacción realista en la Independencia de Venezuela: ¿guerra de reconquista?

Autor: Carlos Balladares

Rufino Blanco-Fombona en su libro El conquistador español del siglo XVI (1922) señala que el recuerdo de los conquistadores se conserva en los pueblos americanos aunque rodeado de leyendas y mitos, es así como cuenta que su “nana” lo entretenía con cantos sobre Hernán Cortés y lo asustaba con el “Tirano Aguirre” (pág. 363). Si el recuerdo se mantenía para fines del siglo XIX en una sociedad en proceso de modernización, qué se podría decir para aquel “mundo” de 1810 que era dirigido por una élite cuyo mayor orgullo era descender de los hombres que ganaron la América para España en nombre de Dios y el Rey. El conquistador era el héroe fundante de la sociedad iberoaméricana; y en el caso de Venezuela, donde el proceso de conquista fue largo (finaliza en el siglo XVII), y la extensión de sus costas llevó a las invasiones intermitentes de sus principales puertos por piratas holandeses e ingleses, la idea de guerra de conquista en defensa de la civilización española era una idea consolidada. ¿Acaso no renacería con fuerza este ideal ante la amenaza que representó la emancipación de España y la proclamación de una nueva forma de vida (la republicana)? ¿si el peligro era de tal magnitud no se necesitaban medidas extremas llevadas a cabo por un nuevo grupo de conquistadores? ¿asumieron los pardos la idea de que eran los nuevos conquistadores y por tanto obtendrían honor (y todo lo que esto significa en lo relativo al ascenso social) siempre y cuando defendieran la causa del Rey?. Es difícil responder a estas preguntas cuando el estudio del bando realista, al igual que el apoyo de los pardos al Rey, ha sido poco tratado por nuestra historiografía; y mucho más por el hecho de que los pardos no tenían voz por ser poco letrados (son escasos sus testimonios o las fuentes primarias que se refieran a sus ideas y vivencias). A pesar de ello esta idea representa una hipótesis de investigación que permite explicar el fuerte apego de los pardos al bando realista en los primeros años de la guerra de independencia; explicación que va más allá (o refuerza otras causas) del odio que sentían estos hacia los criollos, la simple obtención de beneficios materiales con el saqueo de guerra, o la mentalidad tradicional. Los pardos tenían razones para sentirse identificados con el conquistador; no sólo por el hecho de enfrentarse a personas consideradas “malvadas” e “inmorales” que habían abandonado los principios de la religión (pecadores por no decir casi herejes o sin religión cristiana como eran los indios antes de la conquista) y de la patria (España); sino porque este representaba el ejemplo más cercano que tenían de movilidad social en una sociedad altamente jerarquizada, porque entre los primeros conquistadores “no hay un solo nombre de familia ilustre (…) a semejante aventura se lanzaron aventureros: los que nada poseían, los que nada valían (…)” (Ibídem, p. 257). El ascenso social se lograría a través de dos vías: la obtención del honor en la guerra, y por el logro del botín (distribución de las tierras de los blancos criollos); y quién sabe si algunos pardos llegaron a imaginar que este acto de fidelidad por su parte llevaría al Rey, ante la traición de los criollos, a darle una mayor relevancia en la sociedad tal como las que lograron los conquistadores en su tiempo. Hay que agregar, además, que el renacer del espíritu de conquista trajo los mismos problemas que en el siglo XVI: la crueldad y el desapego a las leyes y las instituciones, por lo que junto al temor a la “pardocracia”, hizo que las autoridades españolas a la llegada de Morillo detuviera las posibilidades de reconocimiento social.